Si hay algo que me gusta de los juegos de mesa más míticos del mercado es que tengan su versión para niños pequeños. Como siempre me han encantado algunos como el Trivial, el Gestos o el Tabú y lo he pasado tan bien jugando con mis padres y con amigos cuando era pequeña, cuando fui mamá y vi en las jugueterías muchos de estos clásicos, en versión familiar, aptos para los más peques, no lo dudé y se los regalaba a mis niñas para su cumpleaños. Y si hablamos de juegos de mesa y de versiones aptas para peques, la juguetera Hasbro es la reina. Ahora acaba de lanzar sus nuevas versiones “junior” de algunos de sus clásicos: Cluedo, Twister y Monopoly Junior. Os contamos todo sobre estas novedades.
Estas versiones de los grandes clásicos de Hasbro se suman a otras muchas que la marca ya había lanzado, como el Trivial, que cuenta tanto con versión Familiar, con preguntas aptas para peques y otras para adultos, enmarcadas en el mismo juego o la versión Disney de este mismo juego antológico, en la que vuestros peques, seguro que os darán auténticos palizones, ya que suelen ser mucho más expertos que nosotros en los temas que tratan.
Las versiones Junior que realiza Hasbro de sus clásicos me gustan mucho, ya que suelen ser evolutivas. Me explico. Cuando invertimos en un juguete para un niño pequeño de determinada edad, sabes que va a ser muy caduco en el tiempo porque llegará un momento que se le quede corto para su edad, por mucho que le guste. En las versiones para niños de Cluedo, Twister y Monopoly esto no sucede, ya que suelen tener dos niveles, uno para cuando los niños son más pequeños, a partir de la edad recomendad que indica el juego y otro para más mayorcitos. Con lo cual, el juego te aguanta en el tiempo mucho más.
- Cluedo Junior. Ideal para que los niños activen su “modo Sherlock Holmes”. Para los peques amantes del misterio y de los enigmas, de las series de investigación y aventuras, Cluedo Junior es el juego ideal. Como mencionamos antes, los jugadores más pequeños, a partir de 4 años, podrán hacer deducciones y resolver el Misterio del Patio de Recreo, en el que uno de los personajes ha cogido un objeto por error y lo ha guardado en su mochila, así que los jugadores tendrán que resolver qué objeto es y quién ha sido el personaje que lo ha cogido. Al dar la vuelta al tablero, los niños un poquito más mayores, se enfrentarán a otro enigma. Esta vez el del Misterio del Laboratorio, cuyo volcán está en erupción y los niños tendrán que descifrar todas las incógnitas. La mecánica del juego es la misma que la del clásico Cluedo y se juega con los mismos personajes.
- Twister Junior. En casa siempre nos ha encantado el Twister. En verano, en el patio, jugamos mucho sobre el césped. La versión nueva de Hasbro para peques es ideal. Como en otras versiones Junior cuenta con dos juegos en uno. En esta ocasión, no para diferentes edades -Twister Junior está recomendado desde los 3 años-, sino para potenciar diferentes aspectos en el desarrollo del niño. El primer nivel se encuentra en un lado del tapete y en un lado de la ruleta y es el Safari de los animales. En él los niños adoptarán la personalidad del animal que les corresponda e irán por los colores que les salgan en la ruleta, avanzando en las casillas hasta el final del camino del Safari. El primero que llegue, gana. Este nivel potencia la diferenciación de animales y la identificación de colores en los peques. El segundo nivel es el denominado Fiesta salvaje y se encuentra en el otro lado del tapete y de la ruleta. Es el más similar al clásico Twister que conocemos y fomenta el desarrollo motriz y el equilibrio de los peques, además de la identificación de colores. Como sabéis, tendrán que poner sus manitas y pies, donde la ruleta indique y gana el que más tiempo aguanta sin caerse. ¡La diversión está asegurada! Cuando vienen niños a casa, les encanta jugar al Twister Junior.
- Monopoly Junior. En el Monopoly Junior -a partir de 5 años-, las reglas son iguales que en el clásico para adultos. Pero hay diferencias importantes que lo hacen ideal para niños: la primera es que las partidas son más cortas, con lo que no se aburrirán; la segunda es que los billetes tienen un mismo y único valor, para hacerlo más fácil para ellos; y la tercera es que los peones son un T-Rex, un perro, un pato y un pingüino y los lugares que se compran también cambian: son lugares como heladerías o pistas de monopatín, mucho más atractivas para los niños. Siempre me ha gustado jugar con mis hijas al Monopoly. Es una manera de fomentar las matemáticas y de iniciarse en el manejo del dinero, de manera ociosa, pero, reconozco, que el clásico se les hacía un poco cuesta arriba por la duración, lo primero y, lo segundo por la cantidad de billetes y las cantidades a sumar. Con Monopoly Junior ahora podemos jugar en familiar de manera mucho más fácil y amena. ¡Se ha convertido en nuestro favorito en casa!