El secreto para unas vacaciones perfectas en familia siempre se encuentra en encontrar el alojamiento adecuado. Y, para que un hotel sea perfecto, es necesario que se adapte a las necesidades y supere las expectativas de cada huésped, desde adultos hasta niños. Si viajas a Barcelona para pasar un fin de semana en familia y empaparte de la cultura y tradiciones catalanas, te recomendamos algunos puntos a tener en cuenta a la hora de escoger hotel.
¿Dónde alojarse en Barcelona?
No sorprende que después de Madrid—por ser tan cosmopolita y por sus grandes atracciones turísticas—, Barcelona sea considerada la segunda capital de España. Entre los enormes y espectaculares monumentos de esta ciudad se incluyen la iglesia de la Sagrada Familia, Casa Batlló ¡y el Camp Nou!
La ciudad es bastante amplia por lo que, para quien venga de visita y se desplace en familia, lo mejor será alojarse en el centro, ya que es donde se encuentran la mayor cantidad de tiendas y actividades de recreo. Así pues, te recomendamos que descubras los mejores hoteles del centro de Barcelona y escojas el que mejor se adapte a ti y a tu familia para disfrutar al 100% de tu estancia.
¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de elegir un hotel familiar?
Además del precio, hay dos cosas importantes a tener presentes antes de reservar una habitación de hotel para tu familia:
1. La ubicación
Por supuesto, el hotel debe encontrarse en el área de la ciudad que más te convenga. En el caso de Barcelona, no hay duda de que el centro es el mejor sitio para alojarte, y en especial si se viaja con niños. La comodidad de tener las mejores actividades turísticas a pocos minutos andando de tu alojamiento, hace increíblemente fácil y muy accesible poder desplazarse y volver al hotel en caso de que los más pequeños se cansen rápido.
Es muy importante asegurarse de que la zona donde se encuentra el hotel sea un lugar seguro, tanto de día como de noche, ya que así pasear a cualquier hora y en familia se hará agradable sabiendo que no hay ningún peligro. También es necesario que tenga un fácil acceso al transporte público como paradas de metro, autobuses, taxis y/o en su defecto, tu propio servicio de traslado.
Así que en general, lo ideal es alojarse lo suficientemente cerca de ciertos sitios estratégicos y lugares turísticos (museos, restaurantes, centros comerciales) para que tú y tu familia podáis ir y venir de los sitios caminando y no tener que preocuparos por los gastos del transporte.
2. Ocio para todos
Algo que preocupa a las familias con hijos a la hora de escoger un hotel es que éste sea apto para niños. Es decir, que además de contar con habitaciones adaptadas, también ofrezcan actividades recreativas que mantengan a los más pequeños de la casa entretenidos.
Un hotel familiar debería contar, en primer lugar, con un servicio de guardería y cuidado infantil para que los padres puedan disfrutar también del viaje asistiendo a excursiones, eventos, etc. Asimismo, todas las instalaciones y servicios deberían estar adaptados a los niños: piscina infantil, sala de juegos y menú con comidas especiales.
Y como muchas familias viajan con mascotas —debido a que ya son consideradas como otro más de la familia—, es importante tener en cuenta si el hotel admite la entrada de animales y si cuenta con los debidos servicios de cuidados y atención que los peludos de la casa puedan necesitar.