Kumon se define como «un método de aprendizaje que persigue desarrollar al máximo el potencial del aprendizaje de cada alumno y promueve el desarrollo de habilidades a través de autodidactismo».
Habíamos leído esta definición en alguna ocasión, pero no terminábamos de entender a qué se refería exactamente eso del autodidactismo ni cómo desarrolla el potencial de los niños. Por este motivo, cuando Kumon nos invitó a una jornada para medios especializados en educación para explicarnos más sobre su método, nos pudo la curiosidad y aceptamos.
Nos encontramos allí con varios blogueros y educadores interesados en conocer más, como nosotros, y un equipo de Kumon con sus responsables de los programas de matemáticas y lectura, los dos programas con los que cuenta Kumon actualmente. El de matemáticas dirigido a niños a partir de 2 años y adultos. El de lectura, por ahora sólo para niños que ya saben leer pero pronto, en 2015, también para pre-lectores.
Y comenzamos la sesión. Primer punto de atención: el método lo inventó en los años cincuenta un padre japonés, Toru Kumon, profesor de matemáticas, cuando su hijo llegó a casa con malos resultados en esta materia. Alarmado, decidió crear para él un material de apoyo que hoy utilizan miles de alumnos en los 48 países de los 5 continentes en los que el método está presente. En total, hay 25.000 centros y casi 4 millones y medio de alumnos en el mundo. Sólo en España, 21.000 alumnos en 240 centros.
Se trata de un método que hay que trabajar durante 30 minutos al día, aunque se comienza con menos tiempo, todos los días de la semana. También las vacaciones. Hay que ejercitar el cerebro. Parecería algo pesado si no fuera porque para muchos de los alumnos se convierte en una forma de superación muy motivante.
Los alumnos, no necesariamente niños, aunque en su mayoría se unen al método alumnos de primaria, realizan una prueba al comenzar el método que les sitúa en lo que será su punto de partida, un punto en su evolución del conocimiento que dominan bien y en el que se sienten cómodos. Por eso no hay sensación de estar perdido, nos explican, porque comienzan con aquello en lo que son más fuertes precisamente para aumentar su autoestima y motivación.
Poco a poco, van evolucionando y aprendiendo más sobre unas bases cada vez más afianzadas. Esta es la clave de Kumon, que los retos a los que se enfrentan los niños sean factibles. Así, poco a poco avanzan sin demasiado esfuerzo con el premio del reto conseguido, lo que convierte el método en un pequeño «vicio».
Los resultados se consiguen a largo plazo y en ellos es fundamental la colaboración de los padres, que deben ayudar a los niños a ser constantes.
La permanencia media de los niños en el método es de unos 26-27 meses, aunque según los especialistas, «este suele ser el momento en el que los padres consideran que el niño ha afianzado suficientemente sus conocimientos, sin embargo para nosotros es ahí donde comenzaría el método, porque en este punto el niño suele alcanzar el nivel del colegio y comenzaría a aprender de forma autodidacta».
Los niños parecen estar entonces preparados para adivinar cómo funcionan cuentas y problemas que nunca antes han visto ni les han explicado en clase. Su cerebro ya estaría preparado para enfrentarse a problemas nunca antes vistos con el entrenamiento ejercitado en meses anteriores.
Sin duda una premisa interesante esta de Kumon que no deja de lado la disciplina y el esfuerzo. ¿Qué opináis?