Cómo nos cambia el tener hijos… Sin duda hay cosas que antes no habíamos llegado a imaginar nunca que, ahora, de repente, nos pueden llegar a quitar el sueño. La necesidad de dar un hermano o hermana a nuestro primogénit@ para que un día «no se quede sol@», acercarnos a la familia para hacer tribu con los nuestros a los que tanto echamos de menos cuando los tenemos lejos, dejar de alquilar piso para convertirnos en propietarios «para que los niños tengan algo suyo cuando yo no esté»… pero hay algo que no nos solemos plantear y que es igualmente práctico.
Nos referimos a un seguro de vida. No dudamos en asegurar nuestra casa y nuestro coche, pero pocas veces nos planteamos el asegurar el futuro de nuestros hijos con un seguro de vida y, aún yendo un paso más allá, uno de enfermedad que nos garantice el futuro también a nosotros. Sin embargo, los últimos tiempos nos han dejado muy claro que la vida es algo que no podemos dar por sentado y que se nos puede dar la vuelta en cualquier momento.
Hace unos días escuchaba de boca de un médico que nadie tiene asegurada una larga vida y es cierto. Realmente damos por sentado que «llegaremos a viejos» pero es algo que no sabemos si ocurrirá y que en demasiadas ocasiones no sucede. Por eso, aunque no queramos ni pensar en ello, cuando tienes hijos y cuando la situación económica es ajustada, es inevitable que en algún momento nos asalte la inquietud de qué pasaría con mi familia si yo faltara o si mi pareja faltara.
Hace tiempo perdí a una amiga. Era muy joven, con un niño pequeño y acababa de comprar una nueva casa. Tras el shock inicial, muy, muy fuerte, la gran preocupación de todos los amigos era si la hipoteca de la casa incluiría seguro de vida porque sabíamos que, de esa forma, su marido y su hijo estarían más arropados, al menos más tranquilos económicamente. La idea de una vida sin ella, sin esposa ni madre, y además con una situación económica complicada resultaba aún más devastadora. Por suerte tenían seguro de vida con la hipoteca que se ocupó de la parte proporcional y mi amigo pudo tomarse una excedencia para estar con su hijo unos meses tras el fatal suceso. No suple la falta de su madre, por supuesto, pero a ambos les ayudó mucho a reubicarse y rediseñarse como familia.
Sin embargo, también recuerdo que cuando firmé mi hipoteca lo primero que intenté negociar con el banco fue precisamente la cláusula que me obligaba a contratar el seguro de vida. No entendía muy bien qué cubría, qué no y me parecía completamente prescindible.
Dos realidades contradictorias que se dan en nuestro día a día, ¿verdad?
Pero qué es exactamente un seguro de vida
El seguro de vida paga a los herederos o a la persona que se elija la cantidad asegurada en caso de fallecimiento o al propio asegurado en caso de invalidez.
Así pues, el seguro de vida lo que garantiza es que, en caso de fallecimiento, vuestros herederos, o la persona que designéis como beneficiaria, recibirán la cantidad asegurada. De esta manera, podéis controlar cuál será era situación si ocurriera algo inesperado, ese tipo de cosas en las que nadie quiere pensar.
Además de los seguros de vida, son especialmente interesantes los seguros por invalidez que ya os he mencionado puesto que sufrir una enfermedad que nos impida trabajar, sumado a los gastos que esta acarrea, puede diezmar mucho más a la familia a nivel económico que la propia muerte de uno de los progenitores, por muy mal que suene esta segunda opción. Por tanto, es interesante tenerlo también en cuenta.
Cuánto puede costar un seguro de vida e invalidez
Si tenéis una hipoteca, puede que ya tengáis contratado un seguro de vida como requisito imprescindible del banco así que no os lo habréis planteado, pero si no, tened en cuenta que se trata de un «lujo» bastante más asequible de lo que imagináis. Los seguros de vida que exigían los bancos (ahora ya no son obligatorios) son hasta un 80% más caros que los que se contratan directamente con las aseguradoras así que probablemente estáis pagando una cantidad demasiado alta.
Os damos una estimación de seguro de vida más invalidez:
- Un seguro de vida + invalidez 100.000€ para una persona de 30 años tiene un coste de 63,48€
- Un seguro de vida + invalidez 100.000€ para una persona de 40 años tiene un coste de 117,63€
- Un seguro de vida + invalidez 100.000€ para una persona de 50 años tiene un coste de 315,96€
En cualquier caso, el primer paso siempre es acercarnos a la idea del seguro e investigar un poco coberturas e importe e incluso hacer un cálculo incluso en la web especializada en seguros de vida www.elmejorsegurodevida.com
Como veis, puede que el coste anual no supere la suscripción a una plataforma de contenido audiovisual, que es un gasto presente en casi todos los hogares, lo que nos deja claro que se trata de un gasto bastante asequible.
Por qué no es tan frecuente tener un seguro de vida
El motivo puede que sea que estos seguros tienen muy mala fama, quizá porque la idea que subyace de fondo es muy negativa -no hay nada más terrible que la muerte- o porque entra en el «saco» de la mala fama que suelen tener los seguros de los que a menudo se dice que, a la hora de la verdad, no recibes nada.
Sin embargo, en 2018 las compañías de seguros de vida pagaron 1.200 millones de euros, lo que significa que las compañías dieron 3,3 millones de euros a sus asegurados o a las familias cada día. El hablar mal de las compañías aseguradoras es muy típico aunque a todas nos han sacado de algún apuro de vez en cuando, ¿verdad?
La idea que os damos aquí no pretende ser alarmista sino realista y, tomando una decisión informada, tanto para tenerlo como para prescindir de él, seguro que os sentís cómodos y seguros, que al final es lo que siempre buscamos para con nuestros hijos.