¿Que estamos en invierno y no podemos salir a la calle para hacer muñecos de nieve porque no hay caído ni un copo o no ha cuajado lo suficiente? No pasa nada, con unos simples platos y vasos de plástico podemos dar vida a este divertido personaje protagonista de películas como Frozen.

Las tiendas se empeñan en tentarnos con ropa de próxima temporada, pero no nos equivoquemos, estamos en pleno invierno, y por eso toca abrigarse con bufandas, guantes y orejeras. En casa hemos sacado nuestro arsenal de manualidades para ponérselas a muñecos de nieve. Aquí traigo varios modelos para que sientas más esta estación del año, pero sin pasar frío.

• Con vasos:  Es el más básico, sencillo y el preferido de Elena, tanto que lo tiene puesto en la estantería de su habitación. Coge un vaso de plástico y a partir de ahí ve dándole entidad. Para la cabeza, he utilizado un calcetín de mi hija de nueve meses; para los ojos, los móviles que venden en millones de tiendas de barrio y que tenemos de otras veces; para nariz y boca, papel charol, y por último, la bufanda la he hecho con limpiapipas, que no son otra cosa que tiras de alambre con tela. Otra opción es poner un trozo de una tela que tengas por casa o incluso algodón pintado. Al final con estas manualidades lo que yo busco es desarrollar la creatividad y reutilizar cosas que tenemos y que en principio no sirven para nada.

• Dos platos y poco más: ¿Que me decís de este simpático muñeco? Lo tenemos puesto en la entrada de la casa, porque es verlo y se me dibuja una sonrisa en la cara, así que te animo a hacerlo para pasar un rato con la/el peque y para que te alegre el día. Necesitas platos, papel charol, tijeras, boli y pegamento. Coge los dos platos y pega uno sobre el otro, después sobre el papel de charol dibuja la forma de los pies, manos, pajarita, nariz, boca, ojos y botones y pégalos sobre los platos. ¡Voilá, ya lo tienes! Si quieres colgarlo de algún sitio, solo tienes que hacerle un agujero arriba y poner una cuerda.

• Para enmarcar: Fue el primero que hicimos y, como ocurre con otras manualidades, lo que más le ha molado a Elena es poner ojos, nariz y boca, y en este caso, seleccionar las letras para escribir su nombre. Es buen ejercicio no solo para hacer algo creativo, sino también para que los peques se vayan familiarizando con las letras de su nombre. Los redondeles los hicimos sobre cartulina blanca con un vaso, y para el sombrero utilizamos un trozo de fieltro que se pone en las patas de las sillas para las pelusas (fue lo que más a mano teníamos y nos ha venido genial).