En estas navidades distintos espectáculos circences se dan cita en la capital. Entre todas las propuestas escénicas que en estos días se pueden ver destaca en la cartelera la oferta del Teatro Nuevo Apolo, Galtük, que combina la magia del teatro con los números puramente de circo, convirtiendo esta obra en una interesante opción para toda la familia.
Si el Circo Price o el Circo Mágico se han convertido en referentes de las acrobacias inverosímiles durante las Navidades en Madrid de los últimos años, lo que hace diferente a Galtük es la forma maravillosa que tienen de insertar los números de toda la vida del circo dentro de una obra de teatro que transporta al espectador hasta el mundo de los sueños.
Durante las dos horas que dura el espectáculo, los mayores disfrutamos, pero los pequeños están realmente encantados, porque ver a muñecos como los que tienen en su habitación a tamaño gigante y que cobran vida hace que estén constantemente activos. Y todo para ayudar al protagonista de Galtük, un niño que una tarde descubre que su juguete favorito, un balancín en forma de caballo, ha desaparecido. Triste y apenado, se va a la cama y es en sus sueños cuando comienza su aventura para encontrar a ese preciado objeto.
A lo largo de esta búsqueda, nuestro protagonista se encontrará con un payaso un poco torpe que hace de maestro de ceremonias; con un par de graciosos y enormes muñecos en forma de pájaros, que muestran sus habilidades sobre el escenario; al igual que un simpático rinoceronte rosa… y varios artistas circenses que no necesitan de mucha parafernalia para sorprender a los espectadores.
Quizá es seguramente la desnudez de estos numeros vistos en el escenario de un teatro lo que más atrapa a niños y mayores. Si tuviéramos que escoger la actuación que más nos gustó a los distintos miembros de la familia, las opiniones son muy dispares. Elena se decanta por la chica que manejaba cinco hula hoops a la vez con ligeros contoneos de su minúsculo cuerpo; papá, con los soldaditos de plomo que, a base de buscar distintos puntos de equilibrio con sus cuerpos y extremidades, creaban formas inverosímiles en el aire; y mamá (una servidora) destaca el trabajo que realiza una de las integrantes de la compañía al recorrer un circuito en cuesta subida a una pelota…
Hay muchos números más, a cuál más impresionante, pero eso quizás es mejor que lo descubras tú con tus propios ojos y te dejes embriagar de este onírico espectáculo circense con una puesta en escena tremendamente colorida y llamativa.