El Día de la marmota, del croissant o de la hamburguesa. El calendario está lleno de celebraciones a cuál más disparatada. Por suerte, tenemos también aquellas fechas que nos permiten recordar o celebrar importantes eventos como el Día de la Paz, el Día del Libro o el Día Internacional de la Mujer y la Niña Científica, el próximo 11 de febrero. Con motivo de este último, os quiero recomendar un libro, Ada Magnífica Científica (Editorial Beascoa), que tiene ya un hueco privilegiado en nuestra estantería.
¿Qué pasa cuando un peque llega a esa etapa tan «temida» por los padres en la que su mundo es un «por qué? Empiezan a pensar, a descubrir el mundo y a intentar encontrar respuestas a cosas del día a día como ¿Por qué tienes pelos en la nariz? o ¿Por qué el reloj hace tac y por qué hace tic? Y esto es lo que le pasa a la protagonista de Ada Magnífica Científica, una niña con ganas insaciables de aprender cosas y de realizar sola o junto con sus compañeros de clase un montón de experimentos. Una joven que sueña con ser científica y que, a pesar de que sus padres no lo acepten al principio, ella se lo hará entender de forma muy curiosa e inocente.
La historia de Ada Marie es muy parecida a la de su autora, Andrea Beaty, una niña a la que le encantaba leer de pequeña y que de mayor estudió Biología e informática, compaginando así sus dos grandes pasiones: la lectura y la ciencia. Las ilustraciones, obra de David Roberts, son muy potentes, llamativas y creativas, captando la atención de cualquier niña (las mías tienen 6 y 3 años) desde el primer momento.
Ada Magnífica, científica es un libro que, como madre, me ha hecho reflexionar desde la primera página hasta la última y de él se pueden extraer muchas lecciones. La primera, nos preocupamos demasiado porque nuestros hijos cumplan con los standares y hacemos un drama si, con dos años, aún no ha pronunciado una palabra. Pero más importante aún, no les dejamos tiempo ni espacio para que aprendan por sí solos y vayan descubriendo cosas. Los mayores tenemos prisa por todo y, cuando no hacen lo que queremos en el tiempo que queremos, les mandamos «al rincón de pensar» o les ponemos límites, cortando su libertad de investigar y disfrutar de las cosas. Y es que como dicen los padres de Ada en un momento del libro «Cuando una niña siente una pasión verdadera, hay que dejarla».
Ada Magnífica Científica es el primer libro de una colección de álbumes ilustrados, pensados para acercar las Ciencias, la Tecnología, la Ingeniería y las Matemáticas a los más pequeños. Pedro Perfecto, arquitecto, o Rosa Pionera, ingeniera, son otros títulos que también celebran la perseverancia y la curiosidad científica.
El nombre de este cuento no fue escogido al azar, sino que guarda una razón científica. El título quiere rendir honor a dos grandes mujeres a las que el mundo le debe mucho: Marie Curie, que descubrió el polonio y el radio y a la que se debe por su trabajo la invención de los rayos X, y Ada Lovelace, matemática y primera programadora de la historia. Cuando le conté todo esto a mi hija, me impresionó su respuesta: «¿Mamá, hay chicas científicas?».
¡Cuántas cosas me quedan por enseñarla!