Todos los años por estas fechas empiezo a pensar en qué pediría yo a los Reyes Magos este año. Muy pocas veces en los últimos años incluyo regalos materiales, desde que soy madre poco me preocupa esa parte: solo quiero pedir cosas que ayuden a dejar a mis hijos (y a todos los niños del mundo), un mundo mejor. Puede que no estéis de acuerdo con algunos de mis deseos. Si es así, ya lo siento. Tendréis que dejar claros los vuestros en vuestra carta a los Reyes que os invito a compartir en comentarios si os animáis 😛
Aquí va mi carta así que, preparados, porque esto va para vosotros:
Queridos Reyes Magos
Este año no diré que he sido buena. No sé si lo he sido. He hecho lo posible, la verdad, pero sé que he hecho algunas cosas rematadamente mal:
- Se me han escapado algunos gritos a pesar de mis titánicos esfuerzos por contenerlos.
- He jugado con mis hijos menos de lo que me gustaría.
- Lo peor, he pasado muchos días dando por sentado que la vida es esto: tranquilidad y estrés, alternados y no siempre equilibrados en una realidad inquebrantable que parece que no acabara nunca. Gran error. La vida ya me ha enseñado que la calma se parte y la vida se da la vuelta como un calcetín de espinas que te enseña a veces su lado más feo. Por suerte este año no he visto ese lado y hasta me he permitido olvidar que existía. Ojalá pueda vivir así, en esta especie de sedación necia durante muchos años más que por otro lado es la única forma imposible de vivir, ¿no?
Pero a pesar de estos errores, creo que algo bonito me merezco. Que conste que no lo pido para mí sino para mis hijos, para los hijos de todos, porque hoy me centro en un mundo mejor y os pido solo 3 cosas:
Un mundo seguro
Hace años que os pido esto, pero viendo que no se cumple, os lo pediré una vez más y os pongo en contexto. Hace pocos días España se conmocionó de nuevo ante la muerte violenta de una joven profesora zamorana, Laura Luelmo. Salió a correr y nunca más volvió. Su familia no la verá estas vacaciones y solo pensarlo me remueve por dentro. Es terrible que estas cosas sigan pasando.
Desde que conocimos el desenlace de la desaparición de Laura oscilo entre dos pensamientos, por un lado la importancia de educar en valores más que en ciencia o matemáticas y por otro, lo fundamental que resulta endurecer las penas y garantizar que la reinserción en la sociedad de personas que ya han delinquido sea pacífica. Parece que su muerte puede ser consecuencia directa de un fallo garrafal en este sentido aunque no hay aún una sentencia. Si no hay garantías de reinserción… ¿merece la pena poner en peligro a la sociedad entera? No me importa que una persona (o unas cuantas) pase sus días encerrada si otras muchas se libran de morir, ser violadas, robadas violentamente o golpeadas. No me compensa la libertad de uno si se atenta a la de los demás de esa manera.
Puede que no estéis de acuerdo, queridos Reyes Magos, porque vosotros seguro que perdonáis a todos los niños a pesar de sus errores, pero no podemos comparar los errores de un niño con los de un adulto. Si esto le pasara uno de los niños a los que agasajáis con regalos, lo tendríais claro. Mi reflexión desde que ocurrió, compartida con mis allegados es la misma: ¿y si fuera mi hijo quien mata, viola, golpea…? ¿Me gustaría verlo en la calle sabiendo que está haciendo daño a ese nivel a los demás? Obviamente no. Si yo no fuera capaz de controlar a mi hijo o a mi hija en ese sentido, espero que la sociedad me ayude a hacerlo.
Igualdad laboral
En esta línea de igualdad y libertad, incluiría que ninguna mujer (ni hombre) se vea desplazada, ninguneada ni por supuesto sufra el despido por embarazo de su trabajo por decidir ser madre.
Últimamente se critica mucho el aumento de la baja por paternidad porque se dice que es la mujer quien da a luz y quien debería disfrutar de un mayor tiempo de baja. Sin embargo, creo que aumentar la baja de la mujer exclusivamente nos separaría más de los hombres. Darían a la empresa una excusa para contratar hombres en lugar de mujeres en edad de ser madres. ¿Para qué arriesgarse ante dos candidatos similares? Hasta que las bajas no sean iguales no habrá igualdad tanto en contratación como en mantenimiento de puesto de trabajo.
Sé lo que es que la maternidad marque un antes y un después en tu vida laboral, pero sobre todo sé lo que es que la condicione para siempre porque nos espera que un hombre lleve a sus hijos al pediatra, que se quede en casa si están enfermos, que pida reducción de jornada para poder llevarlos a extra escolares. ¿Por qué no? Un día, un hombre al que admiro me dijo que aunque a él le encantaría ocuparse de todos esto, en su trabajo le tacharían de «calzonazos» y relegarían a trabajos de menos responsabilidad. Bueno, eso no pasó nunca. Él no dio la oportunidad de que lo pensaran porque no se ocupó nunca de estos menesteres así que, quién sabe… Serán los hombres también quienes tendrán que dar el paso y reclamar ciertas responsabilidades. Y sé que lo acabarán haciendo.
Tiempo para jugar
Hace poco leía que el juego para los niños es su mejor vía de aprendizaje, pero ¡qué poco tiempo les damos para jugar!
Para mis hijos y para todos los demás, me gustaría pediros también más tiempo de juego. Solos, con sus hermanos, con sus amigos y, sobre todo, con sus padres. El regalo aquí es para todos, claro, pero cuánto bien nos hace a todos jugar en familia, ¿verdad?
Por eso este año os pido que en 2019 no falten los planes, que no dejemos de planificar nuestro tiempo juntos y de disfrutarlo como solo los niños saben hacerlo. ¡A lo grande!
Por supuesto hay muchas cosas que me gustaría: que el mundo fuera un lugar pacífico, que supiéramos proteger el medioambiental, que los niños no tengan que sufrir la pérdida de sus derechos humanos… pero sé que esas cosas nos las daríais si pudierais aunque nadie las pide específicamente.
Ojalá pronto algunas de estas cosas se vayan cumpliendo. Feliz Navidad, queridos Reyes Magos.
Qué gracioso y aplicado!
Gracias por comartir!
Saludos! Y Feliz Navidad 2019!
Desafortunadamente hay cosas que no podemos cambiar, pero si podemos dedicar mas tiempo a los niños, gracias por compartir.