Hace meses que vivimos en Helsinki, donde se puede pasar una navidad totalmente diferente llena de actividades.
En primer lugar podemos patinar sobre el Parque de hielo ( Rautatientori Icepark) al lado de la estación de tren. Es una actividad que puede realizar toda la familia y no hay nada más original que patinar a menos 10 grados en una pista descubierta, vestido como se hace en en esta época del aÑo: mono térmico, borro, bufanda, guantes y una sonrisa.
Más tarde es casi de visita obligada visitar el mercado de navidad ( “Mercado de Santo Tomás”), que se encuentra en Senaatontori, la conocida Plaza del Senado, donde se puede degustar y comprar ricas especialidades del país como mermelada, miel, y probarse ropa de invierno tan necesaria para los meses siguientes para los que vivimos aquí.
Arriba, la imponente Catedral luterana blanca seguro que nos saluda mientras nos tomamos un chocolate caliente para abrigar el alma (y el estómago).
Una vez que estamos allí, podemos ir a un Museo para toda la familia, aunque especialmente para los niños que se encuentra al otro lado de la calle Aleksankerinkatu, Sederholm House (Sederholmin Talo). Se encuentra instalado en la casa más antigua de Helsinki y que nos traslada a otra época. Alli nos niños (y papás) pueden recorrer un barco antiguo, disfrazarse, visitar una tienda, hacer teatro e incluso ver cómo eran las clases de los colegios en el pasado.
A continuación, podemos visitar el parque de Sibelius donde podremos ir con nuestros “pulkkas” (los trineos) a tirarnos desde pequeñas montañas de nieve y pasar unas horas (hasta que oscurezca) cerca del monumento al compositor finlandés. ¡Toda una experiencia!
Podemos acabar el día con una visita a Suomennlina, Patrimonio de la Humaniadad de la UNESCO, donde eso sí, hace mucho viento y hay que ir bien equipados (a ser posible con «cortavientos”). Se va desde la “kapuppatori” ( la plaza del Mercado) en barco.
Entre todas estas actividades, seguro que encontramos tiempo para visitar la fábrica Fazer y probar alguno de los postres de esta empresa finlandesa de finales del siglo XIX.
Uno de mis destinos pendientes con mi familia.
Adrián 😀