Sin princesas ni caballeros, sin ilustraciones gigantes, sin héroes que recorran sus páginas, El Libro, de Hervé Tullet, es uno de los mejores libros de los últimos años. ¿Qué tendrá para que todo el que pasa de la portada se engancha a él? ¡Te lo contamos!
En casa tenemos la tradición o excusa de regalar un libro por cualquier motivo: si se es tan valiente como para hacerse unos análisis de sangre, si viene el Ratoncito Pérez, si se pone la mesa durante un mes seguido…
Esta semana las peques han traído a casa las notas del segundo trimestre y, la verdad, no puedo estar más orgullosa de ellas, así que cumplí con mi promesa y nos dirigimos a una librería de Madrid a por una nueva adquisición. Mientras cogíamos unos cuentos y dejábamos otros, leíamos el resumen del final de otros para enterarnos de qué iban o veíamos las imágenes que muchos de ellos contenían, una señora se acercó a la dependienta para solicitar algo de ayuda: tenía que hacer un regalo especial y necesitaba que la orientasen.
Oí cómo la chica de la tienda le ofrecía títulos maravillosos, algunos que ya tienen hueco en nuestra estantería y otros que apunté para futuras compras (el Día del Libro está a la vuelta de la esquina y, en breve también, la Feria del Libro de Madrid). Yo estaba allí parada y no me quería meter en la conversación hasta que nombraron El Libro, de Hervé Tullet (Editorial Kókinos). En ese momento no pude más que multiplicar por dos todo lo que la dependiente comentaba a esa cliente, y es que para mí, para mis hijas y para todo el mundo al que se lo recomiendo, El Libro, de Hervé Tullet es, sin duda, de lo mejor que hay en literatura infantil y juvenil.
La magia de El Libro, de Hervé Tullet
Recuerdo la primera vez que se lo conté a Elena. Era su tercer cumpleaños. Había invitado a todas sus amigas y durante el relato ninguna pestañeó y la atención fue máxima. ¡Se creó un gran complicidad en el ambiente que los mayores alucinamos! Sus caras fueron de sorpresa y de admiración y al terminar todas dijeron al unísono: ¡Otra vez!
La magia de esta pieza literaria reside en que es un libro muy interactivo, una experiencia que mantiene atrapados a los pequeños a través de un argumento muy sencillo: cada página tiene unas instrucciones o pequeños textos que el lector y sus oyentes deben seguir para llegar hasta el final… Mediante aplausos y pequeños toques sobre el libro, los niños irán poco a poco resolviendo el misterio. Aquí no hay ilustraciones, ni colores llamativos (de hecho solo hay círculos rojos, azules y amarillos sobre un fondo blanco); tampoco bandos buenos o malos, la imaginación es lo más importante.
Otro poder que tiene este libro: no importa la edad. Los padres se maravillas de su aparente simplicidad y disfrutan escuchándolo o contándolo, mientras que los niños, independientemente de si tienen tres o siete años, quieren participar de este juego-lectura infinitamente.
Te animo a que le hagas un hueco en tu librería de casa, que lo cuentes por la mañana, por la tarde o por la noche, que introduzcas tus propias variaciones y que, como hacen los niños, dejes volar tu creatividad…