Esta mañana me desperté con la voz de Javi Nieves y Mar Amate de Cadena Cien que volvían de vacaciones. Los tengo sintonizados como despertador y, curiosamente, aún no los odio, me dan incluso buen rollo. Nada más escucharlos pensé: oh, oh… ¿ya es septiembre? Y es que, queridos, por muy 28 de agosto que sea hoy, lo cierto es que estos últimos días del mes saben a septiembre, huelen a septiembre, tiene un sonido muy de septiembre (quién no está escuchando anuncios de la vuelta al cole por todas partes!)… Vamos, que hay que ir haciéndose a la idea de que hay que preparar libros y mochilas a la de ya.
Y como no todo es gris ni triste con este continuar fluido y tranquilo (esperamos) de la vida, hemos buscado y rebuscado 10 cosas buenas que trae el próximo mes que está al caer.
- La bajada de las temperaturas: generalmente este es el mes en el que empezamos a respirar de nuevo un poco (aunque en los últimos años la norma no se ha cumplido al 100%) porque, reconozcámoslo, en verano, en Madrid, no hay quien esté.
- El olor a nuevos libros, a forro y cuadernos sin abrir. Ese olor de principio de curso que todo lo llena en casa y que lleva consigo tantas ilusiones.
- La vuelta a la rutina: por fin volvemos a tener horarios, a saber a qué hora se duerme en esta casa. Que no es que no nos guste dejar un poco a la improvisación, pero después de dos meses de vacaciones, los niños ya no improvisan, se pasan tres pueblos trasnochando y nosotros ya no sabemos con qué excusa meterlos en la cama. Porque ellos no trabajan pero nosotros sí y las ojeras son cada día más grandes e intensas.
- La ilusión de nuestros hijos (y la nuestra con ellos) por descubrir cosas nuevas, por aprender más y mejor, por hacerse más mayores (bueno, eso no a todos nos hace tanta ilusión).
- Y será que su ilusión se contagia, pero a los padres también nos apetece de repente (al menos a mí me pasa) aprender cosas nuevas y dedicarme un poco a formarme… ¿qué tal si este septiembre empezamos también algún curso? Aunque sea uno online que nos dé más ganas de seguir profundizando en algún tema que nos interese… Yo ya tengo una lista de cursos deseados, empezando por el de Álvaro Bilbao que comencé hace unos días: El cerebro del niño. Si queréis participar en el sorteo de una plaza o un descuento del 50%, echad un vistazo a la web.
- ¡La fiesta! Hace tiempo os dábamos ideas para empezar un nuevo curso con alegría y una de nuestras recomendaciones era nada más y nada menos que hacer una fiesta con los niños, algo divertido que les deje claro que empezar el cole de nuevo está genial, aunque haya que volver a madrugar.
- La vuelta a la rutina nos trae también a las personas que la forman y no hay nada como reencontrarnos con nuestros amigos y compañeros de trabajo que más queremos.
- Septiembre trae, sí o sí, un modo mental: el de emprender nuevos proyectos, el de reorganizarse, el de replantearnos las cosas. Es un segundo comienzo de año, un punto de inflexión en el que pensar si lo que veníamos haciendo es lo correcto o no y una oportunidad estupenda para rectificar los errores. Siempre pensé que el comienzo real de año debería ser ahora, no en enero, que llega como forzado, ¿verdad?
- La gente vuelve de vacaciones y verse siempre después de unas cuantas semanas es una buena excusa para organizar una quedada largamente pospuesta. La rutina siempre ayuda a organizarnos con horarios previsibles.
- La vuelta a la rutina a veces trae una vuelta a los medios de transporte y a pasar en ellos a veces más tiempo del deseado. Pero también llega el momento de elegir las nuevas lecturas que nos acompañarán este curso… ¡qué ganas de echar mano a algunos libros que empezaban a apilarse en la mesilla! Porque no nos engañemos, de vacaciones con niños, es imposible leer.
- La nueva temporada teatral: el septiembre comienzan a llenarse las carteleras de nuevas obras y a reponer las mejores de la temporada pasada… ¡un lujo cultural que empieza a vislumbrarse este mes que entra!
- Por fin desaparecen de nuestras vidas las canciones del verano. Adiós a Despacito y a Súbeme la radio (por mencionar dos). A ver si dejando de oírlas a todas horas y en todas partes, empezamos a disfrutar sus ritmos (que no sus letras) cuando vuelvan a asomar a nuestras vidas. Qué ganas de descubrir los nuevos temas que nos acompañarán…
Son solo unas pocas razones que hemos encontrado, pero os invitamos a contarnos las vuestras para que este mes empiece con nuevo brillo y muchas más ganas. ¡A disfrutarlo! #DeseandoLeeros