Cuando uno se plantea tener un hijo, no tiene en mente la adolescencia. Sabes que crecerán y que un día tendrás delante a un adulto, por supuesto, pero la maternidad y la paternidad la imaginamos (al menos en mi caso) con un bebé entre los brazos, cantando canciones y ayudándole a andar.
Pero esos niños crecen y llegan a la adolescencia. ¡Horror! Se abre ante nosotros una nueva etapa, desconocida en la que no sabemos quién es ese semiadulto que tenemos delante, el que se empeña en llevarnos la contraria y cerrarnos la puerta «en las narices» , ese grandullón al que le huelen los pies sobremanera y que no sabes en qué momento llegó a ser lo que es.
Sin duda es un momento de descoloque… ¡pero seguro que igual de apasionante como la infancia! Una etapa en la que todos tenemos que encontrar nuestro sitio… PERO si esos hijos que se hacen adolescentes resulta que han convivido toda su vida con el autismo, el choque es mayor. Al menos así lo es para la mamá de la serie de Netflix Atypical, una serie en la que el protagonista es un adolescentes con autismo (y toda su familia)
Lo que más me gusta de esta serie es que cada personajes es protagonista, cada uno tiene sus cosas, sus líos, sus pensamientos… y no creáis que el autismo es el centro de la serie, es una característica de uno de sus personajes, como el que la hermana sea deportista, el padre un buenazo y la madre… una madre perfecta, pero esposa infiel (ups, creo que se me escapó una de las sorpresas de la primera temporada).
Porque en la adolescencia el autismo es parte de la familia, todos están acostumbrados a la situación y aunque no la olvidan, la lucha por integrar a su hijo en el mundo es parte del día a día, pero no es su «todo».
Si queréis saber más, os invito a leer mi post en nuestro blog amigo Netflix Stream Team Spain donde os contamos muchas novedades para todos los públicos de esta plataforma que nos encanta. Seguro que encontráis planes chulísimos para esta Semana Santa….
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