Se acerca el Día de la Madre y, como en el del Padre, son muchas las familias que se lanzan a hacer algo especial para mamá o esa persona especial con la que apetece celebrar un día diferente y lleno de magia.
Un marcapáginas personalizado
Uno de mis regalos favoritos como madre es un marcapáginas. Os da la posibilidad de hacer un trabajo manual con los niños muy sencillo con un dibujo, una huella de mano, etc. Es un regalo perfecto para hacer con niños muy pequeños y al que además podréis dar buen uso. Si pasados unos días ven utilizándolo en vuestra última lectura, se llenarán de orgullo sin duda.
Para evitar que el trabajo se deteriore y podáis utilizarlo sin miedo, os recomiendo que hagáis una impresión profesional del marcapáginas. Podéis imprimir varias copias y regalar también uno a las abuelas, a las que seguro que les encanta. Personalmente, creo que es maravilloso que los niños vean que su regalo se utiliza porque eso les sube la autoestima, les empodera y les hace recordar el bonito rato que pasaron con papá o los abuelos (o en su clase) creando su dibujo.
Una rosa de papel
Una manualidad algo más elaborada pero muy bien recibida por las mamás por la vistosidad de la misma. Si os animáis, en lugar de una rosa podéis hacer un ramito. Es sencillo y quedan fenomenal. Muchos niños insisten además en poner un poquito de perfume en la rosa de manera que además funciona como ambientados durante un tiempo. Ideal para ponerlo en la mesa de trabajo y recordar lo bonitos que son nuestros peques en momentos de estrés 😉 Podéis encontrar tutoriales con rosas más profesionales o para elaborar rosas más sencillas. Depende del tiempo y la maña de cada familia.
Un teatrito con personajes creados por ellos
Para niños más mayores, puede ser una buena idea animarles y participar en la creación de un teatrillo propio con una historia inventada o quizá representar el cuento favorito de mamá. Pueden crear sus propios personajes en cartulina, colorearlos, pegar un palo de helado para poderlo manejar a modo de teatro de sombras y representar la historia favorita de mamá o, para los más creativos, una historia inventada para la ocasión. Seguro que a mamá le encanta ver cómo los niños se desenvuelven y el cariño con el que hacen la representación. Además, les damos a ellos el protagonismo durante un rato, lo cual no viene mal para los niños a los que les cuesta soltarlo en días en los que se homenajea al otro. No sé si os ha pasado, pero conozco familias que me dicen que evitan celebrar demasiado algunos días especiales como aniversarios o cumpleaños de adultos porque los niños se ponen bastante «celosetes». Si es vuestro caso, seguro que ya habéis llegado ala conclusión de que es una reacción bastante natural y que no tiene mayor importancia. Se soluciona fácilmente si les damos un ratito de protagonismo. Si conseguimos que consideren el regalo que ellos crean una parte importante de la fiesta, el éxito está asegurado y se sentirán importantes de nuevo en un santiamén. Además, en una fiesta como el Día de la Madre es especialmente fácil porque no habría madre sin hijos, por lo que ellos son una parte fundamental de la celebración.
El comecocos de los mensajes bonitos
¿A qué madre no le gusta que sus hijos le digan cosas bonitas o le den las gracias por las cosas que hace por ellos? No hace falta que lo hagan todos los días continuamente, sabemos que nos agradecen las cosas, pero dedicar un ratito de un día al año para que nos lo digan abiertamente, suena especialmente tentador. O quizá la temática pueda titularse «Te quiero porque…»
Una buena de buscar todos esos porqués y plasmarlos en un divertido comecocos de papel. Podéis poner un corazón, una sonrisa, un abrazo… y debajo de cada dibujo, un mensaje: Te quiero porque… tus besos curan, me sonríes cuando estoy triste, me ayudas cuando lo necesito, me divierto jugando contigo… ¡Los niños mandan!
Hacer el comecocos es muy sencillo, pero os recomiendo que lo hagáis en un tamaño más grande de lo normal, si es posible utilizando un papel mayor que un DIN A4 porque se os quedará pequeño para incluir los mensajes completos si los niños se ponen creativos 😉
Una caja de sorpresas
Para los más apañados, siempre hay ideas maravillosas en internet. ¿Qué os parece una caja con solapas que se abren y en cada una de ellas aparece una sorpresa? Podéis pegar fotos de mamá con los niños, dedicatorias o poesías que los niños quieran dedicarles, pasatiempos creados por ellos como un laberinto en el que mamá e hijo o hija se encuentren o una sopa de letras con las cosas que más les gusta hacer juntos.
Algunas cajas sorpresa de este tipo son creaciones schulísimas y podéis descargar plantillas para hacer el trabajo más fácil en internet. Os dejamos un enlace a Crafting Geek donde os explican la suya con todo detalle, pero no olvidéis que podéis simplificarla si os parece muy compleja, o simplemente cambiar el formato de caja por el de cuaderno y dedicar una hoja de un cuaderno a cada una de estas ideas. También quedará muy chulo aunque no sea tan espectacular al desembalarlo 😉
Sobre todo creo que lo fundamental es que la elaboración de estos trabajos que llevan su tiempo, sean parte del disfrute para los niños. No os lancéis a crear algo muy complicado con niños muy pequeños porque a medio camino es posible que se aburra y os deje colgado con el regalo sin hacer y oye, está muy bien ayudar a los niños, pero ¿qué gracias tiene dar un regalo a mamá hecho por papá? Y lo contrario: no hagáis algo demasiado fácil con niños a los que les fascinan las manualidades y con una capacidad de creación mayor porque sentirá que ha hecho algo que no está a la altura. Negociad con ellos, organizad los materiales que necesitarías y planificad bien el tiempo de elaboración para que mamá no os pille en mitad de la sesión creativa. ¡Lo pasaréis en grande!
fueron muy utiles ami madre le encanto