¡Por fin pudimos ir al Parque de Atracciones el domingo para disfrutar de Halloween! ¡Por los pelos! Porque este puente fue el último con esta temática y teníamos muchísimas ganas de ir, pero con los cierres perimetrales de la ciudad de Madrid nos ha sido imposible ir antes. Y nos alegramos de haber ido este finde pasado porque tenemos que reconocer que lo pasamos genial y nos ha hecho un tiempo maravilloso. Todo en el Parque estaba cuidado y mimado al mínimo detalle: la decoración, los espectáculos, los pasajes, ¡todo! Y, por supuesto, algo que nos preocupa a todos hoy por hoy: la seguridad, con desinfecciones en cada trayecto de las atracciones y gel hidroalcohólico obligatorio cada vez que te montas en alguna y a la salida. También notamos bastante respeto a la señalización en las colas de espera y la seguridad, el control y distanciamiento en los espectáculos del mega Auditorio cubierto.
Ha sido nuestra primera experiencia de Halloween en el Parque de Atracciones -y espero que no la última-, así que mis niñas iban deseosas de conocer lo que se encontrarían. La entrada ya apuntaba maneras con unas escalofriantes e imponentes figuras de la muerte en un cementerio y un busto gigante del payaso de It presidiendo el acceso principal. De hecho, nos hicimos una foto con el famoso payaso y Pilar, que es miedosa, se puso tan lejos, que le tuvimos que decir que se acercara un poco más porque se salía del encuadre y que era de plástico, ¡jajajajaja!
Como siempre, comenzamos nuestro recorrido por la zona de Nickelodeon, la favorita de mis niñas -aunque Carmen cada vez se decanta más por la zona de adultos…-. La primera atracción es obligatoria: la montaña rusa de la Patrulla Canina y después van los coches de Dora, el tren naranja, las tazas de Patricio, los aviones de los Padrinos Voladores, los globos de Botas… Todas las atracciones favoritas de Pilar. También disfrutamos de algunos de los personajes Nickelodeon y nos pudimos fotografiar con ellos, como los de Bob Esponja o los de Patrulla Canina.
Después, una parada para comer y tocaba plan tranquilo y como estábamos deseando de ver los musicales de Halloween, optamos por ir al Teatro Auditorio a ver La Banda de los Muertos. Desde que lo rehabilitaron, no habíamos ido a este lugar tan mítico. Y digo mítico porque mis mejores años de niñez y juventud los recuerdo con mis padres, en magníficos conciertos de los artistas del momento, en el Auditorio del Parque de Atracciones. Ahora este gigantesco lugar se ha reconvertido en un teatro con las dimensiones del Auditorio, así que es una pasada para musicales y conciertos porque está cerrado y es grandísimo, con la facilidad que esto da para la distancia social.
La actuación de La Banda de los Muertos nos entusiasmó a toda la familia. Unos actores y cantantes de diez, caracterizados como esqueletos, según la estética mexicana y una historia con mucho gancho, sacada precisamente de esta tradición. Una foto de ellos cuando estaban vivos y llenaban conciertos, que se está empezando a difuminar porque su público se está comenzando a olvidar de ellos (un argumento muy Coco, ¿verdad?). Así que esta Banda trata de ganarse el favor del público interpretando los temas más queridos y bonitos relacionados con su cultura: La Bikina, La canción del Mariachi (Ay mi morena, de mi corazón), o Llorona. Me encantaron todos los temas, muy bien escogidos; los actores-cantantes, dignos de Broadway; la interpretación, la caracterización y la escenografía, envolvían al público. Dignos de los mejores teatros de la capital.
Después, continuamos el recorrido por nuestras atracciones favoritas del Parque de Atracciones, disfrutando de la decoración más terrorífica a cada paso. Los más valientes se fueron a la zona del Maquinismo, incluida mi niña mayor de 9 añitos que ya es una forofa de la Tarántula, la Lanzadera y todas las atracciones más vertiginosas. Mi pequeña Pilaruca -más miedosilla- y una servidora nos fuimos mientras tanto a la zona de los Zeppelin del Parque. Allí pudimos disfrutar del pasaje que Parque de Atracciones preparó para los más peques de la casa por Halloween: La isla de William Blake, un recorrido entre piratas y bucaneros de lo más fascinante que nos encantó. Después nos dimos una vuelta en los Zeppelin, una de las atracciones favoritas de Pilar y pudimos disfrutar de una vista de pájaro de la Casa de Campo en otoño, magnífica estampa de árboles en tonos ocres y rojizos. Como sacado de un cuento.
Donde no pasamos ninguno de la familia fue a los pasajes de terror. En casa, nos sugestionamos mucho con estas cosas, así que optamos por no entrar. Pero la curiosidad me comía porque en mi niñez me encantaba ponerme a la salida de El Viejo Caserón y ver las caras de la gente que salía de él todos corriendo y despeinados y alguno con la cara desencajada. Pues bien, en esta edición de Halloween, el Parque ha recuperado este mítico pasaje, que ha convivido durante estos días con el de Walking Dead Experience, así como con otras experiencias de terror como Nosferatu o Horror Cinema. Y por lo que he podido escuchar a la gente que sí ha disfrutado de ellos, han estado verdaderamente aterradores.
Cuando salimos del paseo en globo, fuimos a disfrutar de un espectáculo que tenía muchas ganas de ver: Nocturnia, en el maravilloso Auditorio. ¡Una maravilla! En este caso, los protagonistas son los Vampiros que salen de su guarida en una noche muy especial para ellos cada año. La denominada Nocturnia. El espectáculo, con una escenografía y caracterización maravillosas es una combinación de historia musical y acrobacias. ¡Nos fascinó! Cuando salimos ya había anochecido y montamos en alguna atracción más que se nos había quedado, como el paseo de la selva, la única que sigue funcionando en el Parque de la época de mi niñez y que, sinceramente, me trae grandes recuerdos -ya hablo como la Abuela Cebolleta, jajajajaja-.
Al final pasamos un domingo de puente fantástico disfrutando de Halloween en el Parque de Atracciones de Madrid. El tiempo acompañó y las peques lo pasaron genial. El balance fue muy positivo, con muchas desinfecciones y limpiezas constantes, que nos dieron máxima seguridad. Lo mejor, las actuaciones musicales. Sin duda, ¡repetiremos el próximo Halloween!