Hoy queremos presentaros a una nueva empresa colaboradora de Mamá tiene un Plan: Progresos y Logopedia.
María y Miriam son dos profesionales en logopedia que se han puesto en marcha para acercar su trabajo a las familias de una forma lúdica y divertida.
«Normalmente las familias recurren al logopeda cuando la patología es evidente, pero algunos problemas pueden detectarse mucho antes por los especialistas oportunos», comenta Miriam. Su objetivo es acercarse a las familias a través de talleres puntuales y cursos basados en el juego y en dinámicas que les ayudan a detectar y prevenir posibles alteraciones en el desarrollo normal de sus hijos.
En este sentido, sus actividades preventivas se centran en la estimulación del lenguaje para los más pequeños y en la iniciación y desarrollo de la lectoescritura a través de un aprendizaje distinto: utilizando una metodología práctica y lúdica, que combine el conocimiento teórico con el sensorial. “En nuestros talleres para niños de 6 a 8 años, los niños aprenden, por ejemplo, a hacer las letras con su propio cuerpo, trazarlas en el aire, reconocerlas por el tacto, etc.; se trata de una forma de interiorizarlas empleando otros canales sensoriales que pueden aportar beneficios a niños con o sin dificultades de aprendizaje”, explica Miriam.
“Nos basamos en la prevención, pero sobretodo en la necesidad de una estimulación temprana“, añade. Pese a la importancia de una detección precoz, en muchas ocasiones y en determinadas edades es difícil discernir entre los errores patológicos y los meramente evolutivos. Además, “en los primeros cursos de primaria y cuando los requerimientos escolares todavía no son excesivos, los niños suelen compensar sus dificultades con otras estrategias o destrezas, por lo que, en muchas ocasiones esas dificultades se enmascaran y son difíciles de detectar, hasta que los niños no alcanzan cursos superiores”, apunta Miriam quien insiste en que la actividades preventivas desarrolladas tempranamente dan a los niños un apoyo extra, “les damos un empujoncito” para ejercitar, experimentar y potenciar esos destrezas contenidos, habilidades y capacidades que se están desarrollando o se van a desarrollar.
Más allá de estas actividades preventivas, Progresos y Logopedia trabaja en la evaluación e intervención de patologías del lenguaje, habla, comunicación y voz, y enriquece sus tratamientos con el apoyo de un equipo de profesionales multidisciplinar especializado en psicología, neuropsicología y psicopedagogía.
Aunque los problemas se detectan generalmente en el ámbito escolar, sí hay una serie de signos que los padres y educadores pueden tener en cuenta para estar más alerta.
- Lenguaje y habla: A pesar de que el desarrollo del lenguaje es un proceso largo que dura hasta los 6 años y en el que existen muchas diferencias individuales, es importante observar la aparición de las primeras palabras (alrededor del año), la articulación de los fonemas, la estructuración de las oraciones…
- Lectoescritura: Cabe destacar que un niño con alteraciones previas de habla o lenguaje puede desarrollar dificultades en lectoescritura, por lo que estos niños merecerán especial atención. Es importante estar atentos a las sustituciones entre las letras, inversiones, rotaciones, etc. que sean muy persistentes.
«Los niños suelen compensar unas destrezas con otras, por lo que los problemas reales no son fáciles de detectar, especialmente en la escritura», apunta Miriam quien insiste en que las actividades preventivas dan a los niños un apoyo extra para ejercitar esas destrezas que antes o después adquirirán. «Es mejor adelantarse a un problema para evitar perder tiempo en otro tipo de aprendizaje».
Si queréis consultar vuestras dudas, Progresos y Logopedia colabora con Mamá tiene un Plan en su sección de Consultoría. Dejad vuestros comentarios y os responderán con la mayor precisión posible, siempre teniendo en cuenta que algunas consultas deben ser examinadas personalmente.