«Mamá, en el cole no quieren jugar conmigo», «los niños se ríen de mi», «no tengo amigos»… Son comentarios que pueden no tener demasiada importancia (la etapa escolar no es precisamente fácil), pero que sin duda harán saltar todas las alarmas. Con el aumento de casos de acoso escolar, los padres debemos estar más alerta que nunca a cualquier señal que nos lancen nuestros hijos. Eso sí, siempre manteniendo la calma.
Sobre todo, no debemos hacer que nuestros hijos se sientan mal por hacer este tipo de comentarios. Tampoco hacerles repetir la situación demasiadas veces les ayudará. El hecho de que nos cuenten cómo se sienten, es fundamental para solucionar el problema.
Aunque en muchos casos estos comentarios pueden deberse a situaciones puntuales (riñas entre amigos, por ejemplo), no es prudente quitarlos toda importancia.
Desde aprenderT nos comentan que «debemos estar atentos a ciertas señales que nos pueden dar la voz de alarma; Muchos niños no expresan ni cuentan a nadie lo que están viviendo por vergüenza o por temor a represalias de los que le acosan o a que les regañen los adultos por no haberse sabido defender. Por ello debemos estar atentos a su comportamiento».
Cuando a los niños les preocupa algo o no se sienten bien anímicamente, podemos detectar uno o varios de los siguientes cambios en su comportamiento. Estos pueden estar motivados por una situación de acoso escolar, aunque no necesariamente:
- Pueden sentirse más tristes.
- Más irascibles o irritables.
- Dificultades para dormir.
- Falta de apetito.
- Bajada en su rendimiento escolar.
- Desmotivación con sus actividades de ocio.
- Dejadez en su higiene personal.
Las psicólogas de aprenderT nos indican qué debemos hacer para prevenir el acoso escolar en nuestros hijos y estas son las pistas que nos dan:
- Potenciar la comunicación en casa: si los niños se sienten con confianza para contarnos qué les ocurre, estaremos a medio camino de la resolución del problema.
- Enseñar a nuestros hijos a ser respetuosos con los demás: no solo para que no se conviertan en acosadores si no para que identifiquen cuándo otros están actuando mal.
- Enseñarlos a crear y respetar límites. De esta forma no permitirán que se produzca ninguna situación de desigualdad.
- Trabaja con tus hijos en la empatía. Así podrán convertirse en aliado del acosado si se diera el caso y dar la voz de alarma como testigo de la situación de acoso.
En el caso de que sospechemos que se está, efectivamente, produciendo una situación de acoso, es fundamental acudir al centro educativo, donde no es nunca recomendable quitarle importancia a la situación y deben actuar de forma inmediata y con eficacia. Dar más vueltas al tema de las debidas, culpabilizar a una u otra parte no hará sino complicar más las cosas y agravar el problema.
Para solucionar un problema de acoso, lo mejor es trabajar con el grupo entero, no sólo con acosador y víctima, en distintos aspectos:
- La empatía: para que sepan cómo se sienten los demás. Los acosadores no suelen tener demasiada.
- La asertividad: para expresar y defender sus derechos de forma respetuosa.
- El pensamiento crítico: para analizar la situación y plantear soluciones.
- La evaluación de las consecuencias de sus comportamientos.
- Enseñar un uso adecuado de las Tecnologías de la Información y la Comunicación.
Si queréis saber más sobre este tema, podéis ampliar información con aprenderT, donde estarán encantados de orientaros.
Me ha gustado mucho este artículo, ya que a mi me toca de lleno. Muchas gracias