Con 5 años Elena no es una gran consumidora de contenidos televisivos, más que nada porque no entiende el concepto de la programación. Eso de poner Clan para ver La Patrulla Canina y esté Bob Esponja no es algo que entre dentro de su lógica. Quizás porque desde bien pequeña la hemos acostumbrado a disfrutar de sus series favoritas en el ordenador o porque, como pude escuchar en la última edición del Festival El Chupete, los niños y jóvenes de ahora «son impacientes: no soportan esperar mucho, rastrean la información en Internet en lugar de búsquedas en libros o lecturas tradicionales».
Recuerdo las Navidades pasadas que una cadena de televisión anunció a bombo y platillo durante todo el periodo festivo-vacacional la emisión de Frozen, un título imprescindible en la filmografía de Elena, y me atrevería a decir que de cualquier niña de su edad. «Mamá el domingo Frozen, lo han dicho en la tele», estuvo repitiendo una y otra vez. Llegó el gran día y nos dispusimos a ver la historia de Elsa y Ana por primera vez al completo, hasta ese momento y un detalle curioso también para comprender cómo entiende ella el consumo de dibujos animados, Elena lo que hacía y hace es seleccionar una y otra vez las escenas que más le gustan, y que no son otras que los números musicales, entre los que por supuesto se sitúa en el Top 1 Let it go. Pues bien, empezó la película y habrían pasado 30 minutos cuando apareció, sin que ella supiese por qué, una imagen que ponía, «Volvemos en seis minutos». Mi hija lo primero que dijo fue: «Dale a saltar, mamá». Pero no se podía, esto no era el ordenador de papá, ni mi móvil, era la televisión en estado puro. Se enfadó bastante y hasta que se acabó la publicidad estuvo quejándose todo el rato.
En julio Youtube anunció el lanzamiento en España de Youtube Kids, una aplicación que según explican desde la propia compañía «destaca por el contenido local que más divierte a los niños, como Pocoyó o Cantajuegos, hasta el producido internacionalmente y que es popular en España, Peppa Pig, Ben&Holly o Caillou«. Se puede descargar gratuitamente desde Google Play y App Store para móviles y tablets, pero también en pantalla con tecnología Cast (Android) o AirPlay (iOS) en televisores y consolas de videojuego. Entre sus puntos fuertes está un diseño bastante sencillo con imágenes grandes, búsqueda de voz para aquellos que aún no sepan escribir y un amplio abanico de opciones para que los padres podamos controlar lo que ven nuestros hijos, el tiempo que pasan en la aplicación o configurar nuestra propia contraseña.
Yo ya la tengo instalada en mi teléfono y, por lo que he podido comprobar, tiene muy buena pinta. A Elena todavía no se la he enseñado y es quién tiene que dar el visto bueno, eso será motivo de otro post. Ahora mismo su preocupación es acabar el verano aprendiendo a montar en bici sin ruedines para poder irse con sus amigas a dar mil vueltas por el pueblo, pero probablemente en nuestro viaje de vuelta a Madrid tire de ella para evitar así escuchar una y otra vez la frasecita de… «¿Cuándo llegamos?», eso sí, sin intentar que me consuma todos los datos, ups.
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