Si tienes la suerte de tener jardín, hay algunos artículos que pueden dar color a esta zona de la casa tan socorrida para el verano. Hemos hecho una selección de productos que os van a encantar, tanto a niños como a adultos:
Móntate un columpio con una hamaca gigante
No hay nada más relajarte ni más divertido que una hamaca, y si es una hamaca gigante, aún mejor. Os recomendamos las de la marca Tropilex, con tejidos naturales y creedme cuando os digo que cada miembro de la familia la utilizará de una manera. Tú estarás deseando tumbarte relajadamente con un libro o simplemente sintiendo la brisa y moviéndote lentamente a un lado y a otro, pero los niños la encontrarán un uso mucho más intrépido. Ellos tienen una habilidad especial para correr hacia ella, tirarse en plancha, apoyar su tripita y, con los pies colgando, balancearse a lo loco.
Si tenéis árboles en el jardín, otro gran lujo, y se encuentran a una distancia mínima de dos metros y medio aproximadamente, podréis colocar la hamaca con cuerdas de los árboles de una manera muy, muy sencilla pero, si no es así, no pasa nada. También las podéis encontrar con elegantes estructuras de madera que darán un toque «chill-out» a vuestro jardín o terraza.
Columpio
Si la idea de la hamaca no os convence como columpio, siempre podéis buscar un columpio más tradicional o incluso uno de esos con forma circular donde pueden subir varios niños a la vez. No falla. El columpio siempre es un básico, les divierte, les entretiene, despierta su imaginación y además pone en marcha su equilibrio. Los pediatras siempre recalcan que ese balanceo es muy importante para los bebés que empiezan a andar y, con estos meses de parques cerrados que hemos tenido en los últimos tiempos, no viene mal completar la dosis de columpio en casa si podéis.
Os cuento una curiosidad personal: Mi peque descubrió el columpio con pocos meses en casa, en el interior allá por abril del pasado año. Tenemos la suerte de tener una viga vista que se convirtió en la sujeción perfecta (y digo suerte porque yo no habría sabido instalarlo de otra forma) y, aunque es un columpio de tela muy básico, de Ikea, nos vino de maravilla para esas semanas en las que los niños no pudieron salir.
Resumiendo: el columpio es genial si tenéis jardín, pero si tenéis la posibilidad de instalarlo en casa, también os lo recomendamos.
Arenero
Es otro de los grandes éxitos, sobre todo con los más pequeñitos. Hay de muchos tamaños y son muy fáciles de instalar así que no tendréis problema en tener el parque en casa si os apetece. Podéis montar uno casero incluso si lo preferís con unas tablas. Siempre mucho cuidado si utilizAunque todas las actividades que os proponemos son positivas para el desarrollo de los niños, el arenero es especialmente interesante para los más peques porque les ayuda con la motricidad fina, la imaginación, es tremendamente sensorial… en definitiva, lo pasan de maravilla y además les beneficia.
Canasta plegable
Si no quieres tener una canasta propia de la NBA, no pasa nada. Podéis poner una plegable alrededor de un árbol y regular su altura según quién esté jugando. Son muy prácticas, fáciles de instalar y económicas así que no hay excusa para no introducir a los más pequeños en este deporte que siempre triunfa.
Aspersores o juegos de chorros de agua
En cuanto a juegos de agua, obviamos, por ser demasiado evidente, la piscina, pero no nos quedamos sin ideas para refrescarnos.
Una manguera es todo lo que necesitáis para disfrutar de un juego de aspersores o juegos de agua con varios chorros. Eso sí, tened en cuenta que suelen ser juguetes pensados para niños así que no soportan una presión de agua demasiado fuerte. Controladla para que nos rompan y disfrutad de ver a los niños saltar y saltar. Será todo un espectáculo en días de calor si no tenéis piscina.
Al parque acuático sin movernos de casa
La versión más civilizada es un tobogán de agua diseñado específicamente para que al deslizarse los niños se mojen con multitud de chorros incorporados. En este caso, necesitaréis lo mismo que en el artículo anterior: una manguera y controlar la presión (no pongáis el agua demasiado fuerte). Si no tenéis tobogán de agua pero sí un trocito de parcela en cuesta, disfrutad de esa cuesta a la que tanta manía tenéis cuando queréis poner una piscina portátil o una mesa que se tuerce. Por fin llegó su momento. Si ponéis una lona grande en el suelo, de las que se venden para obras o para tapar la piscina, una media tabla de surf infantil de las que se usan en playas y piscinas y una manguera en la parte superior, tendréis un tobogán casero de lo más curioso. Eso sí, aseguraos de que el terreno no tiene grandes piedras que puedan lastimaros.
Cama elástica
Cuanto más grande mejor para que salten todos los niños a la vez, pero tened en cuenta que poco a poco habrá qu emir cambiando piezas que se van desgastando del uso o del sol y es importante que sean fáciles de encontrar. Si no queréis o no podéis ocupar mucho espacio, una pequeñita, de las de poco más de un metro que pueden guardarse fácilmente detrás de una puerta, son también una buena alternativa para niños muy movidos y, además, podréis utilizarlas también vosotros el resto del año en el interior para hacer deporte siguiendo alguna tabla de ejercicios con saltos.
Kit de jardinería
¿Quién quiere un jardín si no tiene plantas? Busca unos guantes, macetas, palas y demás utensilios básicos y disfrutad con los peques trasplantando o cultivando en un pequeño huerto urbano.
Mesa de campo para niños
Las hay incluso con arenero incorporado y caben hasta 6 niños. Será como ir de picnic sin salir de casa. A los peques les encanta y son un plan estupendo para que disfruten con primos o amigos (mascarilla mediante) haciendo manualidades, merendando, pintando, escribiendo sus diarios de verano… al aire libre y recibiendo un poco de vitamina del sol, que no viene nada mal.
Comedero para pájaros
Si os gusta observar las aves, poner un comedero y un bebedero para aves os traerá a muchos visitantes a vuestro jardín, sobre todo en olas de calor. Si cuidáis que siempre haya comida y agua, acabarán por venir a veros, aunque tarden un poco en lanzarse. Las aves tienen sus lugares favoritos y tardan en encontrar otros, pero no es imposible. Además podéis hacer una manualidad con los niños y crearlos vosotros mismos.
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