Este curso en el cole, Carmen, que acaba de terminar 2º de Primaria, ha estudiado y ha realizado varios trabajos sobre la primera vuelta al mundo, con motivo del quinto centenario de este hito histórico. Por eso, cuando vimos que este finde se estrenaba la película de animación ‘Elcano y Magallanes, la primera vuelta al mundo’ y el tráiler tan chulo de la misma, no pudimos resistirnos. Porque, seamos sinceros ¿hay una forma más fácil de aprender historia para los más peques que a través de una buena peli?
La peli está dirigida por Ángel Alonso, con guion de José Antonio Vitoria y Garbiñe Losada y empieza enganchando desde el minuto uno con su imagen de las calles de Sevilla, con unos colores extraordinarios. La frescura de la misma y el ritmo trepidante se percibe también desde el principio, antes de empezar las aventuras. Un Sebastián Elcano juvenil, apuesto y alocado marinero, deseoso de ser capitán de navío y un almirante Magallanes experimentado, inteligente y bondadoso es la primera percepción de los dos protagonistas. Desde el comienzo de la cinta, el humor está muy presente, sobre todo, en la forma de hablar y expresarse de los personajes, en su mayoría sevillanos, con la gracia que les caracteriza.
Pero lo que más me gusta de la película es la manera de narrar la historia. Una manera que engancha, sobre todo, a los más peques y que hace que entiendan lo grandioso de este momento histórico y que, gracias al empeño de dos hombres, se corroboró que la tierra era redonda. Y que, además, esos hombres partieron, nada más y nada menos que de España, hace 500 años, a las órdenes del entonces rey Carlos I. Desde luego, a mi niña mayor le ha quedado mucho más claro todo lo que le han explicado este año en el cole. De hecho, durante la peli me hizo varias preguntas, como por qué hacía frío si estaban en verano, cuando la expedición estaba llegando a Tierra de Fuego –muy buena pregunta- o en qué país se encontraban cada vez que hacían una parada.
Por supuesto, en un viaje de esas características, las trepidantes aventuras no faltan. De las que te dejan el corazón en un puño, como cuando logran atravesar el estrecho que recibe el nombre del protagonista de la peli, que lo descubrió, Magallanes, entre todos esos acantilados por los que no cabían las grandes naves de la expedición. O cuando, siguiendo las órdenes de Elcano de continuar hacia el Oeste, atravesaron el Cabo Tormentas (Cabo de Buena Esperanza) y los temporales arrastraron a las embarcaciones contra las rocas.
Tampoco faltan los guiños al amor, cuando Elcano se enamora de una indígena, ni los momentos más tristes, cuando matan Magallanes, en la batalla de Mactán. Hay un momento en la historia que me gustó particularmente y es cuando piden indicaciones a una de las tribus de los países en los que paran y el ‘rey’ cede a su más valioso marinero, que les guiará hacia las islas Molucas, una mujer. Imaginaros las caras de los marineros españoles. Entonces ella exclama: “¡aquí somos marineros todos, da igual si eres mujer u hombre!” (algo así).
Desde luego, la cinta es una oda a perseguir los sueños por muy descabellados que puedan parecer. El sueño de un almirante de demostrar que existe una ruta alternativa para llegar a las islas Molucas. El sueño de un joven marinero que quiere ser capitán de un gran barco y lucha por conseguirlo. Todo ello aderezado con una banda sonora de primera, una música a cargo de la Orquesta Sinfónica de Euskadi y 90 voces del Orfeón Donostiarrra. Y por un tema central que me encantó: ‘Confía en el viento’, compuesta e interpretada por La Oreja de Van Gogh.
Lo dicho, no os la podéis perder. Porque os divertiréis y porque os servirá de aprendizaje a pequeños y mayores.
Qué buena reseña, la buscaré para ver online