¿Quién dijo que la oscuridad da miedo a los niños? Si es así, el día que fuimos a La Puerta Estrecha a ver Viaje a través de lo imposible, estábamos rodeados de un batallón de niños valientes, de 3 años en adelante, porque se lo pasaron en grande a oscuras en la sala con las aventuras de Kokoro.
Esta obra de teatro de Teatro del Rizo que está arrasando en las últimas semanas es, sin duda, especial: utiliza la técnica de la luz negra, es decir, dar vida a personajes y escenarios completamente a oscuras con elementos fosforescentes para contarnos la historia de una tierna niña que se desvive por hacer bien sus deberes.
En este caso, tiene que dibujar un pollo de granja. La tarea no sería tan complicada si no fuera porque Kokoro es una niña de ciudad que jamás ha visto uno. Así que, saca el libro de animales que guarda entre sus cuentos y empieza a buscar sin darse cuenta de que el libro habla de animales del mundo de la fantasía.
De repente, aparecerán en su habitación dos dragones que la llevarán a su mundo, el de la fantasía, donde esperan encontrar ese misterioso pollo de granja. Lo que no piensan demasiado es que una niña humana no puede entrar en este mundo sin peligro: si es descubierta, nunca podrá volver a casa.
Comienza pues un viaje que tiene a todo el público pendiente y con el que sin duda olvidamos que los actores están detrás de cada personaje, de cada movimiento de los elementos que componen la escena detrás de su pasamontañas y ropa negra que les convierten en seres completamente invisibles a nuestros ojos.
Una maravilla de obra de casi una hora de duración en un lugar con encanto, La Puerta Estrecha.