Qué papel juega la creatividad en la vida y en la educación es una discusión común entre los padres de hoy y creciente en el sistema educativo en el que la gran mayoría de centros mantienen una metodología de enseñanza clásica en la que se enseña a los niños la tan nombrada «cultura general», pero no se habla tanto de creación, de creatividad y de construcción.  

Con el fin de potenciar esa creatividad que queda relegada a un segundo plano en las clases diarias, nacen empresas como Imagina. Taller de Creatividad, que a través de sus muchas propuestas ofrece a los niños la posibilidad de soñar, investigar, construir, crear y dar forma a proyectos diferentes.

“Todos los niños nacen artistas. El problema es seguir siendo artistas mientras crecemos”, decía Picasso. Con esta cita en la mente ponía hace meses en marcha su proyecto Imagina.  Taller de Creación, Catalina Piñero, quien nos comenta que «la mayoría de las personas considera que la creatividad que tuvieron personajes famosos del ámbito de la ciencia, la filosofía, el arte, etc. pertenece solo a unos pocos elegidos». Cualquier niño puede convertirse en un artista, en un inventor o en lo que se proponga con la estimulación necesaria (o al menos sin que se ponga freno a ésta).

Las actividades que desarrolla en su centro buscan desarrollar el potenciar creativo del niño para ayudarle en el futuro. Tal y como nos comenta Catalina Piñero «los niños de hoy terminarán sus estudios dentro de 20 años o más y para entonces, quién sabe qué se van a encontrar en el mundo. Por eso es fundamental darles las herramientas necesarias para crear, cambiar y renovarse».

Desde sus talleres busca conseguir una conducta creativa y una actitud creadora. Entre sus propuestas se encuentran numerosas clases extraescolares vinculadas al mundo del arte, el teatro, talleres multidisciplinares e incluso un apoyo o refuerzo educativo personalizado, siempre con la creatividad como hilo conductor como una forma de potenciar una forma de aprendizaje más personal, individual y autodidacta en el que el juego es su principal recurso. 

Hace unos días escuchábamos una de las últimas ponencias del pediatra Carlos González quien, (en Gestionando Hijos) que comentaba que la cultura, extrañamente, siempre se entiende como algo del pasado, pero no como algo del presente o del futuro. De esa concepción nace la forma de educar actual:  contando y aprendiendo qué se hacía en el pasado, qué se descubrió entonces y a qué llevó. Sin embargo, desde su punto de vista, «educar de adentro hacia afuera convierte a las personas en creativos culturales», es decir, hace que creemos nuestra cultura y nos convierte en sujetos activos y no pasivos, en creadores del mundo y no en habitantes del mundo. 

Con esta misma premisa parte Imagina. Taller de Creatividad, con la de educar a creadores del mundo del futuro (y del presente) y para lograrlo es necesario educar de otra forma. Como nos comenta Catalina Piñero, «algo ocurre a medida que crecen los niños, su creatividad va siendo reemplazada por el pensamiento lógico, nos empieza  preocupar el qué dirán, buscamos aprobación, nos da miedo equivocarnos…». Por eso hacen falta este tipo de proyectos, para compensar el sistema educativo actual y dar a los niños unas herramientas que les resultarán tremendamente útiles para enfrentarse a su futuro. 

A pesar de que el sistema educativo no siempre lo dé cabida, en el mercado laboral sí se valora la creatividad: las empresas buscan perfiles creativos para sus puestos directivos, buscan ideas novedosas e increíbles en campo como la ciencia, la ingeniería, la política… Por eso más allá de pasar un rato divertido, los talleres de Imagina. Talleres de Creación preparan al niño para la vida.