Últimamente estoy descubriendo nuevos modelos de familia que me parecen alucinantes, ricos, bellos, llenos de amor. De esos que, a pesar de no responder a lo tradicional, sí cuentan con lo básico: un amor y un compromiso infinito entre sus miembros. En todo este descubrimiento, Netflix y las redes sociales están jugando un papel fundamental. Las fuentes también han cambiado en los últimos 10 años, como lo han hecho los modelos de familia que, poco a poco, vamos asimilando e incluyendo en lo que podemos considerar «válido» o «admisible». Las mentes se abren. Por suerte. Os cuento algunos ejemplos, como «el esperminador» o los mormones radicales de Utah.
Madres solteras por voluntad propia
Instagram funciona como diario de muchas madres que han decidido afrontar la maternidad en la soledad, a veces de manera reincidente. El motivo no es su orientación sexual, o al menos no dicen que lo sea, sino que, simplemente, no han encontrado a la pareja perfecta, la pareja que quieren como padre de sus hijos. Por eso, se han lanzado a la aventura y con la Seguridad Social como aliada, o con clínicas privadas, han concebido a sus hijos que hoy son preciosos seres que viven en ambientes tan amorosos como los del resto.
No hay un padre, pero eso no influye en nada. De hecho, muchas afirman que aunque encontraran una pareja con la que quisieran compartir su vida no les cederían su presencia en los apellidos de sus hijos porque los niños son suyos, sin más. Me parece correcto. ¿Para qué arriesgarte a perder derecho sobre un ser que has querido, concebido y criado en sus primeros años sola? No es que no haya hueco para más personas que los amen, es que, simplemente, coincido con ellas en que no hay necesidad.
Si queréis saber más de esta forma de maternidad, echad un vistazo a las cuentas de @mama.solteraporeleccion o de @singlemummyof3, son dos entre muchas más mujeres valientes que no han renunciado a su sueño de ser madres esperando a la pareja perfecta.
Hay una serie en Netflix bastante divertida que habla sobre inseminación, aunque en este caso es por accidente: Jane the virgin. Una telenovela moderna que se ríe abiertamente del género que comienza con la inseminación por error de una joven virgen católica de origen mexicano. El padre es un joven rico, heredero de un hotel; la ginecóloga que la insemina es la hermana del padre… en fin, conexiones y giros muy de telenovela que os hará soltar algunas risas.
Inseminación masiva
Hace un tiempo leía un artículo de un tal Ari Nagel, estadounidense judío de cuarenta y pico años que parece que ha tenido casi 30 hijos y que pronto tendrá también su propia película. 3 de sus hijos los tuvo con su ex-esposa y el resto con mujeres de todas las razas, religiones y procedencias del mundo. Lesbianas o madres solteras, jóvenes y maduras. Todas le parecen bien a este hombre que los medios han decidido llamar «el esperminator» porque las «insemina» tanto por vasito como in situ si es necesario. Pues oye, que al final se trata de querer y si querer es poder, desde luego que Nager lo consigue porque no hay obstáculos.
Para él, como más o menos cuenta en este artículo de El País, la belleza está en dar vida. Para ellas, el kit de la cuestión, además del kit con el esperma que les hace llegar, es que no cobra por sus servicios y es un candidato ideal: complexión atlética, buena salud y antecedentes familiares y además profesor de matemáticas. Lo tiene todo este padre de muchos que reconoce que pensaba parar en 12 hijos, pero no fue capaz de hacerlo.
En su caso, no sale de la vida de sus hijos sino que permanece en ellas de la manera que deciden las madres. Personalmente me parece complicadísimo, pero si ellos logran ese equilibrio, pues qué bien.
The Sperminator from Sperminator Movie on Vimeo.
En la misma línea Netflix ha sacado hace poco una nueva serie llamada Tres hermanas. En este caso el donante de semen es el propietario de una clínica de fertilidad que está muy enfermo y al borde de la muerte cuando da a conocer a los medios que donó su semen en más de un centenar de «procedimientos» con el consentimiento de algunos padres, pero no de otros. Su única hija legítima se ve en medio de un mar de llamadas y preguntas que afronta lo mejor que puede: invitando a todos sus posibles hermanos y hermanas a su casa a una fiesta en la que podrán conocerse para empezar a ser «una familia».
De todos los descendientes, solo hay tres mujeres. El resto, hombres. La relación entre las tres chicas crece y se fortalece, aunque no siempre de la mejor forma posible. Interesante serie para pasar el rato y plantearos qué es lo que hace realmente que una familia sea precisamente eso: una familia.
Tres esposas, un marido
Tres esposas, un marido es también el título de un documental que podéis ver en Netflix sobre los mormones de Utah. Aquí su fe les dice que dividir su amor, o mejor dicho, ser capaz de dar más y más amor constantemente es lo más cerca que pueden acercarse a Dios igual que Dios nos quiere a todos por igual.
Habría mucho que hablar sobre esto pero es más que interesante ver el documental de 6 capítulos disponible en la plataforma porque da el punto de vista de los maridos (los hay con una esposa, con dos, con tres e incluso con más) pero también el de las esposas, un punto de vista que personalmente me ha resultado mucho más alucinante.
Si responde o no a un «lavado de cerebro» es algo que no voy a debatir ahora porque tendríamos muchos posts que rellenar, pero desde luego como mujer me sorprende que ellas estén «dispuestas» a compartir a su marido, que lo vean bien, natural e incluso en muchos casos lo incentiven. Para ellas el reto está en saber dejar a un lado los celos para querer a la nueva esposa como a una hermana. Bueno, hay puntos de vista para todos.
Los niños son los únicos que no son entrevistados. Sería curioso saber qué les parece compartir a sus padres con otros 30 niños más… En fin, tampoco hay duda de que se quieren, pero vaya caos amoroso en este poli amor tan estupendo.
En la misma línea, aunque sin motivos religiosos, podéis ver la serie Me You Her, también disponible en Netflix. Un matrimonio «normal», incluso aburrido, se enamora de una chica joven que da la vuelta a su relación y a su vida. Los niños llegarán más adelante, en la tercera temporada que aún no está disponible.
Tras estos documentales y series, mi duda es: ¿dónde están la poligamia de la mujer? ¿Por qué no nos enseñan si es posible o cómo sería una relación de una mujer con varios hombres? ¿Existe en la vida real? ¡Seguro que sí! Sería interesante tener acceso a este tipo de relación si queremos normalizarla igual que la poligamia del hombre. ¿No os parece?
Vientres de alquiler
Otro tema sería el de los vientres de alquiler que también es un tema interesante… Conozco a muchas mujeres inteligentes que están radicalmente en contra de que esta sea una opción porque consideran que es una explotación hacia la mujer, una forma más de patriarcado, de trivializar a la mujer convirtiéndola, de nuevo, en solo un cuerpo. Hablo de mis amigas chicas porque parece que es un tema que nos toca más la fibra sensible, especialmente si ya hemos sido madres, la postura se radicaliza un poco, no parece haber grises en la opinión: o piensas que es blanco o es negro.
¿Qué opinais vosotros? Desde mi punto de vista, todo vale si hay consentimiento por ambas partes, si la decisión es libre. Claro que hay riesgo de explotación, de que las cosas no funcionen porque sin duda hay tantas opiniones como personas, pero para mí la clave está en la libertad y en adecuar la ley a todas las opciones. Y, por supuesto, es fundamental estar bien informado.