En algunas familias comienzan tiempos intempestivos. Comienza una de las grandes celebraciones de nuestros peques: la Comunión. Y hay que prepararse porque esto cada vez se parece más a organizar una boda… hay mucha información, de todo tipo y mucho estudio de campo que hacer antes de tomar las decisiones finales.

Hoy queremos abordar formas orinales de celebración, de esas que no se limitan a una ceremonia bonita y un restaurante en el que se coma bien, sino de las que el niño recordará para siempre:

• Que la espera sea más llevadera. Elaborad vuestro propio «calendario de comunión«. Podéis recortar en goma eva una figura de un niño o una niña vestido de comunión y colgarle pequeños sobrecitos. Dentro de ellos, esconded un mensaje y cread vuestra propia cuenta atrás. Podéis empezar en el día 1 del mes y prolongarlo hasta el día de la celebración o hacerlo durante un mes completo comenzando desde el mes anterior. En cada sobre poned un número y un mensaje que les llame la atención. Una bonita idea será recordar la parte no material de la Comunión y repasar los motivos por los que los niños van a celebrar este día desde un punto de vista más espiritual y de creencias. Seguro que les encanta ir leyendo el mensaje de cada día.
• Id pronto a la cama y comenzad el día sin prisa. Es una de las normas básicas para que todo fluya con más tranquilidad, especialmente cuando la celebración es por la mañana, que es cuando más acusamos la falta de tiempo.
• Comienza el día con alegría. Una de las grandes claves para los niños en días señalados es el factor sorpresa. Si lo dudáis, fijaos en la Navidad o los Reyes Magos. La incertidumbre de no saber si habrán venido o no, esas miradas curiosas cuando están a punto de ver qué hay bajo el árbol… todo es mejor cuando no tenemos la certeza de que el regalo está ahí. Por eso, os proponemos una idea para ese día tan especial: antes de que se despierte el niño o la niña, llenad su habitación de globos blancos (¡o de mil colores!) para que cuando despierte les cueste poner el pie en el suelo sin pisar ninguno. La fiesta comenzará desde el primer momento.
• Si vais a la peluquería, hacedlo en familia. Aprovechad para peinaros juntos. Posiblemente tengáis que repartiros, las niñas con mamá y los niños con papá (las peluquerías suelen estar especializadas en mujeres u hombres), pero será una experiencia súperdivertida.
• La comida es el segundo momento clave y elegir bien el sitio es fundamental. En el caso de las Comuniones, tan importante es comer bien como que el lugar asegure que los niños se diviertan. De hecho, algunos de los lugares más solicitados en los últimos años son espacios donde a priori no muchos padres sospechan que se pueda celebrar un evento de este tipo, como el Parque de Atracciones, que tiene una oferta difícil de igualar, especialmente para los niños. Menús que no tienen nada que envidiar a los ofrecidos en otros restaurantes especializados en este tipo de eventos, taller para los niños, pase anual de regalo para el homenajeado y todas las atracciones del Parque a su disposición y la del resto de comensales. Más información, aquí.
• Un detalle que no debería faltar en una Comunión es una mesa de chuches. Una forma dulce de terminar una comida que los niños recordarán para siempre.

Si tenéis más ideas para que la Comunión de vuestros hijos sea especial, ¡esperamos vueltos comentarios!