Elegir una mochila para empezar el nuevo curso puede parecer una cosa sencilla, al fin y al cabo, es «sólo» un accesorio entre todo el material escolar que debemos preparar para los niños. Sin embargo, si elegimos bien, las mochilas escolares pueden ser buenas aliadas. Os contamos por qué:
En primer lugar, organizar la vuelta al cole con una buena mochila puede ayudarnos a reducir gastos en los cursos siguientes. Pensemos que una mochila puede llegar a durarnos incluso tres cursos, lo que supone que, aunque tengamos una inversión inicial algo más elevada, nos va a librar de repetir el gasto en los cursos siguientes.
Otro dato a tener en cuenta es el intentar comprar la mochila lo más lejos de la temporada de principio de curso posible. En mayo y junio las ofertas se disparan casi en la misma medida que suben en septiembre. ¡No perdáis tiempo para preparar la vuelta al cole para ahorrar unos cuantos euros!
La mejor mochila para la etapa Infantil
Teniendo en cuenta la situación actual, la mayor parte de los colegios han recomendado bolsas de tela para los más pequeños o mochilas con tejidos muy suaves que faciliten su lavado.
Este curso parece que la mayor parte de las restricciones se mantendrán en todas las comunidades, al menos en la primera parte del curso escolar, así que lo más probable es que se mantenga esta recomendación de utilizar mochilas fáciles de lavar.
Otro aspecto a tener en cuenta es sin duda el tamaño de la mochila: En la etapa de Infantil, los niños no necesitan llevar mucho en su mochila: un almuerzo y una botella de agua es lo imprescindible, así que el tamaño debe ser acorde a la carga y al tamaño de la espalda del peque que la lleve. A veces cometemos el error de comprarla «crecedera» y los pobres las llevan golpeando sus rodillas, lo que no debe resultar nada sencillo.
La mejor mochila para Primaria
¿Con dibujos de moda o temas más neutrales?
Esta suele ser una consideración a tener en cuenta si compramos una mochila para la etapa de Primaria, que están más atentos a las modas en este sentido.
Si queremos que la mochila dure varios años, es mejor si nos mantenemos con temáticas más neutrales porque es más que probable que el curso siguiente nos diga que los dibujos que figuran en la mochila están anticuados o que «son de pequeños» y nos costará muchas malas caras que no dejen arrinconada una mochila que está perfecta aún para seguir usándose.
Conseguir su compromiso de que usarán la mochila mientras esté en buen uso es una buena forma también de darles gusto en el capricho de tener la mochila de moda y de asegurarnos que recibirán una importante lección más adelante, cuando se sienten tentados a pedir una mochila con los nuevos dibujos de moda.
Las mochilas de fútbol, en cambio… esas siempre duran en el tiempo. Pocos son los que cambian de equipo si la afición está arraigada, ¿verdad? así que en este caso, no dudéis en ceder porque siempre las llevarán felices.
Con ruedas o sin ellas
En este caso, pensad en el trayecto que hacéis con la mochila a la espalda y en la estructura del colegio.
Si el trayecto es corto y hay posibilidades de que la clase esté en pisos superiores en el colegio, subiendo escaleras, lo mejor para los primeros años de primaria sería sin duda una mochila sin ruedas, de las de toda la vida. les cuesta muchísimo subir escaleras con mochilas voluminosas y el riesgo de caídas es demasiado alto.
Si el trayecto es largo y no queréis arriesgaros en las escaleras, siempre está la opción de llevar un carro que se acopla a la mochila fácilmente y podéis retirar cuando el peque entra al cole y llevárosla con vosotros.
Si vais directos al trabajo o por cualquier otra causa esto no es viable, podéis echar un vistazo a las mochilas que llevan integrado el carrito. Son más fáciles de transportar escaleras arriba, el carro no pesa mucho más ni la mochila se mueve al ponerla a la espalda y facilita un poco la tarea.
En cualquiera de los dos casos, es más que recomendable que las mochilas tengan la espalda acolchada para que las barras del carrito no se le clave cuando se la ponga en la espalda. Sin este refuerzo resulta bastante incómodo.
Sobre los diseños con muchos compartimentos en el interior… personalmente soy un poco reacia al exceso, aunque eso dependerá de la edad. Si necesitan llevar ordenador o tablet, es conveniente que tenga un compartimento específico, acolchado y más protegido de los golpes. Poder llevar el agua en una rejilla exterior siempre ayuda a evitar accidentes. Bolsillos más pequeños por si necesita llevar algo de dinero, las llaves o el abono del transporte, también puede ser recomendable, pero eso lo dictará la edad, cada familia y su ritmo diario, sin duda. A veces, con los más pequeños, el exceso de departamentos hace que «pierdan» las cosas. Que quieran usar todos los espacios y acaben olvidando qué guardaron en cada uno así que está bien que haya compartimentos, pero no es necesario pasarse 😉
Para Secundaria mejor no hablamos, porque ahí poco podremos opinar los padres así que les dejamos a los niños que os vayan contando lo que necesitan.
¿Qué os parecen nuestras recomendaciones? ¿Tenéis algún consejos más que debamos tener en cuenta?