Desde que nacen, intentamos proteger a nuestros hijos de cualquier elemento externo que pueda lastimarles. Pero, por desgracia, hay veces que no podemos controlarlo todo porque en la sociedad existen malvados ‘brujos’ capaces de quitarles la capacidad de expresarse verbalmente. Y así, como si de un cuento se tratase, La princesa sin palabras, de Cruz Cantapiedra, quiere aportar su granito de arena a la divulgación y el apoyo del Síndrome de Rett, una enfermedad genética rara que afecta en su mayoría a niñas y que se manifiesta, entre otras muchas cosas, por la incapacidad de hablar y caminar.
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¿Qué es el síndrome de Rett?
Como bien explican al final de La princesa sin palabras, el síndrome de Rett es una enfermedad de las denominadas raras para la que aún no hay cura. Afecta a más niñas que niños (alrededor de 5 casos masculinos frente a los 3000 femeninos). Se empieza a manifestar a partir de los 18 meses, que es cuando los pequeños sufren un retroceso, perdiendo todo lo que han aprendido hasta el momento. Se debe a que su organismo no produce una proteína necesaria para su buen funcionamiento, o como dice la mamá de Marta, “no tienen gasolina para poder funcionar”. Esto hace que no puedan o dejen de caminar; que su cerebro, totalmente sano, no funcione bien; que no puedan hablar y que dejen de usar sus manos, la manifestación más característica de esta patalogía. Al no poder comunicarse, en ocasiones, se ha dado un diagnótico equivocado, creyendo estar ante un caso de autismo o parálisis cerebral.
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