Esta semana ha caído en mis manos No madres, un libro de la periodista María Fernández-Miranda que quiere dar voz a aquellas mujeres que dicen no a la maternidad como un medio para convertirse en mujeres plenas, completas y felices. Puede que te asombre que hablemos de este libro es un portal que se llama Mamá tiene un plan, pero sinceramente creo que es una lectura necesaria para entender que ser no madre no constituye ninguna anomalía.
Siempre he dicho que una de las mejores cosas que me ha traído la maternidad es que me ha permitido ser mejor persona, mejor mujer, mejor esposa, mejor amiga, mejor compañera de trabajo… Pero también me ha aportado mucha más tolerancia frente a la vida, mucha más compresión hacia terceros, mucha más generosidad con otros… O quizás son ya los 41 años que llevo sobre mis espaldas, pero cuando empecé a leer No madres sentí, a pesar de haber dado a luz a dos pequeñas maravillosas por las que daría mi vida entera, que comulgaba con muchos de los puntos de vista que se plantean en él.
¿Qué es para una mujer la felicidad? ¿Va la felicidad ligada al hecho de ser madre? ¿Sí? ¿No? ¿Depende? Personalmente me siento muy afortunada por la vida que tengo y por la gente que me acompaña, donde insisto y me repito que incluyo a mis dos criaturas, pero también creo que son muy felices otras mujeres que conozco, como mi tía Margarita, que es soltera y que para mí ha sido y es la tía-madre más maravillosa del mundo; mi amiga Nuria, que ha pasado por varios abortos y varias fecundaciones in vitro para ver cumplido su sueño de ser madre a sus casi 43 años; a mi otra amiga, Verónica, que aunque a sus 42 años no descarta 100% ser madre (o sí, hace mucho tiempo que no hablo con ella del tema) si los astros se alinean una noche, ella vive feliz con su pareja y con su perrito, «su bebé», como ella le llama.
Todas ellas son mujeres con proyectos, ilusiones, esperanzas, aunque en algún momento a lo largo de sus vidas han tenido que escuchar la dichosa fracesita de «¿Y no quieres tener hijos»? «¿No quieres ser madre?». Quizás no lo han querido, como es el caso de Margarita y de Verónica, pero me imagino que fue una pregunta que Nuria tuvo que oír más de una vez mientras que por dentro se le encogía el corazón porque ese bebé tan deseado no llegaba. Señores, dejemos ya de pensar que solo a través de la maternidad se puede llegar a alcanzar la máxima felicidad; dejemos también que cada uno viva su existencia en este planeta como quiera, con hijos o sin hijos, y dejemos también de pensar que el destino de toda mujer es ser madre.
Este libro también me ha hecho pensar en ciertos momentos sobre mi papel de madre, como en la reflexión que se hace acerca de cómo muchas veces los padres perdemos ese niño que llevamos dentro cuando traemos un bebé al mundo y dejamos de jugar con nuestros hijos como lo hacíamos con la máxima entrega, por ejemplo, con nuestros sobrinos. Pero también con el hecho, y así me lo advirtió mi amiga Silvia cuando le comenté que esperaba mi primera hija, que desde el primer momento en el que nos enteramos de la buena nueva nos convertimos en auténticos sufridores: primero en el embarazo, después en el parto y desde ahí ya no nos para nadie hasta que nuestros hijos tengan 50 años, y aún así tengo dudas que ese sentimiento se frene o se esfume.
No madres es un libro que recomiendo a aquellas mujeres que son madres, también a las que están en camino, y por supuesto, a las que de manera voluntaria o forzada, como cuentan las protagonistas de No madres entre las que se encuentran Maribel Verdú, Sandra Ibarra, Alaska, Rosa Montero o Paula Vázquez, además de su propia autora, han decidido no dar este salto, porque «este no es un libro en contra de la maternidad, sino en defensa de la libertad de elección».