No había ido nunca al Parque de Atracciones de Madrid en Navidad, ni tampoco en invierno. ¿Por qué? Porque siempre tendía a asociarlo con el buen tiempo, con el veranito y digo tendía, en pasado, porque desde ayer me ha cambiado el chip. Ayer pasé un día mágico y divertidísimo, junto a mis hijas, mis sobrinos y mi cuñada en el Parque. Aquellas personas que no conozcáis el Parque de Atracciones en Navidad, deberíais incluirlo en vuestros planes imprescindibles para estas fiestas. A todas las atracciones, que ya por sí solas hacen que este lugar sea uno de los que siempre entusiasman a los pequeños y no tan pequeños de la casa, hay que añadir la programación navideña que ofrece estos días, la decoración, la iluminación y las actuaciones.
Nada más entrar, un árbol gigante de Navidad recibe a los visitantes, pero cuando empiezas a mirar alrededor, te percatas de todo lo que te rodea: trineos, renos, un belén, estrellas y copos de nieve, guirnaldas y espumillones, que decoran cada rincón. Es curioso que cada vez que llego a este lugar, una parte de mí, vuelve a la niñez –creo que por los recuerdos tan maravillosos que tengo creados allí- y en Navidad, este flash back tiene un toque de magia añadido.
El famoso templete de la entrada, se ha convertido en un salón Real que alberga los tronos de Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente. Mis peques pudieron hablar con Melchor y Gaspar y les contaron que se habían portado muy bien este año. Un poco más arriba se encontraba la casita de Papá Noel, donde los niños se pintaron las caras y disfrutaron de talleres chulísimos.
En la zona favorita de Pilar y Carmen, la de Nickelodeon, sus personajes de animación también están ataviados con las mejores galas para dar la bienvenida a la Navidad. Pilar gozó mucho de la visita a la casa de Bob Esponja, que le mostró con detalle su salón, tocado con un gorro de Papá Noel. Hasta le dejó sentarse en su sillón y acariciar a su caracol Gary. Pilar no perdía detalle del interior de esa peculiar piña.
Ver la cara de mis sobrinos Gonzalo y Valeria al entrar al Parque fue fantástico. Era su primera vez –qué envidia sana, descubrir el Parque de Atracciones de primeras-. Desde luego, quedaron impresionados por las atracciones, el entorno, la decoración… Mi sobrino Gonzalo tuvo su primera toma de contacto con las emociones más fuertes: el abismo, la lanzadera, la tarántula… Disfrutó a tope.
Pero el mejor momento del día llegó con el atardecer, cuando la decoración se iluminó. Nos quedamos impresionados. La fuente central es una pasada, pero con la decoración de estos días y el árbol de la entrada es tan bonita y mágica que emociona.
Pudimos disfrutar de la actuación final en el escenario de la entrada, en la que un grupo de bailarines y cantantes vestidos de Papá Noel, interpretaron canciones navideñas, bailando e interactuando con los niños, todo aderezado con un espectáculo de luz en las fuentes. Simplemente genial.
A partir de ahora, el Parque de Atracciones se ha convertido en uno de nuestros planes obligatorios no solo en verano, sino también en Navidad. Un plan mágico. Me quedo con las caras de mis sobris, que ayer vivieron la experiencia por primera vez y con la frase que siempre me dice mi hija Pilar cuando nos vamos del Parque: ‘mami, ¿podemos volver mañana?’ Señores, los niños siempre dicen la verdad y esto solo tiene un nombre: diversión, en estado puro.
¿Hace mucho que no vais al Parque de Atracciones de Madrid? ¿Os hemos despertado el gusanillo de volver? Pues tenemos ¡sorteo!
¿No os pasa que preferís el Parque de Atracciones a la Warner? A mis hijos y a mi, nos encantaba la temática pero fue llegar y…decepción suprema (también veníamos de Port Aventura que es el mejor con diferencia).
Por cierto, gracias a tu post, fuimos en navidades. De ahí que te lo agradezca ahora.
espero que pasarais un día genial!! por cierto, muy chula tu web! un abrazo