¡Qué ganas de estrenar la “nueva normalidad”! Creo que hablo por todos, cuando digo que tengo infinidad de ganas de volver al ocio cultural. Echo de menos compartir con mis niñas funciones de teatro, sesiones de cine, escapadas a distintos lugares… Algo que nos va a devolver esta nueva etapa que estrenamos y que tenemos que coger con ganas, pero también con todas las precauciones y con mucho cuidado.
La cultura, al igual que el resto de sectores de nuestro país –y del mundo entero-, ha sufrido un gran parón durante estos meses de crisis sanitaria. Y grandes estrenos de cine y de teatro, han visto aplazadas sus fechas por causa mayor. Este ha sido el caso de una de las pelis que más nos han gustado en los últimos años: “Zapatos Rojos y los siete Trolls”. Asistimos a su preestreno justo el fin de semana anterior a que el Gobierno cerrara las salas de cine y teatro de nuestro país. Y claro, hemos querido esperar a tener nueva fecha de estreno oficial en salas, para contaros nuestra experiencia con esta peli. Y ¡ya la tenemos! El estreno será el próximo ¡3 de julio! Y será el primer gran estreno de animación familiar, tras la apertura de cines.
“Zapatos Rojos y los siete Trolls” viene de la factoría de “Frozen” y “Big Hero 6” y, claro, con esta carta de presentación, estábamos deseosas de verla y seguras de que no nos iba a decepcionar. Por supuesto, ¡no lo hizo!
Como podréis adivinar por su título, está basada en la historia de Blancanieves, pero con una vuelta de tuerca, una versión clásica modernizada y adaptada a nuestros tiempos, a nuestras inquietudes. ¡Las nuevas princesas al poder! Estas versiones nos encantan porque son princesas actualizadas y no idealizadas. La esencia de la película es lo mejor: la belleza está en el interior y no en la apariencia. Pero no al nivel de la Bella y la Bestia. En “Zapatos Rojos y los siete Trolls” las carcajadas están servidas y Blancanieves es una chica bajita y redondita, vamos, muy normal, pero feliz, con las ideas claras y cero complejos, hasta que un día entra en la sala secreta de su Madrastra y descubre un árbol de zapatos rojos… Sí, sí, zapatos rojos, pero no unos zapatos cualquiera, sino zapatos rojos mágicos. Aunque ella no lo sabe y cuando se los pone y se ve de repente frente a un espejo, descubre que se ha convertido en una joven bellísima y muy esbelta.
Y os preguntaréis: sí. Están Blancanieves, la malvada Madrastra, pero ¿y los siete enanitos? ¿Y el espejo mágico? ¿Y la manzana? Pues estos elementos clave en el cuento clásico también están en “Zapatos Rojos”, pero en una versión renovada. Los siete enanitos son siete Trolls, pero en realidad no son Trolls, sino que son siete valientes y apuestos chicos que un hada ha hechizado y convertido en bajitos y verdes Trolls. El espejo también está y es uno de los personajes más desternillantes de esta historia. Y la manzana también aparece y también está envenenada… Pero no queremos seguir por ahí para no destriparos nada de la historia.
Os cuento un poco de qué va el hechizo de los Trolls: cada vez que alguien los mira se convierten en Trolls y si nadie los mira, son los valientes y guapos jóvenes de antes del hechizo. Vamos, que para el caso, es lo mismo… ¿Cómo deshacer el hechizo? Fácil… Con un beso de amor verdadero. Por otra parte, Zapatos Rojos es bella y esbelta por fuera cuando lleva los zapatos, si no, vuelve a ser Blancanieves. ¿Veis la paradoja? Total, que en la historia, por supuesto, los Trolls y Zapatos Rojos se conocen y éstos quedan prendados de ella y prometen ayudarla a encontrar a su padre, que la Madrastra ha secuestrado y, si puede ser, enamorarla y que ella los bese por el camino, mejor. Ahí llega lo divertido de la cuestión porque cada uno pondrá toda la carne en el asador para conseguir el preciado beso de su encantadora princesa.
Pero los Trolls no son los únicos pretendientes de Zapatos Rojos, nooo. También aparece un repelente príncipe: “Promedio” o como él dice “Pgomedio”, que se encapricha de Zapatos Rojos y quiere que vaya con él a su cumple, pues todas la princesas le evitan: La Bella Durmiente le ha dicho que no irá a su fiesta porque tiene insomnio; Ariel le ha puesto de excusa que le duelen las piernas… En fin… ¡Que no le aguanta ninguna! No me digáis que no pinta genial.
El punto de aventuras lo pondrá la Madrastra que pondrá todos los medios y la magia a su alcance para robarle sus zapatos rojos mágicos, que le devolverán la juventud y la belleza. Las aventuras están servidas. Pero también el humor, un humor agudo y genial con el que también disfrutaréis vosotros, papás. Pero, sin duda, lo que más nos ha gustado de “Zapatos Rojos y los siete Trolls” es su mensaje porque, de hecho, qué importa si eres una Blancanieves algo bajita y regordeta o si eres un Troll verde, cuando el amor llama a tu puerta, de lo que te enamoras es de la persona y no de su estampa. Y este es el mensaje que transmite la peli. Un mensaje fundamental para que aprendan nuestros peques, ¿no os parece?