Una escapada a Oporto en familia es un todo un placer. Portugal es otro país, pero está muy cerquita. Tiene muchas similitudes con España, pero a la vez, es muy diferente. Un viajecito a Oporto es una buena manera de comenzar a viajar fuera de nuestras fronteras con vuestros niños, sin ir demasiado lejos y, por extensión, sin dejaros el bolsillo en ello. No queremos decir que un fin de semana sea suficiente para conocer Oporto, pero sí realizaréis una buena toma de contacto con esta bella ciudad. Os desvelamos las 10 cosas que no debes dejar de hacer ni de ver en Oporto en una escapada con niños.
- Un paseo por la ribera del Duero y cruzar el Puente de Luis I. Es una delicia pasear por la ribera del Duero y contemplar las embarcaciones. Justo enfrente de Oporto se encuentra Gaia, lugar de ubicación de las famosas bodegas de vino de Oporto. Tomar algo en la ribera del río, en uno de sus famosos bares y restaurantes es una visión única. Además, en esa zona suele haber actuaciones de cantantes, bailarines y todo tipo de artistas. Cruzar el Puente de Luis I es impresionante. Se puede cruzar por arriba y por abajo.
- Subida en el funicular Dos Guindais. Tened en cuenta que, si bajas a la ribera del río, la subida hacia el casco de Oporto es bastante empinada. Merece la pena pasear por sus calles, pero, si vais con niños, casi es preferible bajar caminando y después subir en el funicular Dos Guindais, por sólo 2,50€. Se coge en la entrada del Puente de Luis I y os deja justo detrás de la Catedral. ¡A los niños les encantará la experiencia!
- Casco histórico de Oporto. El casco de Oporto es muy accesible para caminarlo y los principales atractivos se encuentran cerca entre sí. Nuestra recomendación es que os perdáis por sus calles, contempléis sus fachadas decoradas con azulejos y os coléis en alguna de sus preciosas iglesias y disfrutéis de sus fachadas blancas y con azulejos azulones, que son una obra de arte. La iglesia del Carmen, la de San Ildefonso, la capilla de las Almas y, por supuesto, la Catedral, son algunos de los ejemplos que no os podéis perder.
- Iglesia y Torre de los Clérigos y Librería Lello. La iglesia y, sobre todo, la Torre de los Clérigos, es una de las mayores atracciones turísticas de la ciudad ya que, con sus 76 metros de altura y sus más de 200 escalones, ofrece unas vistas alucinantes de la ciudad. El acceso a Torre y Museo de la Hermandad tienen un precio de 5€ y es gratuito para menores de 10 años. La librería Lello se ha hecho famosa porque dicen que es donde Harry Potter compraba sus libros mágicos, pero, como dice una amiga que vive allí, ya teníamos esta bellísima librería en nuestra ciudad muchísimo antes de que la saga existiera. Y sí, merece la pena visitar el lugar porque es mágico y precioso. Os parecerá que estáis dentro de un cuento. Se trata de una de las librerías más antiguas de Europa (1906) y de la más bonitas del mundo. La entrada tiene un precio de 8€, que te descuentan del precio si compras un libro.
- Estación de tren San Benito. Es una de las estaciones ferroviarias más bonitas del mundo y una visita obligada. Nada más entrar, comprenderéis por qué. Sus paredes están cubieras de azulejos que repasan la historia de Portugal. Pero no os penséis que es un museo. Es uno de las estaciones más transitadas del país, ya que comunica con algunas importantes localidades de Portugal.
- Comer en el Mac Donalds más bonito del mundo. Si no sois fans de las hamburguesas, aunque no comáis en el Mac Donalds de la plaza de la Libertad de Oporto, sí pasad a echar un vistazo o a tomar un café porque merece la pena ver lo precioso que es este lugar. En él, la modernidad convive con el clasicismo, los clásicos carteles luminosos y pantallas para pedir de la mítica cadena se aúnan con sus clásicas vidrieras y sus grandísimas lámparas de araña. El motivo es que la hamburguesería está ubicada en el antiguo Café Imperial y conservó gran parte de su decoración y arquitectura.
- Montar en tranvía. El transporte más característico de Oporto es, sin duda, el tranvía y merece la pena comprar unos billetes para montar en uno (3,50€). Os recomendamos la Línea 1, por ser la que recorre el centro de la ciudad. En concreto realiza un trayecto de 20 minutos, desde la iglesia de San Francisco hasta el Paseo Alegre, donde se encuentran los bonitos jardines del mismo nombre. También realiza este recorrido en sentido inverso y lo podéis coger en los jardines.
- Mercado do Bolhão. Los Mercados son, sin duda, una de las mejores maneras de conocer las ciudades, su gastronomía y sus gentes y el Mercado do Bolhão es parada obligatoria en el centro de Oporto. Tiene muchísima personalidad, data de 1914 y parece que, en su interior no pasa el tiempo, pues conserva ese sabor decadente tan propio de la ciudad lusa. Pasea entre sus puestos de comida, verdura, fruta y flores y también puedes comer en alguno de sus restaurantes o tomar algo en sus bares.
- Visita una bodega en Gaia y monta en el teleférico. El otro lado de la ribera del Duero es Vila Nova de Gaia y, aunque realmente es otro municipio, forma parte de Oporto. Una opción en esta orilla es subir a coger el teleférico en el Monasterio da Serra do Pilar, donde existe un mirador con unas vistas fabulosas. Allí podrás coger el teleférico, con el que sobrevolarás el Duero (10€). En Gaia se encuentran las famosas bodegas de vino de Oporto. Otro planazo es elegir alguna de ellas y realizar una visita guiada, una cata o catas con maridaje. A los niños les suelen ofrecer mostos artesanos para sumarse a las degustaciones.
- WOW, el distrito cultural de Oporto. El número 10 de nuestras propuestas de visitas en Oporto es un indispensable. WOW Porto es el distrito cultural y se encuentra en Gaia. Siete divertidos museos interactivos, trece restaurantes y cafeterías de diferente temática y eventos semanales chulísimos componen, a groso modo, las actividades de WOW (World Of Wine). En él conocerás y degustarás el mejor chocolate, las utilidades del corcho y aprenderás todo sobre el vino, de forma amena y divertida, entre otras muchas actividades. Sus restaurantes temáticos son ¡una delicia! Alimentan sus productos, su decoración ¡y sus vistas de Oporto! Os contamos todo sobre WOW Porto.
Otras recomendaciones
- Alojamiento. Nosotros nos alojamos en el hotel The Yeatman, un hotel vínico, ubicado en Gaia, que es una experiencia en sí mismo. Os contamos todo sobre él aquí.
- Comer en Oporto. Comer en Oporto no es nada caro. Además su gastronomía es exquisita y muy fresca. No dejéis de probar el bacalao, que hacen de mil maneras posibles, ni de probar sus vinos.
A nosotros nos encantó también, como aperitivo la Alheira, una salchicha hecha a base de ave y ahumada muy típica y, por supuesto, la Francesiña, la versión portuguesa del tradicional sándwich francés “Croque Monsieur”, muy típica de Oporto y para la que debéis tener hambre, pues es muy contundente y también deliciosa. Como sugerencia dulce, no os podéis ir sin probar sus tradicionales pasteles de nata. Son deliciosos.