Siempre he sido muy fan de todos los trabajos de Nacho Cano. Desde Mecano soy fiel seguidora del polifacético artista. Y, claro, no podíamos perdernos su nuevo y esperadísimo trabajo, en el que ha invertido 12 años de su vida: el musical “Malinche”, que se estrena hoy, 15 de septiembre, en IFEMA. Nosotras tuvimos el privilegio de acudir a uno de los pases previos, el ensayo general de la obra, hace un par de días y salimos fascinadas por el despliegue técnico, el espacio, la escenografía, las composiciones musicales, el elenco, el vestuario… Todo un trabajazo perfectamente cuidado y mimado para convertirse en el estreno de la temporada en Madrid y que, estamos seguras, que acabará girando por el mundo.
Os contamos una breve sinopsis. Malinche trata la historia de amor de esta indígena, considerada la madre del mestizaje, con Hernán Cortés, cuando éste desembarcó en México. Como señaló Nacho Cano, en la presentación a los medios “este hito histórico no solo fue el inicio del mestizaje, sino el inicio del mundo tal y como hoy lo conocemos”. Fruto de la unión de ambos, nació Martín Cortés.
Nada más acceder a la carpa de IFEMA, lo primero que te encuentras es el rostro de Malinche, esculpida en pirámide de piedra y policromada y, al girar para acceder al recinto, accedes a un mundo mágico. Como México, en la Banda Sonora del musical. Mágico, colorista, salvaje…
Es el Templo Canalla, espacio gastronómico que precede al auditorio donde podréis ver el montaje. Os recomendamos que vayáis antes -abre dos horas antes de la función- y disfrutéis del lugar; que os toméis un refresco o una cerveza y que piquéis unas quesadillas o un guacamole. Todo está delicioso y tematizado con comida mexicana, como podréis adivinar. Por supuesto, tampoco faltan los cócteles margarita. En este espacio, os meteréis de lleno en los templos aztecas, en mitad de la selva. ¡Un sueño!
Una vez que accedáis al auditorio, no imagináis, ni por aproximación, la escenografía que os espera. De hecho, veréis un telón blanco gigante que no se retirará hasta el comienzo del espectáculo, muy acertadamente, ya que, el factor sorpresa de la escenografía, juega un papel muy importante. El decorado cambia constantemente, está en movimiento y a mí, personalmente, me gustó mucho más el de la segunda parte, aunque cada escenografía es una auténtica maravilla. Para que os hagáis una idea, vuestros ojos podrán ver desde lagos y cascadas, hasta el barco en el que Hernán Cortés descubrió México o varias barquitas, pasando por una pirámide azteca, escenas selváticas o de interior de iglesias o colegios. ¡Un auténtico despliegue que te dejará sin aliento!
Desde luego, se nota que Nacho Cano tiene un olfato especial para elegir a grandes talentos, que se convertirán en revelación del panorama cultural. El elenco está compuesto por artistas de primer nivel, con unas voces privilegiadas y unas dotes interpretativas que os meterán de lleno en la historia. Adrián Salzedo como Hernán Cortés me encantó y el papel de Amanda Digón, como Malinche es perfecto, aunque, para mi gusto, algo escaso en escena. Sin embargo, el que sí centra el protagonismo y más aparece en números musicales es Nacha la Macha, en el papel del sacerdote, bajo mi punto de vista, un protagonismo demasiado excesivo, aunque llena el escenario con su talento sin igual y su gracia y simpatía.
Mención aparte merecen las composiciones de Nacho Cano, que son una pasada. Mis favoritas, sin duda, “Destino México Mágico”, que, desde que la escuché en la presentación a los medios, no he dejado de cantar. Me parece preciosa. También me emociona el tema que interpreta Malinche y Hernán Cortés, que dice algo así como “soy puro americano, mexicano y español” y es un canto a la unión entre dos pueblos, al orgullo de los mexicanos y el mestizaje. ¡Dos maravillosos temas musicales! Aunque no los únicos porque todos son una auténtica joya. Como todas las composiciones de Cano (modo fan de Mecano ON).
Las coreografías me parecen grandiosas y han estado dirigidas por el famosísimo Poty. En “Malinche” encontraréis desde reminiscencias al ballet clásico a danzas ancestrales, pero la presencia mayor es la del flamenco. Unos bailes flamencos que cortan la respiración, encabezados por el genial Jesús Carmona, con el que nos tenemos que quitar el sombrero. Se marca un solo magistral.
La iluminación es parte del espectáculo y también debe ser mencionada y resaltada. Hay un momento en el que la pirámide azteca comienza a resquebrajarse y el efecto es obra de un alucinante dominio de luz y sonido. El vestuario es obra de José Ventura y es otra obra maestra, que combina trajes españoles de esa época, con los de los mexicanos, entre los que destaca el de Moctezuma, con llamativas túnicas y plumajes.
No obstante, como en todo gran espectáculo, existe un pero. En la primera parte del espectáculo el hilo conductor de la historia se pierde demasiado y existen muchísimos números de “relleno”, que no tienen nada que ver con la historia. Algo que queda totalmente subsanado en la segunda parte, con mayor presencia de la historia de Cortés y Malinche y del hecho histórico de la conquista de México.
La duración del espectáculo es de 2 horas y media, con 25 minutos de intermedio. El Templo Canalla y los Jardines Mexicanos, espacio gastronómico, se abren dos horas antes del espectáculo y también quedan abiertos después, momento para participar en un karaoke y tomar algo tranquilamente. Es totalmente recomendable para ir en familia, aunque, ojo, vuestros peques deben estar acostumbrados a espectáculos largos porque lo es. Mee parece muy recomendable para niños a partir de unos 12 o 13 años. Tenéis toda la información y podéis comprar las entradas en www.malinchethemusical.com.