Por Carmen Marco, directora de aprenderT
Manejar el enfado en los niños a veces supone un reto importante para los papás. Por lo general, existe la creencia, sobre todo en los niños, de que «enfadarse» es algo negativo que tenemos que evitar. Sin embargo, el enfado es la manera que utilizamos para poner límites y espacio, por tanto, no debemos evitar enfadarnos sino controlar cómo lo hacemos.
Una de las limitaciones que tienen los niños para expresar el enfado es el lenguaje ya que, según su edad, no tienen el mismo vocabulario que los adultos y por tanto les cuesta más expresar lo que sienten. Por eso, es bueno enseñarles a reconocer sus emociones y a expresarlas de una manera sana.
Cuando un niño tiene una explosión de enfado debemos ayudarle a expresar lo que le está sucediendo, nombrándole la emoción y describiendo su compartimiento, al mismo tiempo que le damos estrategias para canalizar ese enfado de manera constructiva.
Otra manera de ayudarles a entender las diferentes emociones es a través de los relatos de un cuento donde los niños pueden sentirse identificados con los personajes y las emociones de éstos. En aprenderT, por ejemplo, realizamos cuentacuentos donde les enseñamos las emociones a través de los personajes y, al mismo tiempo, les vamos implicando en la historia, descubriendo así las distintas emociones en ellos mismos.
En definitiva, ayudarles a expresar el enfado no quiere decir que tengamos que consentir una rabieta o que hagan daño a los demás o a sí mismo sino que, de esta manera, aprenden cómo manejar y entender una de las emociones más complejas del ser humano.
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Carmen Marco
Psicóloga Infantil y Juvenil
aprenderT
