Creo que todos mis contactos están estos días haciendo limpieza en casa, especialmente aquellos que no tienen niños. Y los que no estamos haciendo limpieza porque tenemos a los niños pululando por todas partes nos estamos dando más cuenta que nunca de que necesitamos más espacio libre… ¡minimalismo en estado puro es lo que nos hace falta para estar holgados en casa!
Pero claro, deshacerse de ciertas cosas no es fácil y muchas puede que aunque nos gustaría sacarlas de casa porque no las usamos a diario, no son candidatas a desaparecer para siempre de nuestras vidas… En mi caso podría alquilar un trastero y llenarlo con las cosas que suelo llevar a las ferias en las que participamos: mesas y sillas para talleres, roll-ups, folletos, globos… en fin, mucho material de Mamá tiene un Plan que uso unas pocas veces al año pero que quiero que guardar. Cuando busqué hace tiempo opciones de trasteros en alquiler, encontré un servicio muy interesante llamado Trastering, con servicio en Barcelona y alrededores que ofrecía trasteros con acceso directo desde la calle y con vehículo, horario amplio y seguridad. Un servicio muy tentador para todas las familias con niños que ven cómo su casa parece encoger cuando llegan los peques…
En estos días de encierro, no me importaría tener un desahogo de este tipo… Creo que hubiera llevado todo justo antes del decreto de estado de alarma para tener la casa lo más libre posible.
Estos días el espacio se hace aún más necesario porque los niños necesitan moverse y jugar sin obstáculos. Reconozco que fui tan ilusa el primer día de pensar que podía mantener la casa limpia y ordenada: «Total, estamos todos en casa y seguro que los niños se implican un poquito», me dije. No podía estar más equivocada. No sé los vuestros, pero los míos no quieren ni oír hablar del tema. Nunca habían puesto pegas para ayudar en casa, pero ahora se les hace bola… Y no me extraña porque me paso el día con el horario en la mano para no volvernos locos así que insisto lo justo porque bastante me cuesta que hagan todos los deberes con ciertas ganas, mantener a raya el tiempo de pantalla y lidiar con las peleas de hermanos. Por no hablar, claro, de mantener un cierto silencio para que los padres podamos trabajar.
Son cosas que se dicen muy rápido, pero que cuesta mucho hacer… y no se les puede pedir más. Son niños y aunque no tener orden en casa a mí me vuelva loca, a ellos no les importa lo más mínimo…
Así que, para que todos estemos un poco más tranquilos, nos hemos puesto manos a la obra para liberar sitio y eliminar obstáculos para que puedan hacer cosas tan sencillas como un ratito de yoga o algún juego de baile. Para empezar hemos cambiado de posición el sofá y lo hemos puesto pegado a la pared (antes estaba más o menos en medio de la habitación). Ahora no está frente a la tele, pero como no queremos incentivar l tiempo de pantalla, no nos viene mal que resulte menos apetecible verla.
Libera un espacio en el salón para hacer ejercicio
¿Y porqué en el salón? Porque Hemos echado también a un lado la mesa y puesto dejado un espacio bastante decente en el centro del salón donde pueden saltar y bailar a sus anchas. No es una decoración de revista, pero nos ayuda mucho.
Aparta muebles con esquinas rectas y otros obstáculos peligrosos
No importa si los dejas a lo largo de pasillo o en algún rincón. Si no los usáis y son potencialmente peligrosos, es momento de retirarlos. Ya volverán a su sitio cuando pasen estas dos semanas de confinamiento. De momento todos estaréis mejor si estáis más tranquilos. Se trata de convertir un poco en guardería vuestra casa, pero es la única forma de no pasar el día diciendo «cuidado».
Nuestro primer día de reclusión dije tantas veces «¡cuidado!» a mi mediano que me descubrí diciéndole: «tú siempre ten cuidado, salvo cuando te diga lo contrario». Obviamente, me miró raro y no me hizo ni caso.
«Raciona» los juguetes de su dormitorio o cuarto de juegos
Para evitar colapsarlos con juguetes, os recomiendo poner en marcha una técnica que hace tiempo que nos funciona bastante bien que es ir racionando juguetes. Cada cierto tiempo liberamos unos cuantos nuevos y guardamos otros que no estaban utilizando demasiado. Así no se cansan de verlos y los usan más y mejor. Es una buena forma de que usen todo lo que tienen. Si no, cuando l tienen todo a mano, acaban jugando con la tablet. De esta forma, si descubren un juguete que hace mucho que no veían, se van directos y se olvidan (al menos un tiempo) de otras tentaciones.
En mi caso, los juguetes que no están usando los guardo en el canapé de una cama.
Implícales en todo lo que puedas en las tareas de casa
En mi caso es la cocina lo que más los engancha y me viene genial porque es un tiempo que, si no están conmigo, acaban liándola en algún rincón de la casa. Así, aunque La Cocina se convierta en campo de batalla, pasamos un buen rato, me echan una mano, se divierten un trato y protejo otras habitaciones de un desastre seguro.
Son solo algunas ideas que hemos desarrollado en estos pocos días, pero seguro que muchas seguirían llegando. ¿Nos contáis las vuestras? ¡Seguro que a todos nos viene bien compartir sabiduría!
Mientras tanto, hemos optado por ir amontonando alguna cajas en la entrada de casa (que ahora mismo es un espacio con muy poco uso) con cosas de las que podemos prescindir para el día a día y que nos encantará guardar en uno de esos trasteros que os comentábamos de Trastering. Ojalá esta situación no vuelva a repetirse, pero si ocurre, ¡nos pillará con más espacio en casa para al menos no volvernos locos si nos toca volver a confinarnos!
Estos días de cuarentena con toda la familia en casa no están siendo fáciles para nadie. El artículo me parece muy interesante para organizar el hogar y el día de los más pequeños.