La Semana Santa es una ocasión estupenda para acercarnos a la cultura popular con los peques y que disfruten de grandes espectáculos callejeros a la altura de las amadas cabalgatas de Reyes: las procesiones de Semana Santa.
Aunque obviamente el tono, el fondo y la forma es muy diferente, la puesta en marcha del plan desde casa es muy similar y la fascinación que despierta en los niños un «espectáculo» como las procesiones es de más o menos la misma envergadura que otros grandes «montajes callejeros».
Al margen de si sois creyentes o no, si salís estos días de Semana Santa, es posible que os encontréis alguna procesión o vía crucéis que pueden hacer que tengáis que cambiar ruta o uniros al espectáculo.
Si no sois creyentes y no os apetece cruzaros con ninguno de estos actos multitudinarios, os recomendamos evitar las zonas más céntricas de las ciudades, donde se suelen encontrar la mayoría de las parroquias desde las que salen pasos. Si, por el contrario, queréis acercaros a ver alguna procesión, os damos algunas pistas para que el plan sea más fácil de organizar:
- Informaos bien sobre el recorrido de los pasos. Los ayuntamientos o cofradías suelen imprimir folletos explicativos con los recorridos y horarios que se reparte en juntas del distrito y oficinas de turismo.
- No perdáis de vista a los niños en estos eventos multitudinarios. Un buen truco para tenerlos controlados más fácilmente (especialmente si lleváis más de un peque) es ataviarlos con ropa llamativa y del mismo color. Sudaderas de colores flúor son muy recomendables para este tipo de eventos.
- Perderse en fácil cuando hay tanta gente, así que una buena idea es que los niños vayan identificados, pintadles vuestro teléfono en el brazo y guardad papeles en sus bolsillos con vuestros datos. Explicadles para qué sirven y qué hacer con ellos si se pierden.
- Un buen recurso, aunque según la edad, hay que empezar con tiempo, es aseguraros de que los niños conocen los datos de contacto de los padres. Podéis inventar una canción con vuestro número de teléfono que les ayude a recordarla aunque esté nervioso cuando se da cuenta de que se ha perdido.
- Es importante que sepan qué hacer exactamente si se pierden: no moverse de donde están, buscar a alguna autoridad que pueda contactados, etc.
- Ir a las procesiones con carritos de bebé es prácticamente imposible. Intentad llevar a los más pequeños en mochilas portabebés. Harán más fácil el que podáis desplazaros de un lado a otro.
- Intentad ver las procesiones en espacios amplios para que la espera sea más cómodo para los niños.
- No olvidéis el agua, algún bocadillo o tentempié y algún juguete para entretenerlos si la espera se hace demasiado larga.
- Llevad una chaqueta por si se hace tarde y cae la noche. En esta época las temperaturas bajan bastante al caer el sol aunque no lo parezca cuando salimos de casa con un sol espléndido.
¿Tenéis más trucos? Si es así, ¡contadnos!