Educar a los niños en la creatividad es una de las principales inquietudes de los padres de hoy. Buscamos actividades basadas en la participación y en la motivación de los niños para compensar de alguna manera la rigidez del sistema educativo. Hemos preguntado a la co-fundadora de Pedalogía, Catherine Pisarski, sobre porqué son tan interesantes propuestas como las que ellos recogen en su catálogo en las que los niños son verdaderos protagonistas del aprendizaje y nos ha dado unas cuantas claves muy interesantes para sacar el máximo partido al tiempo de ocio de nuestros peques.
Las claves de Pedalogía se encuentran en los pilares del arte, huyendo así de otros temas infantiles clásicos como los de piratas y princesas. Sus propuestas se dividen en Música, cuentos, artes y teatro. Podéis echar un vistazo a sus extraescolares aquí.
«A través de distintos juegos y técnicas, los niños se ponen en situación: son los actores del momento, participan en distintas experiencias, deciden sobre su desarrollo y aprenden de manera significativa», comenta Catherine. De esta manera, los niños además aprenden cosas que no aprenderán en el colegio.
Toda la filosofía de Pedalogía se estructura en torno al concepto de animación. De hecho, os parecerá curioso que se refieran a ciertos talleres y dinámicas como «animaciones», pero conviene profundizar un poco más para saber qué quieren decir exactamente.
«La palabra animación viene del latín y significa dar vida, infundir ánimo. Su origen lingüístico viene de dar vida, poner en marcha al alma, entendida ésta como espíritu o interior de la persona, su pensamiento», aclara la fundadora de Pedalogía.
Con esta concepción, sus animaciones pueden ser consideradas un estilo educativo para estimular a los niños en su aprendizaje. Ellos plantean un mini proyecto educativo que no deja lugar a la improvisación porque de su éxito depende el aprendizaje del niño.
Pero, ¿qué tiene de ventajoso que los niños empleen su tiempo de ocio en este tipo de animaciones, sesiones o clases extraescolares, como queramos llamarlo? Catherine resalta varios aspectos positivos:
- Se plantea en un ambiente distendido y relajado, en nuestro tiempo de ocio, y eso les predispone a estar más abiertos, más receptivos. Los niños aprenden jugando y eso es lo que harán en el tiempo que dure una animación de este tipo.
- En una animación el niño se ubica dentro de un marco relajado en el que se expresará libremente, dará su opinión y será escuchado y tenido en cuenta.
- El niño da rienda suelta a su imaginación, sin poner límites a su creatividad.
- Se anima a los niños a tener iniciativa y ser responsables. Se acompaña al niño en el aprendizaje, no se le impone una dirección.
- El niño reflexiona y expresa sus opiniones, se abre un espacio de diálogo y respeto en el que debatir sobre una realidad.
- Es una buena opción para sacar el máximo partido al tiempo libre de los peques. La animación es un elemento interesante para fomentar el interés de los niños en actividades lúdicas con la que además, aprenderán y complementarán otros conocimientos.
- Tiene unos objetivos concretos: su corta duración garantiza que el tiempo sea aprovechado al máximo.
Teniendo en cuenta estos aspectos, parece lógico que busquemos en las actividades extraescolares de los niños estos aspectos, ¿no os parece?
Que post tan interesante, lo pondré en práctica con mi niño Lucas
Una idea maravillosa, educar a los más pequeños es más fácil si los mantenemos animados así para ellos también es más sencillo ya que al pasárselo bien no se les hace tan pesado.
Gracias por compartir.