Parque Warner en Navidad: magia en estado puro

Creo que una de las visitas obligadas en Madrid en Navidad es el Parque Warner, tanto si tenéis niños pequeños, como si son más mayorcitos. La oferta de diversión es tan amplia en Parque Warner Madrid que seguro que disfrutaréis tanto los padres como los hijos. Y si esto es así durante todo el año, la Navidad es una época mágica. Todo se engalana al mínimo detalle. Guirnaldas, bolas, árboles, trineos y papás noeles por doquier pueblan en Parque en cada rincón y al anochecer llega la magia en estado puro. Pero no solo es mágica por la decoración, la iluminación y el atrezo, también lo es por las actuaciones, espectáculos y pasacalles especiales de Navidad que hay por todo el Parque. Warner ha preparado un total de 12 espectáculos y actividades navideños para estas Fiestas, además del gran desfile final que es maravilloso.

Nosotros, por supuesto, no quisimos perdérnoslo y estuvimos el otro día. Nada más entrar por la avenida principal, la de Hollywood Boulevard mis niñas quedaron maravilladas con la decoración, pero de repente, comenzaron a caer copos de nieve. “Pero mami, ¿cómo es que está nevando, si hace mucho sol y hasta calorcito?”, me preguntó Pilar. Y es que está haciendo unos días primaverales en Madrid. Y yo le dije: “cariño, acabamos de entrar en el Parque Warner y ya sabes que aquí, comienza la magia…”. Mi peque se lo creyó y con cara de alucine me miraba, pero como tengo las dos caras de la moneda en casa, mi mayor enseguida le señaló los cañones de nieve en los tejados y le dijo: “¡Pilar! ¡Es nieve artificial! ¡Mira por dónde sale!”. Truco destripado… Al desembocar la avenida, el comité navideño de Warner nos dio la bienvenida, en una actuación con los personajes más queridos de los Looney Tunes: Bugs Bunny, Silvestre, Piolín… que inundaban de espíritu navideño al incrédulo Scrooge.

Por supuesto, después de la actuación mis niñas quisieron ir corriendo a montar en las atracciones infantiles de Cartoon Village. Y mi mayor estaba deseando montar en una de sus favoritas: la montaña rusa del Correcaminos y, aprovechando que no había casi colas, allá que nos fuimos, mientras mi pequeña, mucho más miedosilla, se quedaba subiendo en los aviones de Baby Looney Tunes, en el Autobús, en la lanzadera infantil o en los Convoys. Luego, después de repetir en la montaña rusa del Correcaminos, una vez más, nos fuimos todos a montar en la montaña rusa de Tom y Jerry. Después de subir en “He visto un lindo gatito”, la atracción que también les encanta porque van tumbadas y parece que vuelan, ya que emula que Silvestre corre persiguiendo a Piolín, nos fuimos a ver el Festival de los Looney Tunes, que además es nuevo y, como siempre, nos encantó. Nos reímos y bailamos un montón. Tras la actuación, visita obligada: las casitas de los personajes preferidos de mi peque: la casita de la abuelita de Piolín, la de Bugs Bunny y el camerino del Pato Lucas.

Antes de la obligada parada para comer, nos encontramos con una actuación que comenzaba en la zona que a mí más me fascina de la Warner: la de los Estudios de Cine y que en Navidad es un cuento en sí mismo. Parece que estás metida en una ciudad americana en los años 50 o en el rodaje de una peli y, de repente, se abre la puerta de una de las viviendas y aparece el niño de la película “El Expreso Polar”. Era una recreación de la película. El pequeño había salido de su casa en pijama porque no creía en Papá Noel y vagaba por las calles solo en compañía de su osito de peluche cuando, de repente, apareció el Expreso Polar, ¡qué maravilla de tren! Atravesando las calles de la Warner y conducido por el maquinista de la peli. Todas las actuaciones que os encontraréis en Navidad son musicales y los actores bailan al nivel de los mejores bailarines que albergan los teatros de Madrid. ¡Maravillosamente mágicas!

Y después de todas estas emociones, tocaba parada para comer. En Parque Warner tenéis bastante variedad de restaurantes. Podéis hacer una pequeña parada y tomaros un perrito o bocata en sus puestos y cafeterías o podéis hacer un alto más “tranqui” y pasar al restaurante italiano “Valentino’s” a tomaros una rica pizza o al “Fosters Hollywood” y disfrutar de costillas, hamburguesas, burritos… También tenéis cafeterías, donde hacer un alto a tomaros un cafetito y un dulce. Después de la parada, mis niñas estaban deseando ir a ver a Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente que estaban allí en persona y aprovechamos para completar la visita con un maquillaje de lo más navideño -Pilar, por supuesto, lo eligió de princesa.

 

Tras el momento de reposo de la comida, nos marchamos a la zona de los Superhéroes, ya que venía con nosotros mi sobrina Elena, de 18 años y estaba deseando subirse en las montañas rusas más vertiginosas: el Supermán, el Batman y, por supuesto, la Lanzadera. Si adoráis las emociones fuertes, el Parque Warner se convertirá en vuestro lugar favorito. La montaña rusa de Supermán es distinta a todas las que hayáis visto porque, con los pies colgando, tendréis la sensación de volar y la Lanzadera es la atracción más alta de Europa y no solo viviréis la sensación de caer al vacía, sino que os subirán una y otra vez a una velocidad de infarto y disfrutaréis de las mejores vistas de Warner. Mientras, mis niñas y yo, nos fuimos a montar en los coches de choque de Jocker y así entramos en Gotham City, mi segunda zona favorita del Parque.

Gótica y siniestra a la par que divertida y navideña. ¿Que cómo puede ser? Para comprenderlo, lo deberíais ver con vuestros propios ojos. Allí está la reproducción perfecta de la casa de Batman, la cárcel, igual que en la zona de Superhéroes podéis visitar la redacción del Daily Planet. Vamos, que es una auténtica maravilla que os fascinará, solo por la tematización de cada zona.

Luego nos volvimos a juntar todos para ir al territorio del Lejano Oeste, otra zona de Warner que os dejará atónitos por su decoración y que en Navidad está más bonito que nunca. Allí disfrutamos del maravilloso Coro de las Estrellas de Navidad y nos tomamos un Gofre calentito mientras esperábamos para montar en el “Coaster Express”, la montaña rusa de madera más larga de Europa. ¡Y ya lo creo que lo es! De todas las veces que he ido a Parque Warner, ésta era la primera vez que me subía en ella y es una de las atracciones que te corta la respiración de verdad, ya no solo por el traqueteo y el movimiento del vagón y la vía de madera, que también, sino por sus múltiples bajadas y por lo largo del recorrido. ¡Impresionante! ¡Repetiremos la próxima vez, seguro! Cuando salimos ya había anochecido y dimos una vuelta para disfrutar del Parque iluminado. Disfrutamos de una parte de uno de los espectáculos fijos que no os podéis perder, el de Gotham City, con unos efectos especiales maravillosos, dignos de las pelis de Batman, con él mismo como prota. Y si hablamos de efectos especiales, el espectáculo fijo que, bajo ningún concepto os podéis perder cuando vayáis es el de Loca Academia de Policía. Una demostración de destreza de los mejores especialistas que hacen volar y explosionar coches ante la atónita mirada del respetable. Eso sí, para todos estos shows y para el “Christmas Musical”, os recomendamos estar allí un rato largo antes del comienzo, ya que son auditorios y teatros con un aforo limitado. A la entrada de Warner os darán un plano del Parque, junto con un programa con todos los horarios de los espectáculos y los lugares de representación que ubicaréis, sin problema, en el plano. Nuestra recomendación es que os hagáis un planning del día, con lo que no os queráis perder y teniendo en cuenta los tiempos de espera. Y, de cualquier manera, si no os diera tiempo a disfrutar de todo y si os quedáis con ganas de más, el Parque Warner cuenta con una promoción con la que podrás volver al día siguiente por un precio muy especial: solo 6€ presentando tu entrada del día anterior. Y, aunque el día que vuelvas no sea consecutivo, también te podrás beneficiar de un precio muy especial por haber ido ya: 11,90€. ¿A qué estás esperando? Más información y venta de entradas en www.parquewarner.com.

Acerca de María Cerrato

Periodista y mamá a tiempo completo. Amante y adicta a la cultura en sus múltiples variedades: literatura, teatro, arte, cine… Una adicción que ahora también comparto con mis niñas, Carmen y Pilar, que son mi vida y a quienes siempre he intentado contagiar este amor incondicional por la cultura. Ellas son mis actuales compañeras de escapadas teatrales, lecturas de cuentos, películas animadas… Todas estas escapadas ahora puedo compartirlas con otras mamás a través del blog de este fantástico medio de comunicación que es Mamá Tiene un Plan, con el que tengo el orgullo de colaborar.

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