Londres en familia. Mucho más que la capital de Reino Unido

Cuántas veces hemos escuchado aquello de que no se puede viajar con niños pequeños. Por mucho que se repita no es una verdad absoluta, ni mucho menos. No solo se puede viajar en familia, sino que al hacerlo conoces los sitios con la ilusión y pasión con la que lo viven los más pequeños. Londres es una de las ciudades más visitadas del mundo, sin duda. Sus monumentos, su cultura y su historia hacen de La City un lugar mágico que esconde multitud de pequeños tesoros que sorprenden a grandes y pequeños. Nosotros hemos viajado con una niña de 10 años y un niño de 8 y estos son alguno de los lugares de Londres que más nos han fascinado:

NOTTING HILL

Notting Hill es mucho más que el barrio de la famosa película de Hugh Grant y Julia Roberts. Sus preciosas casas de colores pastel invitan a fotografiar sus calles una y otra vez. El sábado es el día con más ambiente gracias al famoso Mercado de Portobello. Pasear por su calle principal e ir parándose en sus innumerables puestecitos y tiendas es toda una experiencia. Los más pequeños no tienen tiempo de aburrirse entre bandas de música que recorren Portobello Road, artesanos que elaboran juguetes de lo más curiosos o el apetitoso olor de las patatas fritas en forma de larguísimo muelle.

KENGSINGTON GARDEN´S

Muy cerca de la parada de metro de Notting Hill se encuentra una de las entradas a los enormes jardines de Kensington. Precisamente en ese esquinazo del famoso parque está el Diana Memorial Playground con un gigantesco barco de madera que deja con la boca abierta a grandes y mayores. Este parque infantil en memoria de la princesa Diana, tiene también un fuerte de madera, unos tipis indios muy divertidos, arena de playa, y, por supuesto, columpios.

A poco más de 15 minutos del Diana Memorial Playground está la famosa estatua de Peter Pan. El escritor J.M. Barrie decidió hacer un regalo muy especial a todos los niños de Londres. El famoso personaje que no quería crecer estaba teniendo un éxito descomunal y Barrie encargó una estatua de bronce enorme que mandó colocar en Kengsington Garden´s de manera ilegal (ya que le habían denegado los permisos). Pagó un anuncio en el periódico The Times anunciando, de un día para otro, que a todos los niños londinenses les esperaba una sorpresa en aquel lugar. La estatua, evidentemente, allí sigue.

ESTATUAS EN LONDRES PARA VER CON NIÑOS

Posiblemente la de Peter Pan sea la estatua más popular de Londres, pero hay muchas más. Relativamente cerca, a unos 15 minutos caminando hacia la estación de Paddington, podemos ver una bonita estatua de uno de los personajes literarios más queridos por los niños londinenses (y de medio mundo). El osito Paddington, creación de Michael Bond, con su famoso gorrito rojo y abrigo azul, espera sentando sobre un gran maletón en uno de los andenes de la estación que lleva su nombre (aunque en realidad es al revés. La familia Brown decide llamarle así después de encontrarlo en aquel andén). Muy cerca de la estatua también hay un bonito banco decorado con motivos del popular oso. Por cierto, en prácticamente todas las tiendas turísticas londinenses encontramos ositos Paddington de peluche de todos los tamaños compitiendo en popularidad con Harry Potter o la, recientemente fallecida, Reina de Inglaterra.

Hablando de Harry Potter, a parte del Parque temático sobre el famoso mago, en el centro de Londres podemos fotografiarnos junto al mago de gafas redondas encima de una de las escobas voladoras de Hogwarts. La estatua se encuentra en Leicester Square, uno de los puntos más cinematográficos de Londres. Allí también podemos encontrar muchas estatuas que están, más o menos escondidas. Mary Poppins, la famosa niñera creada por P.L. Travers, sostiene su paraguas volador ante las sonrisas de las numerosas familias que quieren fotografiarse con ella. En el interior de la plaza, en uno de los bancos, se sienta divertido Mr. Bean, el popular personaje televisivo creado por Rowan Atkinson. Si miramos hacia arriba descubriremos a Batman en lo alto de un edificio o a Wonder Woman rompiendo una pared de uno de los varios cines que se encuentran en la plaza.

TIENDAS EN LONDRES PARA VER CON NIÑOS

Precisamente en Leicester Square no debemos perdernos la enorme tienda de Lego. Probablemente te toque esperar una gran fila que, sin embargo, se mueve deprisa para entrar en la tienda de estos famosos juguetes daneses. Los pequeños bloques de plástico de colores son los absolutos protagonistas de ese enorme edificio en el que podemos ver construcciones del Big Ben, personajes de Harry Potter, coches de James Bond a tamaño real o un vagón del metro de Londres.

Justo en frente de esta tienda también está otra de las más visitadas de la capital de Reino Unido. Los famosos dulces de chocolate de diferentes sabores M&M´s. 3250 metros cuadrados repartidos en cuatro plantas donde multitud de familias se mueven de arriba abajo con un gran vaso en sus manos que van llenando de los dulces de diferentes sabores. La tienda está llena de grandes figuras con los que todo el mundo quiere fotografiarse.

GRANDES EMBLEMAS DE LONDRES

Evidentemente, Londres está lleno de grandes iconos que por si solos ya merecen la pena. Desde la mítica Piccadilly Circus, que está muy cerca de la anteriormente mencionada Leicester Square, hasta Trafalgar Square, con los enormes leones a los pies de la columna de Nelson, pasando por la Tower of London y el inconfundible Tower Bridge… todos son sitios que no debemos perdernos y de los que se ha escrito en miles de guías de viaje, por lo que no vamos a profundizar aquí. Sin embargo, como estamos destacando lugares que fascinen especialmente a los niños, sí que tenemos que hacer una parada en el London Eye, la gigante noria a los pies del río Támesis desde la que se ve una vista privilegiada del Big Ben, el Parlamento y la Abadía de Westminster. Tiene 135 metros de altura. Es la más alta de Europa. Su diámetro es de 120 metros. Las vistas desde las 32 cápsulas que tiene son absolutamente maravillosas. Caben unas 25 personas en cada una de ellas y la vuelta completa de la noria dura unos 30 minutos. Las entradas para el London Eye van desde 34£ para los adultos y desde 30£ para los niños. El London Eye es desde hace años la atracción más visitada de Londres por lo que comprar las entradas online ayuda a evitar interminables tiempos de espera en las taquillas. En verano y durante los festivos es habitual tener que esperar hasta 1 hora para acceder a la atracción.

SORPRESAS DE LONDRES PARA NIÑOS

Como hemos dicho anteriormente, en este texto no vamos a profundizar en lugares imprescindibles como la Catedral de San Paul, Buckingham Palace, Covent Garden o los maravillosos museos gratuitos de la ciudad como el Museo de Historia Natural o el Museo Británico (ambos imprescindibles para ir con niños). Mucha gente viaja a Londres un fin de semana largo, nosotros recomendamos disfrutar de la ciudad al menos una semana para ir a los sitios sin prisas y al ritmo de los más pequeños. De esta manera podremos disfrutar de una de las joyas “escondidas” de Londres: Kew Gardens. Estos gigantescos jardines impresionan a grandes y pequeños. Es mucho más que un jardín botánico. La gente pasa toda la mañana recorriendo cada rincón de este fabuloso lugar al que se puede llegar es en Metro (district line) hasta la parada Kew Gardens. Uno de los lugares que más impresionan es el Treetop Walkway, una pasarela que está a 18 metros de altura entre las copas de los árboles. Se puede subir por unas escaleras o por un ascensor y cuando uno está arriba se siente como los famosos Ewoks de las películas de Star Wars. También hay que llegar hasta la Gran Pagoda, un bellísimo edificio inaugurado en el año 1762, con una altura de 50 que es uno de los símbolos del jardín botánico. Por cierto, mientras paseábamos por aquella zona se nos cruzó un precioso zorrito que dejó con la boca abierta a nuestros hijos.

Sobra decir que Londres es una ciudad muy segura para pasearla sin problema alguno o para coger el metro (los menores de 11 años viajan gratis). Precisamente en la parada de Baker Street (a los lectores de Sherlock Holmes les sonará mucho este lugar) está el Museo Madame Tussaud de Londres, inaugurado en 1884, y sin duda, el museo de cera más famoso del mundo. Impresiona ver de cerca a las estrellas del cine inglés y americano con un grado de realidad que sobrecoge. Pero los más pequeños sobre todo alucinan cuando se pueden montar con E.T el extraterrestre en la famosa bicicleta, o se acercan a la gigantesca cara de King Kong que respira y mueve los ojos, o se fotografían junto a sus superhéroes de Marvel favoritos (imprescindible la película en 4D que transcurre en el centro de Londres con Spiderman, Capitán América, Hulk, etc). Todo el universo Star Wars también tiene un papel protagonista dentro del museo y uno de los momentos más entrañables es el paseo en taxi en “Spirit of London”, un recorrido por toda la Historia de Londres con música y muñecos de cera que se mueven ante nuestros ojos. Cuidadito con los niños más pequeños en la zona de la cámara de los horrores. Existe la posibilidad de obviar esta zona para que no vean la historia más sangrienta de asesinos como el famoso Jack El Destripador. De hecho, mi hija mayor y yo sí quisimos vivir la -terrorífica- experiencia, pero mi mujer y mi hijo pequeño prefirieron obviarla sin problema alguno.

En resumidas cuentas, Londres es una de las capitales de Europa más fascinantes. Podría escribir mucho sobre su variadísima gastronomía, los maravillosos autobuses de dos pisos de color rojo o sobre los numerosos teatros musicales de la ciudad, pero encontrarán muchísima información en el resto del ciberespacio de manera más detallada. Vayan a Londres. Busquen unos días en su agenda. Espero que estas palabras os hayan animado a visitar este lugar maravilloso para pasar unos días en familia.

Víctor R. Alfaro

Locutor de Sol Radio y escritor.

 

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