Si estás en Madrid disfrutando con la familia de unos días de vacaciones y quieres ver algún espectáculo de la Gran Vía, lo más acertado es acudir a uno de magia. Eso pensaba yo mientras esperaba a entrar al Teatro de la Luz Philips con una amiga para ver Magic Spectacular-Mago Sun junto a una familia hindú y otra china, y supongo que otras tantas de otros países, porque la magia es universal y, lo mejor, no hay que explicarla, hay que creer en ella.
Y no faltó ninguna: cartas, cuerdas, cuchillos, desapariciones, escapismo… pero a pesar de lo increíbles que fueron todos, me sigo quedando con lo que vienen haciendo los magos desde que lo son: sacar una paloma de un pañuelo. Ayudó también que el ayudante para hacer este truco de magia fue un niño. ¿Os imagináis subir a un escenario con 8 años para ver que no hay trampa ni cartón y sacar una paloma de un pañuelo rojo? Pues yo sí, porque en ese momento me hubiese cambiado por el chaval de 8 años que allí mismo no podía creer lo que había hecho con sus manos. Y es que en este mundo donde somos muy escépticos y buscamos el engaño en todo y el doble sentido de las cosas, creer en la magia parece estúpido, pero al contemplar al Mago Sun ejecutarla hace pensar que sí existe y que para ello no hay que dejar de creer en ella. Escuchando, sintiendo y viendo al Mago Sun repasar los números de viejos magos, me pregunto por qué no habrás más espectáculos de este tipo en la Gran Vía de Madrid…
Ah, estad atentos porque el Mago Sun os cuenta un truco para niños de 3 años que quizás, como le ocurrió a él, vuestros padres lo hacían a vosotros y, tal vez, lo podáis poner en práctica con vuestros peques.