Si hay algo que los peques no se cansan de ver eso es el mundo de los dinosaurios. No importa cuántos libros, muñecos, videojuegos, documentales, series o exposiciones vean sobre estos enigmáticos animales que ellos seguirán con los ojos abiertos como platos cada movimiento sin cansarse jamás.
Personalmente, no recuerdo ya el número de planes que hemos hecho con los dinos como protagonistas así que, cuando el pasado mes de junio empezamos a ver los carteles que anunciaban la llegada a Madrid de Dino World, supe que teníamos un plan que hacer, y desde luego que no tiene nada que ver con otros similares. Ahora mismo os cuento todo lo que ofrece.
Se nos ha resistido un poco y hemos ido más tarde de lo que me hubiera gustado entre cuarentenas y vacaciones, pero finalmente hemos podido quitarnos la espinita y visitar esta fantástica muestra que se encuentra ubicada en el Espacio 5.1 de Ifema.
Este espacio ya es un clásico de las muestras infantiles de media y larga duración. Si vais andando desde la entrada principal de Ifema, aunque veréis carteles, tened presente que se trata de un anexo al pabellón 5, de ahí el nombre, y debéis acceder por la parte exterior. Son unos 4 minutos a pie desde la entrada principal. Como os digo, aunque no hay pérdida porque hay muchos carteles y veréis familias que van y vienen, a nosotros a veces nos cuesta orientarnos en recintos tan grandes, quizá no seamos los únicos. ¡No viene mal una ayudita antes de salir de casa!
Otro dato práctico: los carritos de bebé hay que dejarlos fuera, no podemos acceder el interior con ellos, por lo que os recomendamos que no os olvidéis la mochila portabebés si disponéis de ella para facilitaros la «carga».
La entrada actualmente es compartida con la muestra de Superthings, también muy recomendable. Una puerta te lleva al Jurásico y la otra a Kaboom City, ¡qué cosas! La entrada a Dino World es evidente: nos la marca un dinosaurio gigante que parece salir del muro hacia el exterior. ¡Sólo esa entrada ya promete!
Pasando debajo del dinosaurio que nos da la bienvenida, se extienden ante nosotros 2.500 metros cuadrados que se convierten en un viaje maravilloso 65 millones de años atrás en el que veremos las maravillosas criaturas que poblaron el planeta: los dinosaurios.
Nada más entrar os llamará la atención el cambio de luz. El clima ya se pone misterioso nada más entrar y los rugidos que escucharéis de fondo puede que impresionen a los más pequeños y emocionen al resto. Preparaos para abrazos apretados si lleváis bebés porque, aunque luego cogen confianza, cuando ven que la zona de dinosaurios está claramente separada por la cuerda que la separa de la zona de pasa, los primeros momentos se muestran muy, muy cautos. ¡Y tienen motivos porque las réplicas de dinos impresionan bastante!
¡Ah, y preparad también la cámara porque vais a hacer, muchas, muchas fotos!
Se trata de réplicas robotizadas casi a tamaño natural con sensores que se activan y les hacen moverse y rugir al paso de los visitantes… ¡y hay muchísimas!
Triceratops, carnotauros, pteranodontes, diplodocus, tiranosaurio rex y muchos más dinosaurios os acompañarán en vuestro viaje junto con interesantes paneles informativos donde descubriréis curiosidades de su forma de vida, dónde aparencieron, cuántos esqueletos se han encontrado, etc.
La zona de los dinosaurios está perfectamente ambientada con vegetación, rocas gigantes, etc. mientras que la zona de los visitantes se extiende a su lado con suficiente amplitud para que no haya situaciones de estrés con aquello de guardar la distancia de seguridad.
Más experiencias
Además de la muestra «básica» tenéis a vuestra disposición varios espacios extra:
- Una sala de cine: a mitad de camino, ideal para hacer una pausa, encontraréis una zona de video donde podréis ver un interesantísimo documental sobre los dinosaurios. Lo mejor de este documental es que está casi completamente animado, por lo que veremos a los dinosaurios como si fueran animales reales de hoy en día, en movimiento, cazando, durmiendo o realizando cualquier otra actividad diaria. ¡Parece mentira todo lo que hemos llegado a saber sobre estos seres prehistóricos a partir de sus huesos! Mis hijos se quedaron embobados con la cinta… ¡y los padres también!
- Una experiencia de realidad virtual: al finalizar el recorrido podéis disfrutar de una experiencia increíble. Personalmente es lo que más me impresionó de la muestra, claro que era mi primera experiencia de realidad virtual de verdad. En la zona cuentan con varios asientos y gafas de realidad virtual que te llevarán a la época de los dinosaurios de verdad acompañando el vuelo de un pteranodonte. Sobrevolarás un volcán, amplias zonas de pradera con distintas especies de dinosaurios para acabar finalmente bajo el agua viendo las distintas especies acuáticas. ¡Una maravilla! Es increíble cómo la vista es capaz de engañar a nuestro cerebro para hacernos sentir esas mariposas en el estómago que notamos cuando estamos en el aire subiendo y bajando. Tened en cuenta que esta experiencia no está incluida en el precio de entrada. Tiene un coste extra de 4€ por persona y la duración de la experiencia es de unos 7 minutos.
- Bailar con dinosaurios y zona de fotos: Nada más salir de la experiencia de realidad virtual os encontraréis con una zona de fotos donde los niños podrán meterse dentro de los huevos de los dinosaurios. Justo enfrente, podéis jugar a bailar con dinosaurios en una gran pantalla en la que compartiréis sala de baile con unos ejemplares de velociraptor de lo más marchosos.
- La tienda: Hay multitud de productos de temática jurásica, cretácica, etc. Peluches, muñecos, libros, juegos de mesa… La selección es muy interesante y en general los precios son bastante estándar.
Seguro que si habéis visitado Dino World lo habéis disfrutado tanto como nosotros. ¡Contadnos en comentarios qué os pareció! Nos encantará leeros.