Por Carmen Marco, de aprenderT
A pesar de que en los últimos años comienza a extenderse e interiorizarse la idea de que ir al psicólogo no es necesariamente un síntoma de enfermedad o de incapacidad, aún en muchas familias es un tema tabú.
Es fundamental, cuando nos damos cuenta de que ir al psicólogo podría beneficiarnos, a nosotros o a nuestros hijos, informarnos bien sobre qué es lo que hace exactamente este profesional, qué tipo de ayuda nos presta y porqué puede sernos de utilidad.
De esta manera, en lugar de sentirnos mal o «fracasados» por no poder hacer frente a determinadas situaciones de nuestra vida, un sentimiento que se hace aún más duro cuando se trata de nuestros hijos, sentiremos que estamos buscando ayuda para aprender estrategias nuevas que nos ayuden a vivir nuestro día a día de una forma más sencilla y positiva.
Es fundamental entender poco a poco que ir al psicólogo no significa estar loco, ser raro o estar enfermo. En realidad lo que estamos haciendo al acudir es buscar nuevos recursos que nos beneficiarán tanto a nivel individual como a nivel familiar.
En el caso de los niños, muchos problemas se detectan durante el curso escolar y normalmente es entonces cuando buscamos un remedio, sin embargo, si esos problemas se detectan a final de curso, es común pensar que cuando llegue septiembre todo estará resuelto porque el niño tendrá un descanso de la rutina y «cambiará».
Sin embargo, no suele ser el caso. De hecho, el verano nos ofrece un escenario maravilloso para comenzar un tratamiento psicológico partiendo de una situación más relajada, sin presiones ni estrés.
En resumen, los beneficios de ir al psicólogos en verano tienen 5 orígenes principales:
- Nueva rutina: El niño no tendrá que combinar su visita al psicólogo con los madrugones, los deberes o las clases extraescolares y los padres tendremos más tiempo para aprender sobre esas estrategias que el profesional nos dará.
- Más tiempo libre: El niño podrá dedicar más tiempo al juego, que es su forma de estructurar la realidad en la que se encuentra y de interactuar con ella. Esto le ayudará a aprender nuevas formas de relacionarse con el entorno y reflexionar sobre aquellas que no están beneficiándole en absoluto.
- Descartar problemas: En esta época, el no tener presión de notas ni deberes ayuda a que el psicólogo individualice con mayor facilidad si el niño tiene algún problema real de aprendizaje. A veces unas malas notas están relacionadas con una falta de motivación, una situación de estrés en casa u otros factores que nada tienen que ver con el aprendizaje. Además, esto permitirá que el niño comience el curso con más tranquilidad y las posibilidades de éxito son mucho mayores.
- Relax: Solucionar nuestros problemas en verano supondrá mayor tranquilidad tanto para padres como para hijos y podremos disfrutar más de nuestras vacaciones.
- Cargar las pilas: ¿Por qué no pensar en el verano como un periodo de reflexión y de puesta a punto como se hace con los coches? Aprovechemos la ocasión de poner en su justa medida nuestras emociones, nuestros hábitos…
Si estáis en ese grupo de padres que duda sobre la utilidad de los psicólogos, os recomendamos echar un vistazo a esta entrevista a Luis Rojas Marcos, reconocido psiquiatra (a partir del minuto 37″).
Antes de finalizar, queremos proponeros una reflexión: si cuando vivimos un acontecimiento duro y extremo, como el 11-S al que se refiere Rojas Marcos en la entrevista, está bien visto y se comprende que necesitemos ayuda, no tiene sentido no hacer lo mismo para nuestros hijos o nosotros mismos cuando algo en nuestra vida, por pequeño que parezca, lo vivimos de forma tan intensa y traumática.
Seguro que cuando os convertísteis en madres y padres en muchas ocasiones pedisteis ayuda para que alguien en la familia os echara una mano con la limpieza en casa, o pedísteis consejo sobre cómo cuidar a vuestro recién nacido. Lo mismo ocurre en la vida, pedir ayuda es de sabios.
Os esperamos en:
Carmen Marco
Psicóloga de aprenderT
Muy interesantes tus reflexiones Diana, hace unos días publique un artículo sobre Mitos del psicólogo en el que compartía algunos de tus puntos de vista.
Un saludo