Creo que hay pocas sensaciones tan satisfactorias, culturalmente hablando, como ir a una obra de teatro y salir encantada porque te ha llenado. Pero cuando en escena hay solo un actor y éste te hace reír, llorar y te remueve por dentro sentimientos de todo tipo, este actor/actriz merece que nos quitemos el sombrero. Es el caso de Santi Rodríguez, en su nueva comedia “Espíritu”, que estará en el Pequeño Teatro Gran Vía, solo hasta este domingo, 12 de junio y que os recomendamos muchísimo, si queréis pasar un rato de risas genial.

Y es que nuestro querido “frutero” nos tiene acostumbrados a unas comedias maravillosas y él mismo llena el escenario por lo que cuenta y por cómo lo cuenta. Es de esos actores que, con tan solo abrir la boca y gesticular, ya te está arrancando la mitad de la carcajada. Pero también sabe tocar la fibra más sensible del público. En “Espíritu” podemos adivinar el modo que tiene Santi Rodríguez de ver la vida y podemos decir que ¡nos encanta! Y es que el actor, hace unos añitos, estuvo en el hospital muy pachucho y, como salió de este trance, ha querido hacer lo que un buen actor siempre hace, después de vivir algo trascendental en su vida: transmitírselo a su público. Primero lo hizo con su comedia “Infarto”, en la que contaba la experiencia vivida; después, la segunda parte vino con “No vayas hacia la luz” y, ahora lo vuelve hacer -hacernos desternillar de la risa- con “Espíritu”.

En todas estas obras habla de la muerte desde el punto de vista del humor. Pero no solo habla de la muerte, sino de otras cuestiones de nuestro día a día, en las que empatiza al cien por cien con el público. En concreto en “Espíritu”, Santi nos habla desde el punto de vista de una persona que ya se ha muerto y está entre la tierra y el cielo, esperando que la burocracia de allí arriba resuelva sus papeles y pueda subir. Pero ¡qué forma de explicarnos la vida de un espíritu en la tierra, tan divertida tiene! Trata todos los temas que nos pueden preocupar: los económicos, los familiares, los de pareja y hasta los escatológicos y hace que nos partamos de risa en la butaca. De hecho, la obra va in crescendo porque al principio comienzas sonriendo y echando alguna carcajada que otra, pero de la mitad hacia el final, nadie podía parar de llorar de la risa.

Hubo un momento, en el que empezó a hablar de la mudanza -porque él nos habla desde su piso, que se va a vender- y de las dificultades que conlleva una mudanza: que si cómo puede ser que un sofá que ha entrado, no quepa por la puerta; que si no se puede mover una lavadora y luego ella tiene vida propia… Que pensábamos que nos “moríamos” de la risa. No os doy más detalles porque no os quiero hacer spoiler para que vayáis a verla.

Hay otra de las cosas que también nos encantó de la obra y que solo pueden hacer los grandes -al igual que mover sentimientos en el público, estando tú solito en escena- y es interactuar constantemente con el respetable, en mitad de la obra; improvisar con cada una de sus contestaciones y que el resultado sea una carcajada generalizada. Santi Rodríguez lo clava con su gracia innata y su saber hacer.

Pero, aunque os estemos hablando de un solo actor en escena, hay otros personajes que aparecen sobre el escenario. Eso sí, encarnados por el mismo Santi: la vecina, que tiene ese don para comunicarse con los espíritus y ¡qué genial es! Y ¡la niña de la curva, en persona! Otro espíritu que está harto de estar esperando en la tierra a que le arreglen los papeles para subir arriba y con el que todos los allí presentes nos desternillamos, literalmente hablando. Pero qué duro se le hace a esta célebre niña que ya nadie se asuste al verla. Tanto es así, que se ha comprado una porra fluorescente, como las de la Guardia Civil, para dar miedo de verdad a los conductores.

En definitiva “Espíritu” es de esas obras que tienen un paso brevísimo por la capital y que no debes perderte porque son auténticas joyas de la escena. Ya sabes, si quieres pasar un rato divertidísimo, con tus niños -si no son muy pequeños, por si la caracterización les da un poco de miedo-, tus amigos o tu pareja, no lo dudes, ve a ver “Espíritu”. Estará solo hasta el 12 de junio, en el Pequeño Teatro Gran Vía. Venta de entradas en https://gruposmedia.com/cartelera/espiritu-santi-rodriguez/