¿No os ha pasado alguna vez que habéis salido de casa con los peques y parecía que estábais a punto de embarcaros en un crucero de 10 días? Todos hemos estado ahí, sobre todo en los primeros meses del peque, sobre todo con el primero… pero ¡atención! porque hay formas de limitar el «equipaje» para salir a dar una vuelta a la manzana y que nos dé un poco el aire.
No os vamos a descubrir América: hay que llevar trastos, a veces muchos y, dependiendo de como sea el niño, muchos más, para que todo vaya bien y fluya como la seda. Pero sabemos que es importante tener en mente qué es exactamente lo que necesitan los niños en cada momento para no acabar llevando más de la cuenta.
Otro imprescindible es llevarlo todo en un buen bolso maternal, que te ayude a tenerlo todo ordenado y encontrar lo que necesitas rápidamente. Por suerte hay todo tipo de productos pensados para las familias que podéis encontrar en tiendas especializadas como www.sillasdepaseo.es cuya existencia seguramente no sospechabais antes de tener a los peques.
Con bebés de menos de 6 meses lo básico siempre es la supervivencia así que los imprescindibles suelen estar relacionados con alimentación, sueño y limpieza:
- Pañales siempre, pero no demasiados. Tendemos a guardar cinco o seis en la bolsita cuando no solemos usar más de dos. No os paséis de precavidos.
- Cambiador portátil y toallas, especialmente si eres primeriza. Si ya tienes más de uno, seguramente no te haga falta. Le cambiarás con una mano sobre el lavabo del bar. Sin toallitas, lavándolo con agua y sujetando al mayor con un pie para que no se pille las manos con la puerta. Creéme, se puede. Cómo quede el pañal es otro cantar, pero te atreverás a hacerlo. No somos superwoman, pero sí resueltas y proactivas 😉
- Gasas y/o baberos e incluso cambio de ropa. Los regurgitamientos son la pesadilla en estos meses. En mi caso, había que cambiarle el modelito entero porque se empapaba después de las tomas así que… nunca me faltaba una gasa inmensa para poner en el cuco o sobre mi jersey si porteaba. Otra idea genial que me dio mi suegra (que de cuidar niños sabe un rato) fue poner un babero impermeable entre el body y el jersey. Así, si había un «accidente», la humedad no llegaba a la piel. Para un paseo de dos horas, no nos volvamos locos.
- Un consejo: Replantéate si el muñeco para dormir es tan imprescindible para salir a la calle. Están muy monos con el muñequito al lado, pero créeme, no les importa nada tenerlo cerca. No a esta edad.
- Si es chupetero, no lo olvides. No lo olvides nunca.
- Si toma biberón y el paseo no es muy largo, llévalo preparado y bastante caliente. Cuando toque tomarlo ya estará templado y te habrás ahorrado llevar termo, biberón y dosificador de la leche de fórmula.
Niños de 6 a 18 meses, estos que empiezan a estar despiertos constantemente, las necesidades se mantienen, más o menos, y añadimos alguna otra:
- Un muñeco de luces y sonido. Le encantará y volverá loco a quien te esté haciendo esperar. Tiene una doble utilidad 😛
- Agua con botella adaptada o en biberón. Llegó el momento de probar esta delicia y algunos se hacen verdaderos adictos.
- Gusanitos o similares. El efecto calmante del petróleo hecho chuche es increíble. No es lo más sano, lo sabemos, pero te salvará en momentos complicados.
- Si vais a un restaurante, no olvides la trona portátil o asegúrate de que tienen una. Algunos niños no soportan ver la mesa desde su sillita y no les culpo porque no se ve nada. Se aburren, se ponen nerviosos y comienza la pesadilla.
- Algún juguete de montaje para amenizar las esperas.
Desde que comienzan a andar y hasta los 2 años y medio (o más):
- No olvides una pelota para jugar. Si vais paseando tranquilamente y la calle lo permite, es lo que más les fascina.
- Fruta, zumos… cualquier cosa de comer les entretiene porque les sirve también para experimentar. Es genial asociar la fruta con las salidas, que suelen encantarles.
Para mayores de 3:
- Un patinete: es la mejor forma de ir rápido de un sitio a otro (llevándolo tu) y de entretenerse si están en el parque. ¡Viva la diversión sobre ruedas!
- Más fruta y galletas por si entra hambre. No hay nada más peligroso que un niño hambriento.
- Pinturas y coloreas. Si salís a comer fuera, un buen consejo es preparar un kit de coloreas nuevos con sus personajes favoritos, alguno que no hayan hecho nunca. Así al entretenimiento se une el factor sorpresa y pasan más tiempo entretenidos.
La lista podría seguir ad infinitum, pero se trata de mantenernos en bultos coherentes así que estos son nuestros básicos. Lo que sí hemos aprendido, igualmente importante, es que tan importante es lo que llevas como dónde lo llevas. Como os comentábamos al principio, un buen bolso es fundamental para llevarlo todo y, si además es un bolso maternal, mejor que mejor, porque podrás llevar todo en su sitio y será mucho más fácil encontrarlo.
Por eso, para poneros el día a día un poquito más fácil, lanzamos este sorteo de un bolso maternal que esperamos que os sea muy, muy útil. Echad un vistazo: podéis elegir entre estos 2 modelos de marcas tan chulas como pinklining.com. ¡Mucha suerte!
Este es el típico… yo cuando sea madre no voy a ir con la casa a cuestas como si se acabará el mundo, como futura madre primeriza mE queda muy poco para descubrir que seguro que lleno uno y dos súper bolsos…Jeje, aúnque con uno del sorteo podría poner un poco de orden a mí habitual desorden.Me pido el beige de yumm mummy
jaja! seguramente la clave, además de en el bolso, está en tomarse las cosas con humor 😉 por fi, deja tu comentario en la página del sorteo para formar parte del mismo http://www.mamatieneunplan.com/c568-regalos-sorteamos-1-bolso-maternal.php
¡suerte!
Tu post es «un salvavidas».
Me ha encantado desde las explicacones , como las ideas.
Viajar con niños viajar sin despilfarrar, y sin dejarte los nervios es cuestión de ir muy preparada pero al mismo tiempo ser flexible con las cirunstancias que van sucediendo.
Creo que tus trucos son de gran valor.
Una subscriptora más.
un saludo
Elisa