¡Qué ganas teníamos de ver Los Puentes de Madison El Musical! Esa historia de amor, basada en la novela de Robert James Waller y que Clint Eastwood llevó a la gran pantalla en 1995 es todo un clásico que ahora ha llegado a la Gran Vía madrileña en formato musical. Una historia de amor con mayúsculas que os enamorará desde el minuto uno.
Cuando detrás de un espectáculo musical hay una gran novela y una gran obra cinematográfica, el espectador se sienta en la butaca con unas expectativas muy altas. Y, os aseguramos, que el musical de Los Puentes de Madison sobrepasó nuestras más altas expectativas.
Lo primero que nos impresionó fue su genial escenografía. Nada más abrir el telón, el espectador tiene, ante sus ojos, aquella casa tradicional americana de madera, con su porche, su cocina, enclavada entre los campos de Iowa. Una potente escenografía, en formato circular, que envuelve al público en cada escena. Lo mismo sucede con el resto de escenarios, que cambian de manera casi mágica, como el mítico Puente Roseman o la feria de ganado. Una maravilla de despliegue técnico que introduce de lleno al público en la trama.
Otro de los hándicaps que pensé que esta obra se iba a encontrar era su adaptación al formato musical. Conocemos la obra cinematográfica, con una potentísima banda sonora, pero no se trata de un musical al uso. La obra de Madrid ha adaptado el libreto original que Marsha Norman creó en 2014 para su estreno en Broadway y la composición musical de Jason Robert Brown, que fue galardonada con dos premios Tony. Alberto Negrín ha sido el artífice de la dirección artística y Gerardo Gardelin, el de la dirección musical, que brilla con luz propia y aporta consistencia a la historia. Dulcísimos son los temas que interpreta Francesca (Julia Möller/Nina), tan impresionantes como los de Robert. Todas las letras, más allá de adornar, aportan sentimiento y nutren una historia de amor fascinante. Además, aparecen temas de blues sesenteros en la radio y otros más countrys, durante la feria de ganado y que contextualizan aún más la trama.
Pero de nada serviría una historia magistralmente adaptada, ni unos potentes temas musicales, sin un elenco bueno. Y el de Los Puentes de Madison, sin duda, lo es. Nosotros pudimos disfrutar de una Julia Möller, que nos introdujo de lleno en el papel de Francesca, en sus tribulaciones, en sus dudas e inquietudes, en su mente que duda entre dejarse llevar por su amor hacia Robert y dejar todo o quedarse con su familia, cumplir su obligación como esposa y madre, criar a sus hijos y renunciar al amor de su vida. Por su parte, Gerónimo Rauch tiene una caracterización que resulta hipnótica. Cuenta con ese sex appeal de los grandes fotógrafos, con ese bagaje viajero, que nos envuelve, nos enamora hasta casi gritar desde la butaca: “¡te amo, Robert!!
Marta Valverde está soberbia en el papel de Marge, la vecina curiosa y a la vez el apoyo incondicional de Francesca, en un paraje apartado de la civilización. A José Navar le vimos en el papel de Charlie, el marido Marge y nos impresionó tanto como en otros grandes papeles que ha interpretado. Su voz y sus dotes interpretativas nunca defraudan. Manu Rodríguez es Bud, el marido de Francesca y también empasta a la perfección en ese carácter del marido bondadoso que ama a su mujer y a sus hijos. Todos ellos cuentan con unas voces privilegiadas que son clave para dar veracidad a la historia.
La obra tiene una duración de dos horas y diez minutos, sin intermedio, que os parecerá media hora. Se trata de un montaje que tiene la genial cualidad de meterte de lleno en la historia, en el pensamiento de Francesca. Al menos, eso nos sucedió a nosotras. Llegas a sufrir por amor con ella, a preguntarte qué harías en esa situación, empatizas tanto con el personaje, que las lágrimas son inevitables. ¡Eso! Eso es lo que denota que una obra de teatro es buena. La capacidad de hacer que el público, que el espectador, pierda la noción del espacio y del tiempo para vivir en primera persona lo que está viendo. No os las perdáis. Nos parece un regalo perfecto para San Valentín o para cualquier otro momento en el que os apetezca celebrar el amor. Volver a enamoraros en esos Puentes.
Los Puentes de Madison, El Musical está en el Teatro EDP Gran Vía. Toda la información y venta de entradas en www.lospuentesdemadison.com.
Sin lugar a dudas merece la pena ir a verlo, a mi personalmente me encantó y alguna que otra lagrimita se me escapó. Recomendable al 100%