Ya sabéis que nos encanta organizar citas con nuestros usuarios en torno a temas interesantes y propuestas divertidas. Con esta filosofía y con la ayuda de dos de nuestras empresas colaboradoras, hemos pasado unos meses geniales esta primera parte del año.
La Librería El Tranvía y las psicólogas de aprenderT nos han ofrecido un cuentacuentos mensual de enero a mayo, unos cuentacuentos en los que hemos trabajado distintas emociones en los que siempre hemos disfrutado, no sólo de un cuento, sino también de un taller posterior.
Carmen y Almudena, dos de las psicólogas de aprenderT se declaran, sin más, «aficionadas a los cuentos, sobre todo cuando tienen una finalidad».
No son contadoras de historias profesionales, ni pretenden serlo, pero sí conocen la importancia de contar a los niños las cosas, de hablar de cosas que les preocupan, más aún cuando abordamos temas tan abstractos como lo sentimientos, de una forma que entiendan fácilmente y que les atraiga.
Por eso los cuentos son una herramienta fundamental de su trabajo y forman parte de su día a día. De la mano de un divertido conejito que en cada taller hemos llamado de una forma, los niños han podido hablar de alegría, de tristeza, de celos, de enfado… y han comprendido que lo importante no es si uno se enfada o no, si está celoso o no, si se pone tan contento que no puede dejar de saltar… lo importante sentir cada una de estas cosas ha sido aprender nuevas formas de gestionar el sentimiento.
En alto, con calma y en un entorno divertido y amable como es la Librería El Tranvía, ubicada en el Centro Comercial Moda Shopping, los niños se han acercado a un personaje que, como ellos, se siente de mil y una formas según lo que le ocurre a su alrededor, y, como ellos, reacciona de una forma que a veces no es la correcta.
Aconsejando al personaje y barajando varias salidas para gestionar una misma situación, han podido evaluar las ventajas y desventajas de enfadarse cuando estoy celoso, o de pegar a mi hermanito, por ejemplo y han aprendido que lo mejor es, siempre, hablar con sus padres y contarles cómo me siento para que puedan ayudarles.
Porque a veces, basta con dedicarnos un poco de tiempo, pensar con calma y valorar las cosas. Y si a esto lo acompañamos de un juego divertido como el hacer una manualidad, jugar a los bolos o al twister, entonces la experiencia es completa.
Gracias a aprenderT y a El Tranvía por su tiempo y su amabilidad. Esperamos continuar con estas actividades el próximo curso.