Una de las grandes luchas de los padres de hoy es que las vacaciones escolares y los días sin cole no se conviertan para nuestros hijos en un ver pasar las horas aburridos, sin hacer nada útil, sin aprender absolutamente nada.
A menudo la solución más sencilla es dejar a los niños con algún familiar, pero no siempre es lo más recomendable, sobre todo cuando ese familiar es el que se ocupa normalmente de su cuidado mientras los padres trabajamos. En estos casos los niños acaban pasando el día frente al televisor o acompañando a abuelos o tíos a sus tareas rutinarias, algo que, aunque puede divertirles momentáneamente, les aporta más bien poco.
¿Qué os parecería si, en lugar de hacer esto los pequeños tuvieran una oportunidad de aprender cosas nuevas, incluso sobre sí mismos? Las vacaciones escolares son un momento ideal para que el niño profundice en temas tan importantes como distintas formas de organizar su tiempo y modificar sus hábitos de estudio. O incluso para profundizar en su forma de ser, en entender determinadas reacciones que puede tener él mismo o las persona que le rodean.
Desde el punto de vista del estudio, estos días de vacaciones son ideales para aprender sobre nuevas técnicas de aprendizaje; los niños no tienen la presión de exámenes inminentes y pueden concentrarse en aprender nuevas técnicas para organizarse mejor y aprovechar más el tiempo, de una forma más práctica.
Este es, precisamente, uno de los temas que abordan en Crece Bien, centro psicológico especializado en niños y jóvenes ubicado en Madrid donde organizan estas navidades un campamento para días sin cole en el que abordan este tema, entre otros muchos más.
Además de aprender a estudiar con eficacia, los niños tendrán la oportunidad en este campamento de trabajar sus habilidades sociales, siempre desde juegos y dinámicas divertidas, y además hacerlo desde la inteligencia emocional. Otra de las temáticas fundamentales de su propuesta navideña son los talleres de creatividad y las técnicas de aprendizaje y estudio eficaz. El objetivo es sencillo: ayudar a los niños a ser más felices en su día a día.
Estos programas pueden combinarse de distintas formas y ampliar el horario según las necesidades de cada familia, lo que garantiza que los niños y jóvenes, de 4 a 21 años, pasarán unos días provechosos mientras los padres pueden relajarse sabiendo que están aprendiendo algo tremendamente útil y no solo pasando el tiempo.
¡Sin duda una forma de aprovechar el tiempo al 100%!
Para más información, echa un vistazo a la información completa de Crece Bien o contacta directamente con el centro.