Los espectáculos de Cirque du Soleil son mundos de fantasía hechos realidad y llevados a la perfección. Su estética y su ejecución son un regalo para los sentidos del espectador. Mamá Tiene un Plan ha tenido el privilegio de asistir al estreno de Alegría, Bajo Una Nueva Luz, el nuevo show de la compañía que ya está en Madrid, en la Gran Carpa Blanca ubicada en el Escenario de Puerta del Ángel. El show es una reinvención de Alegría en su 25 aniversario, el espectáculo más querido de Cirque du Soleil. En él, la compañía vuelve a tocar el sentimiento del espectador y a utilizar las letras y notas del mítico tema musical, pero con unos números circenses que vertebran una potente historia de un reino en decadencia, adaptados a la actualidad. Como siempre, de manera fascinante. Si quieres saber más, a continuación, te contamos nuestra experiencia.
55 acróbatas, payasos, músicos y cantantes componen Alegría, Bajo Una Nueva Luz, el renacimiento contemporáneo del show más aclamado de Cirque du Soleil, Alegría y que encierra toda la emoción, la magia y la potencia de éste, con el toque nostálgico, pero con nuevos números, arreglos musicales, acrobacias, coreografías, vestuario y decorados, adaptados a las expectativas de la actualidad.
Desde el comienzo del espectáculo, un universo visual barroco te envuelve. La historia que vertebra el show comienza en el marco de un glorioso reino, ahora en decadencia, que ha perdido a su rey. Esta crisis ha desencadenado una lucha entre el orden antiguo, personificado en el Sr. Fleur, el bufón que se cree legítimo heredero del poder y quiere mantener los privilegios, sin evolucionar y su corte de Aristócratas, que le siguen para conservar su estatus. Y la renovación, que lucha por abrirse paso, por el cambio a esa juventud renovada, personificada en los protagonistas de los números circenses, Los Bronx, que nacidos en la calle, desafían el orden establecido. Y en toda esta lucha, se alternan la luz y la oscuridad, el bien y el mal y los personajes guardianes de la luz y del reino, como Los Ángeles y Las Ninfas, sin olvidarnos de nuestros favoritos Los Payasos, que ponen ese necesario toque de humor y ternura. Y las Cantantes Blanca y Negra, que entonan cada emoción con una elegancia y una capacidad vocal sublimes.
Lo que más nos ha llamado la atención siempre de los espectáculos de Cirque du Soleil, además de la impoluta estética y de la perfección de cada número, es la forma de narrar la historia, de manera que todo quede integrado en una estructura redonda. La historia forma parte de los números circenses y los números, de la historia. No existen cortes, ni puntos y apartes. Todo es una unidad conexa. Y en Alegría, Bajo Una Nueva Luz sucede esto también. Que el espectador es capaz de seguir la historia, sin haber leído previamente un libreto y sin la articulación de palabras. Sólo con el arte de la mímica y de los números; de la escena y la caracterización de los personajes.
Al inicio del show se ve el cetro de mando del rey, solo y abandonado en mitad de la pista. El Sr. Fleur lo toma y es seguido por Los Aristócratas, que forman el séquito y también por nuestros queridos Payasos que le siguen, al principio, pero siempre con su pureza de espíritu y corazón, algo desplazados por el alto escalafón de la corte. A partir de este momento, se alternan los números circenses y las transiciones con la historia, aunque siempre formando parte de un todo.
Nos encantó el número de las barras acrobáticas flexibles, por la originalidad del mismo. En él Los Aristócratas se balancean y rebotan en postes tipo pértiga y ejecutan un impresionante ballet aéreo. Tras esta incursión de la corte real, en el siguiente número aparecen los miembros del Bronx, el aire fresco que quiere cambiar el orden establecido. Y lo hacen con un impresionante número de Rueda Cyr, en el que el acróbata impulsa la rueda para que gire y realiza imposibles acrobacias en su interior. A partir de aquí se suceden el resto de personajes: ángeles voladores en lo alto de trapecios que realizan saltos que parecen vuelos; los Bronx que vuelven a lanzar cuchillos llenos de fuego por los aires y a pasarlos por su cuerpo como inertes al calor, en una danza que podría estar sacada de las tribus africanas; el maravilloso baile en acrobacia aérea de telas entre un Ángel y un Bronx, que unen sus fuerzas como símbolo de cambio, al compás de los emocionantes acordes de la Banda Sonora de Alegría; y, a partir de aquí, Ángeles y Bronx en números imposibles de salto y acrobacia, contorsión o salto de trapecio aéreo.
Y, en las transiciones, otra joya de Cirque du Soleil. Los Payasos. Esos dos personajes entrañables que encarnan los mejores valores del ser humano. Que nos hacen reír y nos emocionan a partes iguales. Unos números maravillosos, en los que discuten y se reconcilian, como la vida misma y el día a día. ¡Si hasta nos sumergen en mitad de una tormenta de nieve!
La estética es otro de los puntos fuertes de Cirque du Soleil y la escenografía y el vestuario y maquillaje de Alegría, Bajo Una Nueva Luz son una obra de arte. El interior de la carpa se ha convertido en el reino decadente y oscila entre la luz y la oscuridad. Por ello, la gran corona preside la escena en lo alto y, bajo ella, se ubica el trono, en lo alto de varios escalones, representación de la jerarquía de poder.
El vestuario y el maquillaje en el nuevo espectáculo son otra obra maestra. Y es que, los artesanos del taller de Montreal, confeccionan a mano cada detalle durante días para que los más de 120 trajes y 600 elementos de vestuario se adapten al cuerpo de cada actor. Por ejemplo, en confeccionar el traje del Sr. Fleur, los artesanos han dedicado nada menos que 300 horas. Lo mismo sucede con el maquillaje y cada artista se forma en sesiones de formación de 12 horas, para aprender a maquillarse ellos mismos, en cada función, algo que hacen en 45 minutos. El vestuario de Alegría, Bajo Una Nueva Luz es un contraste entre la decadente vestimenta de la aristocracia y las formas naturales de lo nuevo, que revelan los rasgos faciales de los artistas, algo que aporta humanidad a los personajes.
Como la rabia de amar, Alegría, como un asalto de felicidad
La música en directo es el elemento que pone la guida al show. Por supuesto, es emocionante volver a revivir el directo de la mítica Banda Sonora Alegría, que tanto nos gusta, con los nuevos arreglos modernos. El resto de la música de Alegría, Bajo Una Nueva Luz se mueve entre el jazz, el pop, el tango y el klezmer, con canciones en inglés, francés, italiano, español y el lenguaje imaginario de Cirque du Soleil. Dos grandes protagonistas ponen la voz a estas letras, la Cantante Negra y la Blanca, una mezzo y una soprano, dignas de reverencia. La banda que interpreta cada tema en directo está compuesta por cinco músicos: teclista, acordeonista, violonchelista, batería y bajista. Nos fascinaron los solos del acordeón junto a los payasos que llega a convertirse en la voz de sus emociones.
Cirque du Soleil
En 1984, en Québec, un grupo de 20 artistas callejeros, malabaristas, tragafuegos y músicos albergaba un sueño descabellado: crear una nueva tradición circense y recorrer el mundo con ella. En los últimos 40 años, Cirque du Soleil ha revolucionado por completo los espectáculos en vivo con más de 50 producciones originales que no han dejado de superar los límites del cuerpo y la imaginación. En la actualidad, Circo del Sol presenta simultáneamente 17 producciones diferentes: 6 espectáculos itinerantes en su Gran Carpa, 3 espectáculos itinerantes en estadios, 1 espectáculo itinerante en teatros y 7 espectáculos residentes en Las Vegas, Orlando o la Riviera Maya.
Toda la información y venta de entradas sobre Alegría, Bajo una Nueva Luz, aquí.