Me parece complicadísimo contar una historia a través del baile. Expresarte corporalmente y transmitir algo al que te está viendo. “Amores Flamencos” consigue esto y mucho más. Además de contar una historia al espectador, el espectáculo transmite emociones, consigue que el público quiera moverse de su butaca, jalear lo que está viendo. “Amores Flamencos” es un espectáculo, protagonizado por la bailaora, finalista de Got Talent, María Cruz y que cuenta con la gran Carmela Greco, como artista invitada. En el show, un total de nueve bailarines, junto a siete músicos, acompañan a ambas bailaoras en esta bellísima historia sobre la tierra y nuestras raíces, que estará en el Teatro La Latina hasta el 17 de julio.
Desde el momento en el que se abre el telón, el show envuelve al espectador, creando un halo de misterio con la escenografía. La apoteosis del inicio te atrapa con Carmela Greco subiendo una rampa de tierra que se acaba abriendo por la mitad para brotar de ella María Cruz. Todo el principio desprende esa simbología que introduce la obra: el nacimiento de lo nuevo de las raíces; la vuelta a la tierra; la aceptación de lo novedoso, sin perder de vista la tradición.
La capacidad de la expresión corporal de los bailarines es algo fundamental para contar una historia, sin duda, pero en “Amores Flamencos” todo empasta para lograr transmitirla. La escenografía, aparentemente sencilla, con una plataforma que se va moviendo con unas ruedas, aporta el movimiento necesario. Resulta espectacular el inicio con la tierra moviéndose como si de olas del mar se tratase, con saltos a punto de rasgarse. El lugar prioritario en la escenografía es, sin lugar a dudas, para la iluminación, a cargo de Luis Perdiguero, una auténtica obra de arte que dota a todos los elementos y los personajes en escena del sentimiento y el protagonismo que han de tener.
Otro de los puntos fuertes del show es el vestuario. Colores marrones, ocres y granates parecen sacar a los personajes de la tierra a la que representan. Las batas de cola con efectos degradados y tornasolados crean un movimiento especial. La directora de estas magníficas creaciones es Rosa García de Andújar, junto a María Calderón y Sandra.
Y como contaba antes, todo empasta a la perfección para aportar ese hilo conductor a la historia, algo que también hace la música, creada expresamente para el espectáculo y que está interpretada por Nael Salazar y José Del Calli, acompañados por guitarra española, cajón flamenco y un violín que otorga el movimiento y el vaivén a la narración.
El espectáculo transcurre entre alegrías, bulerías y soleás, haciendo guiños a todos los palos flamencos, interpretados por el cuerpo de baile al completo y con el arte y la gracia de María Cruz como protagonista. Entre las interpretaciones musicales del cuerpo de baile se entrelaza la narración de la historia, en la que interactúan las dos grandes bailaoras.
Carmela Greco interpreta de manera magistral a la madre tierra, a las raíces que dan lugar a los nuevos frutos -María Cruz- e interactúan con ellos aportándoles la experiencia. En esencia, el espectáculo transmite la convivencia de lo tradicional, como la raíz de todo y también del flamenco, con lo nuevo que nunca debe perder de vista esa raíz y esa tradición. La tierra como elemento al nacer y al morir.
“Amores Flamencos” es un espectáculo apto para toda la familia y estará en el Teatro La Latina hasta el 17 de julio. Venta de entradas en www.teatrolalatina.es
Amores flamencos!!!!totalmente recomendable!!
Que ganas de ir, plan total para estos días en pareja, familia o amigos .
Que buenos planes nos sugerís siempre
Gracias!
Maravilloso, ganas de estar ahí y disfrutar del espectáculo