Aprender un idioma no es fácil. No lo es ni aunque empieces de pequeño porque al final la lengua materna es la lengua materna. Con ella nada falla, todo resulta más fácil, «se entiende todo», como dicen mis hijos. Pero hay que aprender idiomas y entre todos, el inglés está el primero en la lista. Por eso desde que nació mi primer hijo no hemos dejado de buscar recursos que hicieran el aprendizaje más fácil e intuitivo. 

Echo la vista atrás y me doy cuenta de que hace ya seis años que vemos los dibujos y oímos las canciones en inglés. Desde que nos hicimos de Netflix hace unos meses, lo tenemos mucho más fácil así que no hay excusa.

Debo reconocer que al principio era una norma bastante llevadera, hasta que los niños empezaron a crecer, se dieron cuenta que en español es todo más fácil. Ahí empezaron las protestas. Por eso, hay que ser coherente: los niños ya saben que la tele se ve en versión original y, para que no haya lío, es la norma también para mayores. ¡Estamos aprendiendo mucho!

Esto lo solemos completar con flash cards y con los Alphablocks en la tablet, 100% recomendables. No es que seamos en casa unos locos de los idiomas, pero hace tiempo que leí que para el aprendizaje de un niño era más fácil si su oído era educado desde pequeño y en esas estamos…

Desde el principio Manu se decantó por una canción que oímos hasta la saciedad, «London Bridge is broken down, falling down, falling down. London Bridge is falling down, My fair lady. Build it up with wood and clay…». Seguro que habéis vivido esta situación, la veíamos en todas las versiones posibles y claro, una de sus preguntas, ruegos y deseos era ir a cruzar ese puente de Londres. Sabíamos que más allá de la canción, un viaje a tierras anglófonas cambiará su percepción del inglés y estábamos deseando que el idioma traspasara la pantalla y se instalara en las calles…

Es curioso que este verano una llamada Netflix, para ir  a la premier de la maravillosa serie de dibujos Beat Bugs, cumpliera el sueño de Manu y nos aportara tanto a la familia. Hace poco estuvimos en Londres, la familia casi al completo, disfrutando de una ciudad maravillosa y de una fiesta 100% en inglés que ha cambiado para siempre la visión de mis hijos sobre lo que aprender un idioma puede aportarles. Ahora lo tienen claro: ¡la diversión está incluida en el pack!

Ir a Londres ha sido un sueño maravilloso, viajar con niños es abrirles los ojos a otras culturas, hablar en otro idioma, comer cosas diferentes y pasear hasta la saciedad por el Soho, ha sido un lujo. Un lujo muy completo con una espectacular fiesta en la que participamos activamente en un montón de creatividad y de magia que se reflejaba en todas las actividades propuestas por el equipo de Netflix, y que encima estaban amenizadas por la maravillosa banda sonora de la serie: The Beatles, de la que me declaro muy fan.

 Con esta experiencia me di cuenta de que nuestro método casero de aprendizaje del inglés en casa con dibujos, cuentos, canciones y tarjetas dio sus frutos cuando nos sumergimos en la  fiesta. Una gimkhana maravillosa  nos esperaba con manualidades, pintacaras, experimentos, fotomatón, globoflexia… A los niños nos les quedó más remedio que pedir ayuda o contestar a las preguntas que les iban haciendo en inglés.

“Ah, mamá, para esto sirve el inglés”, me decía. Buena conclusión del viaje ¿no? Ahora tiene claro que sus padres no están tarados y la norma de ver los dibujos en inglés sirve para algo 😉

Seguiremos sin duda con el método casero; después de todo Netflix nos lo pone muy fácil en casa, con el control parental, con dibujos para todas las edades en versión original con o sin subtítulos, con series originales como Beat Bugs, con valores muy positivos como la amistad, el compañerismo, la generosidad, la superación… Y además disfrutaremos de la música porque con la serie que se lanza estos días disfrutamos de canciones de The Beatles la familia al completo.

En fin qué más se puede pedir. ¡Mil gracias por la lección!