Hay grandes musicales que, cuando llegan a la cartelera de tu ciudad, hay que ver. Es el caso de Los Pilares de la Tierra, que acaba de aterrizar en el Teatro EDP Gran Vía y está basado en la novela de Ken Follet, en una producción llevada a cabo por la productora Beon Entertainment y que nosotras en Mamá Tiene un Plan, ya hemos tenido el privilegio de ver, nada más estrenarse. Tanto si habéis leído el libro, como si no o, si habéis visto la serie o no, os recomendamos encarecidamente ver este montaje ya que es una experiencia totalmente inmersiva que te envuelve en una historia de tramas políticas, luchas de poder y pasiones y te traslada directamente a la Inglaterra del siglo XII. Todo ello, sin moverte de tu butaca. ¡Os lo contamos todo sobre este musical que va a hacer historia!
Cuando un trabajo es brillante, se reconoce. Los Pilares de la Tierra, El Musical, es un claro ejemplo de obra literaria, brillantemente llevada a escena. Y no una obra cualquiera, sino 1500 páginas magistralmente trasladadas al teatro musical. El espectador que se haya leído la novela de Ken Follet o haya visto la serie en la televisión, es inevitable que alucine con este impoluto libreto que obra el milagro de llevar ese “tocho” a las tablas, sin dejarse nada de la trama por el camino. ¡Esto tiene mucho mérito! Y el mérito es del gran Félix Amador. No menos impactantes son las piezas musicales, compuestas por el gran Iván Macías y es que, junto con el productor Dario Regattieri, completan el tándem de la productora Beon Entertainment que nos maravilla en cada uno de sus montajes musicales: El Médico, El Tiempo entre Costuras, La Historia Interminable… Y lo que más nos gusta es que son producciones propias desde el inicio hasta el final. Algo que tiene muchísimo mérito.
El listón está cada vez más alto en las grandes producciones musicales. Por ello, Los Pilares de la Tierra va un paso más allá con una experiencia inmersiva que envuelve al espectador desde que entra en el patio de butacas del Teatro EDP Gran Vía, con una puesta en escena catedralicia que está presente en paredes y techos. Lo mismo sucede con las diferentes escenas del montaje, como cuando se derrumba la catedral y el polvo lo invade todo. Además, la trama no solo se queda en las tablas, sino que sale y se mueve a lo largo y ancho del teatro. La escenografía es muy impactante y dinámica y te traslada directamente a la Edad Media de Inglaterra y tan pronto la escena se desarrolla en el bosque, como en el castillo, en el monasterio, en la catedral en construcción o en el mercado. Es una auténtica delicia ver cómo los cambios de escenario apenas se aprecian y “ruedan” con la trama con “aparente facilidad”. Lo mismo sucede con un vestuario sublime, hecho a mano y cosido pieza a pieza, incluso por artesanos de cuero y orfebrería, una obra de arte.
Pero de nada serviría todo este despliegue sin un elenco que introduzca al espectador en la trama, en la psicología de cada personaje, que te haga amar a los buenos y odiar a los malos y con la dificultad añadida a la interpretación, de las voces en un musical. El reparto de Los Pilares de la Tierra logra todo ello, y con nota alta. Julio Morales está sublime en el papel de Tom, el constructor. Tiene una voz y unas dotes interpretativas alucinantes y nos quitamos el sombrero con Noemí Mazoy en el papel de Ellen, ¡qué cuerdas vocales! Y cómo nos emociona en su papel de mujer herida y luchadora, tan llena de coraje y de verdad. Jack, otro de los protagonistas es Javier Ariano y le da al personaje justo la caracterización que necesita. Y nuestro personaje preferido de la obra literaria, Aliena… Pudimos verla en persona en la piel de Teresa Ferrer y es tal y como la habíamos imaginado. ¡Qué personaje tan especial! Nos encantó también la interpretación de Javier Ibarz en el papel de Walleran, ese obispo corrupto, conspirador y despiadado. Todo el elenco lo borda.
Los Pilares de la Tierra es un musical que va a dar mucho que hablar y que seguro que estará mucho tiempo en la cartelera madrileña para después girar. Nosotras que casi tenemos la bolita de cristal, sabemos que cosechará tantos éxitos y premios, como lo han hecho otras producciones de Beon. Muy, muy recomendable. ¡Un regalazo para estas Navidades!